Morena, un infierno que Polevnsky quiere transformar

miércoles, 28 de agosto de 2019 · 12:14
Consciente de que los problemas internos en Morena, su composición heteróclita, su escasez de cuadros –por la migración de militantes al gabinete federal–, dirigentes que ostentan doble cargo y los intentos de crear una organización paralela, Yeidckol Polevnsky reitera que quiere ser presidenta de Morena los próximos tres años. En entrevista con Proceso se muestra optimista, adelanta que el partido superará las escaramuzas y sentencia: “Nunca está más oscuro que cuando va a empezar a amanecer”.
CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Morena ganó casi todo en las elecciones de 2018 y de este año, pero como partido político es un caos: Tiene un lío con su padrón de militantes, los grupos litigan por todo, padece escasez de cuadros por la migración al poder público, dirigentes que ostentan doble cargo y no sabe qué hacer con los más de mil millones de pesos de este año, si comprar edificios o seguir pagando renta. No sólo eso: la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de crear un Instituto de Formación Política (INFP), hace un año, inició un choque permanente entre el grupo de su director, Rafael Barajas, El Fisgón, y la secretaria general en funciones de presidenta, Yeidckol Polevnsky Gurwitz. El escritor Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica e integrante del consejo de intelectuales del instituto, hizo un juicio lapidario apenas en julio: “Morena se ha convertido cada vez más en un partido blandengue, burocrático, electoralista, perdió su esencia social”. Polevnsky, quien disputa el máximo liderazgo de Morena ante Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional; Mario Delgado, coordinador de los diputados federales, y el consejero nacional Alejandro Rojas, advierte que el INFP encubre un objetivo oculto: “Quieren un partido paralelo”. Y es que Polevnsky no tiene control en Morena: No puede manejar las cuentas oficiales partidarias en Facebook y Twitter porque le niegan las claves de acceso, y hasta tuvo que crear su propio órgano oficial con el mismo nombre del que dirigía el vocero Jesús Ramírez Cuevas: Regeneración. El colmo: Ni siquiera está claro para los militantes si el partido se llama Movimiento de Regeneración Nacional o simplemente Morena. –¿Y cómo se llama el partido realmente? –Morena –responde Polevnsky–. Eso es algo que no entienden muchos. Hay gente nuestra que escribe: “La dirigente del partido Movimiento de Regeneración Nacional”, pero eso no existe: Es Morena. El movimiento se llama Movimiento de Regeneración Nacional, el partido sólo se llama Morena. –¿Y así, con todo esto, quiere usted ser presidenta de Morena? –Precisamente por eso. Si Morena ya está perfectamente institucionalizado, todo está resuelto y la gente que sigue nos garantiza que van a hacer las cosas bien, no iría; pero cuando tú ves que la gente que quiere no sabe ni qué está pasando en Morena, no ha hecho nada por Morena y que son los que vienen de otro mundo, entonces, si no me meto de lleno, este partido nos va a durar nada. –¿No está usted desgastada tras ser secretaria general y luego presidenta en funciones? –¿Desgastada? Todo lo contrario. Yo digo que consolidada. Que me digan quién de los candidatos tiene mis resultados –dice en referencia a los triunfos de Morena: Presidencia de la República, mayorías en el Congreso, seis gubernaturas... Los nexos con los Salinas Polevnsky Gurwitz era vicepresidenta de la Canacintra cuando, en el 2000, López Obrador llega a la Jefatura de Gobierno de la capital del país y, en 2002, se convirtió en la presidenta, en cuyo carácter estableció relación con él. “Yo pensaba que era el monstruo que pintaban”, rememora la quien de niña se llamó Citlali Ibáñez Camacho, pero que su madre, Guillermina Camacho Amezcua, debido a conflictos familiares, lo sustituyó por “Yeidckol”, que en hebrero significa “el llamado de Dios”.
“La primera vez que vi a Andrés Manuel fue para irme a pelear con él, creyendo lo que decían de él. Me llevé la sorpresa de la vida. Era un hombre muy ejecutivo, no tiraba rollos ni vueltas. Decía sí o no y porqué. En lo nacionalista nos entendimos muy bien”, dice Polevnsky, quien minimiza el proyecto político de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y su presidente, Gustavo de Hoyos.
“No conozco el proyecto de Gustavo de Hoyos. Sé que es panista de Baja California. Supongo que quiere la gubernatura”, especula. –No, él dice que quiere ser presidente de México. –¿Ah sí? Qué bueno, porque le va a llevar más tiempo y no va a estar dando lata en Baja California –responde con desprecio. Como directiva de Canacintra, a finales de los ochenta, trató al regente Manuel Camacho Solís y a Marcelo Ebrard, pero también a Carlos Salinas, con quien instrumentó la “ventanilla única” para abatir los trámites de las empresas y, cuando la invitó a integrarse a su gobierno, le dijo que no creía en los políticos.
