CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El desencuentro entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, alcanzó una nueva ruptura a nivel institucional, luego de que el primero excluyó de su gira al titular ejecutivo en esa entidad. La definición del presidente López Obrador fue clara: “No es buena la relación, no tiene ahora caso que se dé esta reunión, porque nos han ofendido y lo que considero más delicado, se está poniendo en riesgo la buena relación que tenemos con el gobierno de Estados Unidos”.

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Presidente y gobernador han sostenido una serie de diferendos, por la resistencia de un grupo de agricultores (de acuerdo al primero, manejados por políticos y cacicazgos locales) que se opone a un trasvase de agua para cumplir con un convenio con Estados Unidos. A nivel institucional, la representación de Chihuahua fue excluida de las reuniones de seguridad, luego de que el movimiento tomara las instalaciones de la presa La Boquilla, bajo acusación federal de filtrar información sensible abordada en esas reuniones. “No quiero verme envuelto en esta disputa, y no quiero verme usado, entonces decidí solo supervisar las obras… y sí, voy a enviar un mensaje al pueblo de Chihuahua”.