CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A pesar su controvertida actuación como fiscal del caso Ayotzinapa, en el sexenio pasado, Alfredo Higuera Bernal regresó a la Fiscalía General de la República (FGR), ahora para hacerse cargo de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Invitado por el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, el funcionario sinaloense tendrá a su cargo el combate a la delincuencia organizada, empresa nada sencilla a partir de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador cortó comunicación con las agencias estadunidense, como documento Proceso en su edición 2227.
Higuera no es un improvisado. Fue procurador General de Justicia en Sinaloa. En 2011 llegó a la Procuraduría General de la República como director general adscrito a la coordinación de asesores de la entonces procuradora Marisela Morales. Tras la salida de ésta mantuvo el mismo cargo con Jesús Murillo Karam.
Ya con Arely Gómez González fue nombrado director general de Averiguaciones Previas en mayo de 2014, y un par de años después, en 2016, ocupó la titularidad de la unidad especial para la investigación del Caso Iguala.
En su trayectoria profesional aparece una sombra. Su presunta asistencia a la boda de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y Emma Coronel en la localidad de la Angostura, en Durango, en julio de 2007, también consignada por Proceso.
El ahora titular de la SEIDO se ha encargado de desmentir dicha información más de una vez: Sostiene que no estuvo en las nupcias del capo sinaloense, ni mucho menos que ha visitado dicho poblado.
“Nosotros estamos sometidos, nuestra vida personal y profesional, en el servicio público, al escrutinio de quien quiera revisarlo”, dijo el nuevo subprocurador, cuyo cargo estaba acéfalo desde el 14 de diciembre de 2018.