CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La relación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el magnate más poderoso de México, Carlos Slim Helú, pasó de la cancelación de un megaproyectos y la exhibición de contratos, a las conversaciones en las que abordaron aspectos de planes de vida. El presidente López Obrador reveló hoy que Slim le contó sus planes de retiro, más o menos coincidentes temporalmente con la culminación del sexenio que encabeza el primero, es decir, hacia 2024. El mandatario expuso que han tenido varias conversaciones y se reunirán en breve para revisar un plan de inversiones con su consorcio Grupo Carso, así como de inversionistas nacionales. En su conferencia de prensa matutina, López Obrador celebró que Slim le planteó su retiro en estos años, durante los cuales se propone contribuir al crecimiento económico del país, e inclusive, ayudar a los planes de bienestar. Desde el período de transición la relación entre ambos ha sido tirante, luego de la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en el que su yerno consiguió el diseño y la gerencia de proyecto, en tanto Carso participaba con un importante contrato de construcción. Ya como presidente, López Obrador expuso a Carso Energía como una de las empresas con contratos “leoninos” que cobraba por un gasoducto sin entregar gas a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que consideró inmoral. Hoy, Carso y IEnova (otras de las empresas señaladas por el cobro de capacidad que no concluyó un gasoducto), fueron eximidas por el presidente, quien además atribuyó la culpa a quienes en el gobierno autorizaron esos contratos, al afirmar que en muchos casos ni siquiera se aprobaron en el consejo de administración de la CFE. La relación entre el magnate y el jefe del ejecutivo, ha mejorado en las expresiones públicas, luego de que, al cumplir cien días de administración, el primero expresara confianza en las perspectivas de crecimiento del actual gobierno, en medio de la polémica por la baja en los pronósticos calculados por la banca y por los organismos multilaterales, así como de la reducción de notas crediticias de las calificadoras internacionales.

“A lo mejor estoy cometiendo una indiscreción, pero vale la pena expresarlo. Contamos con esa voluntad de parte del ingeniero Slim de ayudar en lo económico y también en lo social. Creo que esta actitud va ir prevaleciendo (…) por el comportamiento de muchos empresarios nacionales e inclusive extranjeros”, afirmó esta mañana el presidente.

Finalmente, consideró que, durante su participación en la Convención Nacional Bancaria, encontró un “ánimo de colaboración y participación”, con confianza en el país.