CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luego de permanecer 38 días en plantón afuera del Palacio Nacional, desplazados de Guerrero empezaron a retirar sus carpas para regresar a su estado. Los guerrerenses levantaron sus casas de campaña, tras firmar acuerdos en materia de seguridad con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Hace más de un mes, al menos 400 personas desplazadas por la violencia en la entidad, entre niños, mujeres y hombres, partieron en caravana rumbo a la Ciudad de México para realizar un plantón. Las víctimas, son indígenas nahuas y mestizos del municipio de Leonardo Bravo en la sierra y el poblado de Tlaltempanapa, municipio de Zitlala en la región Centro donde los conflictos entre grupos armados han desplazado a más de tres mil personas desde el año pasado. También, planteaban que el gobierno federal asuma el control de la seguridad en el corredor minero y de amapola que sube de Xochipala a Tlacotepec y de los municipios de Zitlala y Chilapa. Además, solicitaron una indemnización por el daño físico y moral que les ha provocado el desplazamiento forzado y la pérdida de sus bienes que dejaron en los pueblos que abandonaron por la violencia. Hasta el momento, el gobierno federal no ha revelado el alcance de lo pactado con los desplazados de la entidad. Los guerrerenses realizan labores de limpieza en la fachada del Palacio Nacional.