MÉRIDA, Yuc. (apro).- El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que “no será con autoritarismo o el uso de la fuerza”, sino atendiendo las causas sociales y a los desposeídos, como su gobierno pacificará al país. En el discurso que dirigió anoche en la cena de bienvenida a los asistentes a la 17ª Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, que se celebra en esta ciudad, el mandatario ponderó que conseguir a plenitud la paz depende de la impartición de la justicia y atender las causas que originan la violencia. "Lo que queremos es conseguir a plenitud la paz y no queremos una paz lograda con autoritarismo, con el uso de la fuerza, no queremos una paz de los sepulcros; queremos una paz que se origine con la impartición de la justicia, siempre hemos dicho que la paz es fruto de la justicia", expresó. Expresó su reconocimiento y admiración a los laureados reunidos en Yucatán por sus esfuerzos por la paz y aseguró que México busca la fraternidad universal y la paz en el mundo. Dijo que los mexicanos “mantenemos en nuestra Constitución el principio de la solución pacífica ante conflictos y controversias”. “Es un legado de nuestros héroes, en particular del presidente más grande que ha tenido México: Benito Juárez García. Indígena zapoteco, resumió el ideal en una frase célebre: ‘Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz’”, añadió. Y presumió que con su gobierno el país vive un momento de cambio sin violencia, la Cuarta Transformación de la vida pública, pero “no por eso es más de lo mismo, un simple cambio de gobierno, sino de régimen, porque ya empezamos a arrancar de raíz la corrupción, el principal problema de México”. En el acto, en el que estuvo acompañado por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y por el canciller Marcelo Ebrard Causabón, López Obrador insistió en que terminar con ese flagelo generará recursos para el desarrollo y atender las necesidades fundamentales. Apuntó que los gobiernos que le antecedieron quisieron enfrentar el problema con el uso de la fuerza, con más cárceles, con mano dura y autoritarismo, pero quedó demostrado “que eso no funciona, que tenemos que atender las causas que originan la violencia” y fortalecer los valores culturales, morales y espirituales, que también forman parte de la política para garantizar la paz y la seguridad. Ahí saludó al presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, con quien se reunió en privado esta mañana en la Base Aérea Militar. A la cena, que fue amenizada por el cantautor yucateco Armando Manzanero, asistieron la presidenta del secretariado permanente de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, Ekaterina Zagladina; así como las 30 laureados que participan en la Cumbre. Entre ellos, el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos; el expresidente de Sudáfrica, Frederik De Klerk; la activista liberiana y encargada de organizar el movimiento de paz que puso fin a la Segunda Guerra Civil en 2003, Leymah Gbowee; el expresidente de Polonia, Lech Walesa, entre otros.