Caso Colosio: El FBI avaló la tesis del asesino solitario
Un “Reporte de examinación” elaborado por el FBI dos años después del asesinato de Colosio y firmado por el agente Robert P. Spalding, forma el núcleo central de una amplia investigación que, a pedido de las autoridades mexicanas, hizo la agencia estadunidense en torno al caso del fallecido candidato. En ese documento, que Proceso pudo consultar, se reafirma la tesis del asesino solitario, Mario Aburto, lo que permitió la exoneración de algunos detenidos a quienes se había implicado en un presunto complot.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Luis Donaldo Colosio terminó su discurso y bajó del templete, donde lo recibió y rodeó la multitud. Lo condujeron decenas de personas –entre ellas, su asesino– hacia la calle Mariano Arista, en Lomas Taurinas, Tijuana. En ese lugar esperaba una camioneta que lo llevaría de regreso a su hotel.
De acuerdo con imágenes de video tomadas en el lugar, ese 23 de marzo de 1994, Héctor Javier Hernández Tomassini camina “frente a él y a su izquierda”. Y ello sería posteriormente un elemento clave para determinar que sólo Mario Aburto ejecutó el asesinato.
Antes de terminar el descenso rumbo a la camioneta, Aburto se abrió paso y apuntó la pistola Taurus, de la que disparó una bala calibre .38. El proyectil impactó la cabeza del candidato. En fracciones de segundo Colosio se desplomó sobre el hombro derecho de Hernández Tomassini, donde derramó sangre.
Después, el cuerpo de Colosio cambió de dirección y produjo otra mancha en la parte frontal de la playera blanca de Hernández Tomassini, en la que se leía “Antyx”.
Los rastros de sangre en esa playera plantean una hipótesis: cuando el candidato cae hacia el suelo, las salpicaduras de sangre permiten deducir que hubo “un contacto sin continuidad” de la cabeza de Colosio hacia el hombro, y luego el pecho de Hernández Tomassini; es decir, su cuerpo dio una vuelta.
Entre el momento de producirse la segunda mancha y la caída de Colosio al suelo, Aburto atacó otra vez. Bastaron dos segundos: el candidato “habría estado probablemente tirado a los pies del tirador”, quien “habría disparado entonces el revólver (…) para causar la herida abdominal”.
La reconstrucción anterior forma parte del expediente armado por el Buró Federal de Investigación (FBI) sobre el caso Colosio. Específicamente se trata del “Reporte de examinación” fechado el 5 de mayo de 1998, así como otros documentos aún inéditos. Los informes fueron usados por el entonces fiscal del caso, Luis Raúl González Pérez, para revivir la tesis del asesino solitario y descartar una conspiración.
(Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2212, ya en circulación)