CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Esta mañana jubilados de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y estudiantes normalistas se manifestaron afuera de Palacio Nacional para exigir al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador que atienda sus demandas. Los primeros en arribar a las inmediaciones del Zócalo de la ciudad, tras un viaje de dos días, fueron los estudiantes de la Escuela Normal Indígena Intercultural Bilingüe Jacinto Canek para solicitar la reapertura de su escuela ubicada en Zinacantán, Chiapas, luego de que fueran desplazados hace cinco meses por un grupo de choque. Portando la vestimenta tradicional de su región, los estudiantes normalistas explicaron que, junto a la Norma Rural Mactumatzá, enfrentan la posibilidad de un cierre permanente, declarado por las autoridades estatales. Previo a su llegada a la Ciudad de México, los normalistas se movilizaron por Oaxaca para exigir que se garantice su derecho a la educación. Más tarde, integrantes jubilados de la sección 10 y 11 de la CNTE comenzaron a llegar al lugar para pedir que las pensiones por jubilación e incapacidad total o parcial se fijen con base en salarios mínimos y no en la Unidad de Medida y Actualización (UMA). Además, solicitan el pago por los conceptos 02 y 03 del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), así como el pago de su seguro de vida institucional. Al no ser atendidos, los pensionados y jubilados inicio una movilización con destino al Senado de la República, donde esperan establecer una mesa de dialogo con las autoridades. De no recibir una respuesta, los inconformes amenazaron con tomar las oficinas del ISSSTE el día de mañana. Por el momento, el Centro de Información Vial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México informó el corte a la circulación en Paseo de la Reforma, a la altura de Violeta con dirección al Poniente, y recomendó como alternativa vial Circuito Interior. Cabe destacar que desde el 17 de febrero, desplazados provenientes de Guerrero continúan instalados en un campamento a las afueras del palacio, en espera de ser atendidos por el mandatario.