Involucran a Fresenius Medical Care con evasión de millones de euros y uso de paraísos fiscales
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Sancionada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos con 231.7 millones de dólares por incurrir en actos de corrupción en 17 países, incluido México, Fresenius Medical Care, la empresa alemana especializada en el servicio de hemodiálisis, tiene también señalamientos por evadir impuestos en el mundo y de mantener fondos en paraísos fiscales.
En 2011 en México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) acusó a Fresenius Medical Care por prácticas monopólicas y en 2016 fue sancionada con una multa de más de un millón de pesos, además la inhabilitación de dos años y medio por no formalizar contratos con el IMSS.
Como lo publicó Proceso en el número que se encuentra en circulación esta semana, a partir de diciembre pasado, Fresenius Medical Care fue favorecida con contratos con el IMSS, y puja por obtener otros más en el ISSSTE.
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Los señalamientos contra la empresa alemana, líder en la atención de personas con problemas renales, tocan ahora los temas fiscales, según investigaciones de organizaciones civiles internacionales.
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro para la Responsabilidad e Investigación Fiscal Internacional Corporativa (CICTAR), en colaboración con federaciones europeas y mundiales de sindicatos de servicios públicos y la Red de Justicia Fiscal de Alemania, Fresenius ha evadido unos 2 mil 900 millones de euros en impuestos en los países donde mantiene sucursales en el mundo, en tanto que un monto de 8 mil millones de euros “de las ganancias no gravadas del grupo se mantiene en cuentas en el extranjero”.
Las organizaciones responsables del informe señalaron que la empresa alemana con presencia en prácticamente todo el mundo, en México desde 1989, sostienen que Fresenius tiene cuentas “en casi todos los paraísos fiscales conocidos en el mundo, incluidas las Islas Caimán, las Islas Vírgenes Británicas, Hong Kong, Delaware, Singapur y Panamá”.
En un comunicado explicaron que Fresenius “utiliza esta red de paraísos fiscales para trasladar los beneficios y así evitar mayores impuestos corporativos en Alemania y otros países”.
Agregaron que la empresa utiliza una figura de “deuda intragrupo”, que le facilita evadir las contribuciones fiscales, como ocurrió en Irlanda, donde en 2017, dos de sus filiales “obtuvieron una ganancia de 47 millones de euros, a pesar de no tener ningún empleado, simplemente otorgando préstamos a empresas del grupo en España y Estados Unidos”.
La investigación refiere que la forma de operar de Fresenius para evadir impuestos consiste en “informar de altas ganancias donde los impuestos corporativos son bajos”, en tanto que en mercados como Alemania y Estados Unidos, “las ganancias se reducen artificialmente”.
Pese a que Fresenius tiene sus mayores ventas en países con una tasa impositiva de al menos 30%, en 2018 reportó que la tasa fiscal global fue de 18.2%, según la propia empresa.
La secretaria General de Servicios Públicos Internacionales (PSI) Rosa Pavarelli, llamó a los gobiernos de los países donde Fresenius tiene presencia a “asegurarse de no financiar a evasores de impuestos”.
Para la sindicalista, no es sorpresa que Fresenius “esté involucrada en una evasión fiscal agresiva dada la violación a los derechos de los trabajadores fuera de Alemania y el patrón global de corrupción”, como lo evidencia la investigación realizada el año pasado por el DOJ y la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos.
Sylvia Bühler, integrante del sindicato de los trabajadores de los servicios de salud en Alemania, Ver.di (sic), considera que con la evasión tributaria “se le niega a la comunidad el dinero que necesita con urgencia para invertir, especialmente en el sector salud”, aunado a que dicha práctica irregular pone entre dicho la reputación de Fresenius “como una compañía de confianza para la atención médica”.
Christoph Trautvetter, de la Red de Justicia Fiscal, apunta que siendo Fresenius una compañía dedicada a la atención de la salud de las personas “y que genera sus beneficios principalmente a través de los presupuestos gubernamentales (…) debe pagar sus impuestos de manera responsable y transparente”, por lo que podría empezar por disolver sus filiales en paraísos fiscales e implementar los estándares de Global Reporting Initiative (GRI) para transparentar su situación fiscal.