CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Después de difundirse que una caravana migrante con más de mil personas provenientes principalmente de Honduras había roto el cerco policiaco instalado en Guatemala, en su afán por cruzar México rumbo a Estados Unidos, el Instituto Nacional de Migración (INM) advirtió este jueves que habrá sanciones para las personas extranjeras que ingresen a México sin las medidas sanitarias derivadas de la pandemia por covid-19.
“Toda autoridad civil, militar y particular que utilice las instalaciones del INM, como las áreas de internación en el país, deberá cumplir protocolos de salud. El Código Penal Federal y los códigos penales de Chiapas y de Tabasco prevén penas de 5 a 10 años de prisión a quien ponga en peligro de contagio de salud al otro”, informó en el boletín 366/2020, el
INM.
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Además, citó el Código Penal Federal que establece sanciones de tres días a tres años de prisión y hasta 40 días de multa a quienes, a sabiendas de estar enfermo de un mal grave en periodo infectante, ponga en peligro de contagio la salud de otro. El Código Penal de Chiapas, añadió, determina 5 años de prisión y el de Tabasco, de 2 hasta 10 años.
Desde el miércoles por la noche y convocados por redes sociales, aproximadamente mil personas salieron de Honduras, a pie y sin visa e intentan ingresar a Guatemala, donde no les han permitido ingresar por las restricciones sanitarias derivadas por la pandemia de Covid-19.
Este 1 de octubre, alrededor de las 9:42 de la mañana, el Instituto Guatemalteco de Migración publicó en sus redes sociales un video donde muestra la concentración de migrantes en el puesto fronterizo de Corinto.
https://twitter.com/MigracionGuate/status/1311677947972071424?s=20
INM niega promover las caravanas
Al respecto, el INM desmintió, en el comunicado 362/2020, que promueva o regularice el ingreso de caravanas de personas migrantes indocumentadas por la frontera sur de México, como se difundió en redes sociales.
“Este es país de origen, tránsito y destino, bajo una migración segura, ordenada y regular. Cuidará el instituto cumplimiento de la Ley de Migración y de protocolos sanitarios ante la emergencia por el covid-19”, advirtió.
“El INM no promueve caravanas de personas nacionales y extranjeras por México. El Instituto Nacional de Migración estará pendiente de que la internación de cualquier persona extranjera se lleve a cabo con total respeto y salvaguarda a los derechos humanos, con atención mayor a los grupos vulnerables, como niñas, niños y adolescentes y sin discriminación por origen, nacionalidad, religión o condición social o económica”, indicó.
La víspera, desde las 15:00 horas, tiempo de México, los migrantes se concentraron en la Gran Central Metropolitana y la estación de autobuses de San Pedro Sula para empezar a caminar durante la madrugada rumbo a Guatemala, pero al caer la noche cambiaron la ruta hacia el puesto migratorio de Corinto.
El 18 de septiembre, Guatemala abrió sus fronteras terrestres, después de cerrarlas por el covid-19 desde el 13 de marzo de 2020. La caminata fue convocada en redes sociales.
Primero, según información de El Universal, las Fuerzas Militares de Guatemala impidieron el ingreso a ese país y mostró un video donde se aprecia que “a pesar de que una mayoría de caminantes tienen mascarillas colocadas en sus rostros para protegerse de la enfermedad, otros ni siquiera las muestran. En la aglomeración tampoco se preservan las medidas esenciales de distanciamiento, por lo que crecen los riesgos de contagio”, añadió.
Este impedimento al tránsito se dio por las restricciones sanitarias, pues hay un acuerdo entre los países del C4 (Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua) para el libre tránsito e ingreso entre estos países, presentando un documento de identidad.
Después informó que los migrantes habían roto el centro de las unidades militares y pasaron por la fuerza de Honduras a Guatemala, según se observa en otros dos videos que el Instituto Guatemalteco de Migración envió a El Universal.
Los hechos se registraron en el puesto migratorio de Corinto que une a Guatemala y Honduras y está localizado en el departamento norteño hondureños de Cortés y en el nororiental departamento guatemalteco de Izabal.
El portal Animal Político también informó que los migrantes caminan hacia la frontera de El Ceibo con Guatemala, pese a que las leyes para prevenir el coronavirus obligan a presentar una prueba PCR o de antígenos que demuestre que no se padece covid-19.
Es la segunda caravana organizada este 2020, pese a la pandemia de covid-19 y se realiza a poco más de un mes de las elecciones de Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump pretende reelegirse.
Debido la pandemia, el control fronterizo se ha endurecido y para el ingreso Guatemala exige prueba de no padecer covid-19 (PCR o antígeno), pero existen muchos puntos ciegos por donde los migrantes saben transitar.
La caravana de enero
Entre el 18 y 20 de enero de 2020, cerca de 4 mil migrantes trataron de cruzar las fronteras de El Ceibo, Tabasco y Ciudad Hidalgo, Chiapas, para internarse a México, pero fueron disueltas por la Guardia Nacional. Los migrantes fueron detenidos en estaciones migratorias y deportados.
El Gobierno de México anunció que había empleos en México para los migrantes, pero la oferta se limitó a que se pusieran en marcha los programas “Sembrado Vida” y “Jóvenes Construyendo el Futuro” en Honduras y El Salvador, señaló Animal Político, que también informó que el dinero para estos proyectos sigue en México.
En esta ocasión, más de 15 mil centroamericanos recibieron tarjetas de residentes por motivos humanitarios, pero la política migratoria de Trump orilló a México a frenar el flujo de migrantes hacia el norte con la Guardia Nacional e implementó el programa “Quédate en México”, para obligar a los solicitantes de asilo político a quedarse en Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo o Matamoros hasta su cita con el juez. Fueron más de 65 mil personas en este programa. Después se incluyó a Guatemala, Honduras y El Salvador como “terceros países seguros”.
Las caravanas migrantes tuvieron su punto crítico en octubre y noviembre de 2018, cuando al menos 7 mil personas procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala atravesaron México y llegaron a Tijuana con la finalidad de cruzar hacia Estados Unidos.