Pablo Gómez, el 'enemigo” a convencer para que Morena se quede con la Mesa Directiva
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A menos de 24 horas de que la Cámara de Diputados elija a su nuevo presidente de la Mesa Directiva, teniendo como telón de fondo la exigencia del Partido Acción Nacional (PAN) para quedarse con ella, Morena determinó que no la cederá. Pero, curiosamente, ahora el “enemigo” a convencer es uno de sus correligionarios: Pablo Gómez.
Mientras el Revolucionario Institucional (PRI) discutía en su sesión plenaria qué pieza política mover en esta discusión, y descartaba acompañar al PAN en su amenaza de toma de tribuna, en Morena los 259 diputados ponían sobre la mesa escenarios para ver quién del partido se quedará con la presidencia.
El escenario que más sorprendió fue el propuesto y defendido por Pablo Gómez: poner los votos de Morena y sus aliados (PES, PT, PVEM y nueve experredistas) a disposición del principal opositor de Andrés Manuel López Obrador, la derecha encabezada por el PAN.
A contracorriente de la mayoría de sus compañeros de partido, Pablo Gómez se ha empeñado en que la presidencia se le entregue al PAN. De acuerdo con versiones de legisladores, quien llegó a ser líder del movimiento estudiantil del 68 se confrontó con los diputados por su alegato a favor del PAN.
A muchos de ellos no les sorprendió la posición e incluso recordaron que fue él, Pablo Gómez, quien en 1999 intentó hacer naufragar la candidatura de López Obrador a la entonces Jefatura del Distrito Federal, al denunciar ante el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) que el tabasqueño no contaban con residencia local.
Otros más trajeron a la memoria un hecho reciente: la eliminación de uno de los artículos claves de la Guardia Nacional y que dio como resultado que al día siguiente el presidente López Obrador manifestara su descontento por lo aprobado en la Cámara de Diputados.
Incluso, los cambios que Pablo Gómez discutió con la oposición y que tanto escozor generaron en el Ejecutivo federal provocaron que el Senado de la República corrigiera la plana, alzándose Ricardo Monreal como el gran negociador al lograr por unanimidad una ley a satisfacción del tabasqueño.
Los inconformes con Gómez recordaron la firma del llamado “Pacto por México” e incluso hicieron circular una fotografía donde aparece entre los aplaudidores de la firma, mientras Jesús Zambrano sostiene en sus manos el documento.
Políticos de larga trayectoria sacaron a relucir, además, la aprobación de la llamada “Ley Televisa” cuando él fungía como coordinador de la fracción del Partido de la Revolución democrática (PRD).
“Su propuesta está metiendo mucho ruido”, comentaron algunos de los diputados consultados, sobre todo por aquellos que analizan otros dos escenarios.
Una de las propuestas que mayor consenso ha provocado es que se mantenga Porfirio Muñoz Ledo en la presidencia de la Mesa Directiva. Basta recordar la ovación con que fue recibido por sus compañeros en el arranque de la sesión plenaria.
El otro planteamiento es que Morena se quede con la Mesa, pero que la encabece cualquier otro diputado.
Se espera que la decisión final la tome Morena este viernes y no hasta la plenaria del sábado por la mañana.
A las cinco de la tarde, cuando arranque la sesión del segundo año de sesiones, Porfirio Muñoz Ledo, aún presidente, debe someter a votación la planilla para elegir al nuevo presidente; se pretende que el PAN haga la suya con Xavier Azuara para los primeros seis meses y con Laura Rojas para los siguientes seis. Si no logran los votos de las dos terceras partes, Muñoz Ledo se mantendrá, anunciando un plazo de cinco días para que los partidos políticos logren un entendimiento.
Y se espera que, al quinto día, Morena proponga su planilla con algunos de los tres escenarios arriba expuestos.