“Le dije que tenía la peor opinión de los políticos y me dijo: ‘No, tú puedes perder la confianza en los políticos, pero no en la política’, me dijo.”
Uno de sus adversarios en Morena, Alejandro Rojas, la acusó de tener nexos con Raúl Salinas, “el hermano incómodo” del extitular del Ejecutivo, pero ella dice que todo se redujo a una fotografía que se tomaron en la comida que ofreció el arzobispo Chedraui el 17 de enero de 2016. Recuerda que, siendo su presidenta, el edificio de Canacintra cumplió 25 años y que la primera piedra la había puesto Raúl Salinas Lozano como secretario de Comercio. Cuando éste murió, en 2004, ella mandó publicar esquelas.
“Raúl Salinas, a quien yo no conocía, estaba en la cárcel y me mandó un agradecimiento desde ahí”, recuerda y, en la comida del arzobispo, se aproximó a ella acompañado de su hijo, a quien le dijo: “Ella era presidenta de Canacintra y puso esquelas en la muerte del abuelo, en el peor momento de la familia, cuando yo estaba en la cárcel y tu tío estaba fuera”.
Se sentó Salinas a charlar: “Me dijo: ‘Todos los presidentes tienen un hermano incómodo y quien hace a los hermanos incómodos son los intereses de otros’. Me sonreí cuando me dijo: ‘Un día tú vas a tener que defender a tu abuelo, porque a tu abuelo lo hicieron un hermano incómodo’.” –¿Eso le dijo? –Raúl Salinas me lo dijo. Me quedé impresionada, porque mi mamá era hija de Maximino Ávila Camacho. Su hermano, Manuel Ávila Camacho, era el presidente caballero, pero Maximino quería ser presidente y le sacaron todo lo malo de la tierra que tenía y más. Polevnsky ya no volvió a ver a Raúl Salinas, pero la fotografía publicada dio lugar a interpretaciones, incluyendo la versión, falsa, de que la fiesta había sido en el rancho del panista Diego Fernández de Cevallos. Partido “machuchón” Esa casona de la calle de Chihuahua, donde se realiza la entrevista con el reportero –el jueves 8 de agosto–, es una de las opciones para ser la sede de Morena, ahora que es un partido político que, sólo este año, recibirá más de mil 400 millones de pesos en prerrogativas oficiales. –¿Y ha regresado Morena parte de este dinero? –No, porque no se puede –alega la dirigente, quien asegura que el próximo año sí devolverán al menos la mitad. –Están riquísimos. –Sí, y (el dinero) está en el banco. ¿Qué es lo que decidimos hacer con los recursos del partido? Comprar oficinas. No hemos comprado, pero estamos buscando. Pienso que eso es lo mejor. Para qué estar pagando rentas. Son carísimas. Y como partido grande necesitamos oficinas serias. “La mayoría dentro de Morena todavía no ubica que somos el partido en el gobierno, que ya no somos oposición y que somos un partido en forma. Tenemos que hacer esa transición del partido de oposición al partido en el gobierno. Y el gran éxito, las grandes maravillas de ganar, son también el gran problema.” Añade: “Teníamos pocos cuadros y se fueron de diputados federales, locales, municipales, al gobierno federal, a todos lados y te quedas sin cuadros. ¿Y de dónde los saco? Y tienes un CEN (Comité Ejecutivo Nacional) incompleto y compañeros que tienen dos cargos a la vez, que prohíbe el estatuto, y no quieren dejar uno. Y, a ver, explícales”. –¿Qué casos? –Por ejemplo, teníamos un secretario de Recursos Naturales, Hugo Lino, pero al CEN se acercaron para que alguien fuera presidente del comité de Veracruz. Y él quiso, pero no quiere dejar el cargo en el CEN, quiere estar en los dos. ¡Hemos tenido no sabes qué problemas! ¡Esto ha sido de terror, de terror! Y como éste, muchos otros problemas internos de operación, como que ella no tenga las claves para manejar las redes sociales y hasta Regeneración, órgano oficial de Morena. “Efectivamente se creó un periódico Regeneración que nosotros usamos desde que empezamos como partido y que entregamos de casa en casa. Se ganó y todo el mundo en la locura del triunfo y de repente no te entregan las cosas que te tienen que entregar.” –¿De quién era Regeneración? –Era de Morena. –Cuando lo dirigía Jesús Ramírez Cuevas. –Así es. Sin embargo, ante la imposibilidad de acceder al periódico que dirigía Ramírez Cuevas, actual vocero del gobierno federal, Polevnsky creó un nuevo periódico Regeneración, cuyo número uno está dirigido por Raúl Correa Enguilo. “Y entonces hay que hacer el periódico, porque tenemos la obligación de hacerlo. Y entonces hicimos el periódico y Regeneración digital.” –¿Están registrados ante Derechos de Autor? –Ya los registré. Y ahora hay, en versión digital, www.regeneracion.mx, de