En Marte hay nitrógeno, un elemento esencial para la vida, revelan NASA y UNAM

lunes, 25 de marzo de 2019 · 20:32
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El robot Curiosity, que recorre la superficie de Marte desde 2012, detectó la presencia de nitrógeno, un elemento esencial para la vida tal y como la conocemos en la Tierra, informaron este lunes investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la NASA. Fue en la base del cráter Gale de Marte donde el robot encontró nitratos, formas de nitrógeno esenciales para la vida, pues a partir de ellos se forman moléculas como proteínas y ADN. El doctor Rafael Navarro González informó que, tras el análisis de 14 rocas, se encontró que en los sedimentos lacustres más antiguos se presentan las concentraciones más altas de nitratos, mientras que en los más recientes hay una menor cantidad. “Creemos que las concentraciones de nitratos disminuyeron debido a un cambio en la química atmosférica”, indicó Navarro, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM. Ese cambio pudo haber traído consecuencias drásticas para la vida marciana, si alguna vez existió, como la adquisición de la habilidad de transformar el nitrógeno atmosférico en sus propios nutrientes nitrogenados, o provocar una crisis de nitrógeno que condujera a la extinción. El coinvestigador del vehículo robótico Curiosity de la NASA desde la concepción del proyecto explicó que la cantidad de nitrógeno encontrada en los estratos más antiguos era útil para que se pudieran alimentar las comunidades microbianas que existieron en el lago del cráter Gale; hace aproximadamente tres mil 500 millones de años. Sin embargo, con el paso del tiempo, ese nitrógeno, que era aportado por las colisiones de asteroides, empezó a disminuir afectando el suministro para esos organismos, lo que, aseveró, pudo ser catastrófico para los seres microbianos, pues al no existir el nitrógeno disponible quizá murieron, o tuvieron que adaptarse desarrollando mecanismos para convertir el nitrógeno de la atmósfera en sus propios nutrientes, como ocurrió en la Tierra. Navarro aclaró que la fijación biológica del nitrógeno surgió en la Tierra por una crisis de nitrógeno, resultado de un cambio de la química atmosférica al desparecer el dióxido de carbono. Si hubiera seres vivos en Marte, estarían en el subsuelo y dependerían de los nitratos generados en la atmósfera por impactos de asteroides, apuntó, cuya cantidad sería mínima y, en consecuencia, estarían restringidos a niveles muy bajos de nitrógeno. Pero si los organismos en Marte desarrollaron la habilidad para utilizar el nitrógeno atmosférico, no estarían limitados al suministro natural de nitratos, debido a que esta ruta metabólica les hubiera permitido subsistir hasta la actualidad, precisó. Por lo pronto, por primera vez se tiene un análisis estratigráfico de la concentración de nitratos en rocas lacustres del lago del cráter Gale, que nos da información de la evolución de nitrógeno en Marte, resaltó Navarro. El análisis de estos materiales fue posible gracias al equipo químico SAM (siglas en inglés de Sistema de Análisis de Muestras de Marte), que el Curiosity lleva a bordo durante su misión y en cuyo diseño también colaboró Navarro. El Curiosity perfora la roca, la pulveriza e introduce su polvo en los hornos del instrumento SAM, donde se calientan y se liberan los gases de los componentes que están en las rocas, indicó el colaborador de uno de los proyectos que abandera el Instituto de Ciencias Nucleares desde hace alrededor de 20 años. Los resultados de esta investigación se publicaron en el último número de la revista Journal of Geophysical Research, de la sección Planetas, en un artículo donde el doctor Navarro es el primer autor de un grupo de 29 científicos de diferentes países como México, Estados Unidos (de cuatro centros de la NASA), Francia, España y Suecia. En la conferencia de prensa conjunta donde se presentaron los más recientes resultados del robot Curiosity también participaron Patrice Coll, del Laboratorio de Sistemas Atmosféricos del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia, y la Universidad de París, quien celebró la cooperación con el equipo mexicano de Navarro. También estuvieron Paul Mahaffy, director de la División de Exploración del Sistema Solar, y Jennifer Stern y Christopher McKay, de la agencia espacial estadounidense, NASA, a través del sistema de videoconferencia.

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