Vaticano niega haber sido informado sobre denuncia de abuso a cantante Ana Salazar
ROMA (proceso.com.mx). — La Congregación de la Doctrina de Fe, el órgano del Vaticano que se ocupa de los casos de pederastia clerical, ha negado ser formalmente informada de las acusaciones contra Fernando Martínez, el sacerdote de la Legión de Cristo que recientemente fue denunciado de haber abusado sexualmente de la cantante Ana Lucía Salazar cuando tenía ocho años.
“Tras averiguaciones con las autoridades competentes, puedo afirmar que, hasta la fecha, todavía no ha llegado una comunicación oficial a la Congregación de la Doctrina de la Fe”, comunicó a APRO, a través de una nota escrita, el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti.
De acuerdo con el vocero, que respondió este domingo a un petición de información hecha en los pasados días por este medio, el paso previo será, en todo caso, que el caso se investigue.
“En cualquier caso, es necesario que concluya la investigación previa”, añadió Gisotti, en su breve mensaje, en el que no precisó si la mencionada investigación es la anunciada en los pasados días por los Legionarios, u otra.
De acuerdo con dos comunicados de prensa divulgados los días 4 y 8 de mayo pasados por la Legión, la congregación nacida en México se comprometió a llevar adelante una investigación sobre la denuncia de Salazar, a través de una agencia externa, Praesidium.
Esta última es una empresa privada con sede en Arlington, Texas (Estados Unidos), fundada hace 25 años y cuyo consejero delegado es Aaron Lundberg. En la actualidad, el 10% de sus clientes son organizaciones católicas.
Contactada por APRO, Praesidium confirmó haber sido encargada por los Legionarios para llevar adelante la investigación, pero descartó compartir detalles sobre su contrato.
De igual manera, Praesidium rechazó aclarar si la empresa, o su fundador, han tenido con los Legionarios algún vínculo previo a la anunciada investigación.
“La duración de las investigaciones depende mucho de las particularidades de cada caso”, explicó Brooke Pratt, directora de Ventas y Marketing.
“Los procedimientos normalmente incluyen, pero podría no limitarse a entrevistas personas con las víctimas, con los perpetradores acusados y otros testigos pertinentes, así como peticiones y revisiones de documentos relevantes”, añadió.
“Gran parte de nuestro trabajo es confidencial, como es normal para los asesores externos”, continuó Pratt, en un mensaje de correo electrónico.
El comportamiento de la Legión
Por su parte, la Legión de Cristo argumentó que la investigación tiene como objetivo “esclarecer las acusaciones presentadas, escuchar a las personas afectadas y evaluar la actuación de la Congregación”, según dijo el vocero legionario Aaron Smith, respondiendo a otra pregunta de este medio.
“La investigación será hecha por Praesidium, no por nosotros”, subrayó Smith.
En cambio, preguntado por si el caso ya había sido señalado al Vaticano, el vocero afirmó que, como establece el motu propriopromulgado por el difunto papa Juan Pablo II el 30 de abril de 2001, llamado Sacramentorum sanctitatis tutela (Defensa de la Santidad del Sacramento, SST), la institución católica responsable es el obispo o el superior mayor.
“Según Sacramentorum Sanctitatis Tutela, los casos anteriores al 2001 no son reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Son responsabilidad de lo que se llama el “ordinario” (término de derecho canónico que significa en el caso de una Congregación religiosa, el superior mayor)”, argumentó Smith.
La decisión de los Legionarios de encargar a Praesidium una investigación sobre la denuncia de Salazar, que la conductora mexicana reveló el caso y lo promocionó bajo el paraguas del movimiento #MeToo, se produjo tras que el caso suscitara un alud de debates y polémicas sobre los Legionarios, con sus consecuencias imprevisibles.
El Vaticano dice no tener una “comunicación oficial” sobre las acusaciones contra el legionario Fernando Martínez.