CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobierno mexicano dio su beneplácito al nombramiento del abogado constitucionalista Christopher Landau como nuevo embajador de Estados Unidos en México, más de dos años después que Trump asumió la presidencia del vecino país del Norte. En un escueto boletín, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) expresó su deseo de que esta designación “contribuirá a impulsar y a fortalecer una relación bilateral de respeto y entendimiento mutuo”, pues la Embajada de Estados Unidos en México se encontraba sin titular desde que renunció Roberta Jacobson, en marzo de 2018. Desde que Trump asumió el poder, la relación bilateral no se desarrolló a través de los canales diplomáticos tradicionales. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el excanciller Luis Videgaray Caso acaparó la relación con el magnate a través de reuniones a puerta cerrada con Jared Kushner, el yerno de Trump con el que el Videgaray presumía una relación de confianza. En materia migratoria y de seguridad, la interlocución tuvo lugar entre los sucesivos titulares de la Secretaría de Gobernación (Segob) –Miguel Ángel Osorio Chong, Alfonso Navarrete Prida y Olga Sánchez Cordero-- y quiénes encabezaron el Departamento de Seguridad Interna (DHS) –John Kelly y Kirstjen Nielsen--. Los diálogos de los gobiernos de Peña Nieto y de Andrés Manuel López Obrador con la administración de Trump no lograron detener las medidas antinmigrantes que lanzó el magnate, como la construcción del muro fronterizo, la separación de familias migrantes o, más recientemente, la aplicación del plan conocido como “Quédate en México”, a través del cual las autoridades estadunidenses retornan solicitantes de asilo a México para que esperen aquí el veredicto de una corte de migración.