Jesús Ramírez, y www.regeneración.com, de Polevnsky, que además se presenta como “periódico oficial del Movimiento de Regeneración Nacional”, cuando el nombre del partido es sólo Morena. Con la página oficial pasa lo mismo: www.morena.si es la oficial, pero ella no tiene acceso a las cuentas, tampoco a la de Twitter, @PartidoMorenaMX. “Alguien de Nuevo León había registrado Morena.org y me la dio y ya tenemos morena.org, pero siguieron como morena.si, pero no me la han entregado.” –¿Quién? –A mí el área que me tiene que entregar todo esto es, por una parte, Gabriel García, que era el secretario de Organización, pero dijo: ‘Yo dejé un encargado de despacho’. Pero “encargado de despacho” no existe en el estatuto de Morena. Entonces no hay encargado de despacho. –¿Y quién lo maneja? –Esta persona encargada de despacho, Francisco de la Huerta, maneja morena.si, maneja las páginas, maneja todo, porque se resiste a entregarnos todo lo que no le corresponde, le corresponde al partido. “Partido paralelo” Este problema comenzó a tener visos de solución luego de que, el martes 20, el CEN nombró como secretario de Organización a Leonel Godoy, en la sesión que emitió la convocatoria para elegir a la nueva dirigencia nacional, el 23 y el 24 de noviembre. Pero el conflicto más ríspido es sobre el INFP, creado en agosto del año pasado a propuesta de López Obrador, y que recibiría la mitad de las prerrogativas oficiales. Desde abril, El Fisgón se quejó, por escrito y en entrevista con el reportero, de la cerrazón de la dirigencia de Morena con el INFP: “De las prerrogativas no hemos recibido un centavo. Hemos trabajado harto, pero todo lo hemos hecho con el apoyo solidario de compañeros y poniendo de nuestro bolsillo”, reveló Barajas (Proceso 2216). El 7 de julio, Barajas responsabilizó a Polevnsky y al CEN de traición y sabotear a este organismo. “Si se sigue retrasando la puesta en marcha del INFP, habremos desperdiciado una oportunidad histórica y pronto seremos barridos de la escena política por la derecha”. Sin embargo, Polevnsky dice que esto es “una manipulación”, porque quienes están armando el INFP no se están apegando a los Estatutos de Morena, como ya lo ha advertido el Instituto Nacional Electoral (INE), y lo que pretenden es crear un “partido paralelo” a Morena.
“Alguien, no sé quién, está haciendo los documentos que se meten al INE, pero no tienen vínculo con los estatutos y el INE les ha ido corrigiendo todo”, dice al reiterar que ella le ha propuesto a Barajas y a los intelectuales que foman parte del INFP, como Taibo II y Pedro Miguel, que ella les facilita un abogado.
“Se lo dije al Fisgón: ‘Oigan, nada más hay que hacer las cosas bien, si quieren yo pongo un abogado’. No, hay un nivel de resistencia. Alguien, no sé quién, porque estoy segura que no es El Fisgón ni Pedro Miguel ni los intelectuales.” Y acusa: “El tema más de fondo es que quieren hacer un partido paralelo. ¿Por qué? Porque planean que se creen comisiones que ya están en Morena: una comisión de medios, pero tenemos una Secretaría de Comunicación; una de operación y tenemos la Secretaría de Organización; una de informática y sistemas, ¿como para qué?” El INFP prevé otra estructura: “Quieren delegaciones regionales y estatales. Nosotros hicimos delegaciones regionales y estatales en la campaña para cuidar la candidatura, porque ya nos habían hecho la transa una vez y otra vez. ¿Pero qué van a cuidar ahorita? ¿Para qué quieren delegados regionales y estatales? Entonces o lo hacen de mala fe o están pensando que pueden engañar al INE”. –¿Un “partido paralelo” qué significa? –Es una visión equívoca y no se los va a aprobar nunca el INE, porque va en contra de los estatutos. El instituto es una parte del partido, pero no es el instituto el todo y el partido una parte del instituto. ¡No puede ser! Polevnsky concluye que por eso quiere ser presidenta de Morena los próximos tres años: “Tengo que cuidar este partido. De esto los intelectuales no se están dando cuenta que alguien está metiendo la mano y que por un lado los ponen en mal, porque no hay apego al estatuto, pero por el otro lado es imposible que se apruebe. –Parece un infierno Morena. –No, va a pasar el tiempo y nos vamos a acabar riendo todos y diciendo: “tenías razón”. Nunca está más oscuro que cuando va a empezar a amanecer. Las cosas que valen la pena tampoco son fáciles.   Este reportaje se publicó el 25 de agosto de 2019 en la edición 2234 de la revista Proceso

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