LEÓN, Gto. (apro).- Contra la instrucción precisa del arzobispo leonés Alfonso Cortés Contreras para reducir el aforo en templos y suspender las celebraciones masivas por la contingencia epidemiológica, decenas de personas se reunieron en la parroquia de San Juan, en el popular barrio del Coecillo, para celebrar primeras comuniones.

El encargado de oficiar estas ceremonias, el sábado 21, fue el vocero de la diócesis, el sacerdote Marcos Cortés Muñiz, quien aparentemente habría desacatado la instrucción del arzobispo.

Guanajuato está a punto de alcanzar las 4 mil defunciones por covid-19, además de casi 59 mil 500 casos desde el inicio de la pandemia.

Entre sábado y domingo se reportaron en la entidad 795 nuevos contagios, y este lunes la Secretaría de Salud registró mil 051, aunque supuestamente se trató de un ajuste de los casos reportados la semana pasada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la propia dependencia estatal. No se aclaró qué clase de actualización se hizo.

Sin embargo, de 577 personas hospitalizadas el fin de semana por covid-19 o sospechosas de padecerlo, la Secretaría de Salud confirmó este lunes que 388 resultaron positivas al virus.

Desde el sábado 7, mediante una circular difundida por autoridades estatales para alertar sobre el regreso al semáforo naranja, el lunes 9, después de haber logrado el amarillo, el arzobispo Cortés Contreras advirtió sobre las limitaciones para los eventos religiosos.

Pero para las comuniones realizadas el sábado pasado se concentró un numeroso grupo de personas, que incluso fue dividido en dos turnos, uno a las seis de la tarde y otro una hora después, lo que no impidió la aglomeración, particularmente en un angosto acceso a la escuela Pío X ubicada a un costado de la parroquia y con la cual se comunica.

Las familias y los comulgantes se concentraron en el patio de la escuela, y aparentemente ahí se desarrollaron las dos ceremonias.

Al salir, las familias se concentraron en el jardín de San Juan para tomarse fotografías, según el testimonio de uno de los padrinos, publicado por el diario AM.

Una semana antes la arquidiócesis envió una circular firmada por el arzobispo Alfonso Cortés, donde confirmó que el semáforo epidemiológico por el coronavirus regresaría de amarillo a naranja del 9 al 15 de noviembre, y se estaría actualizando de acuerdo con la situación.

“Este regreso implicará para los templos o lugares de culto reducir la afluencia de fieles al 30% de su capacidad”, puntualizó el prelado.

Además, reiteró que se mantienen suspendidas las peregrinaciones, fiestas patronales y actividades masivas.

“Reforzar las disposiciones sanitarias evitará que se siga propagando el contagio. Los invito a mantener todas las medidas y precauciones necesarias con responsabilidad, así cuidaremos la salud de todos”, se lee en la circular dirigida a todos los sacerdotes y fieles católicos de la arquidiócesis.

En ese mensaje, el arzobispo Cortés agradeció a todos los sacerdotes “que han cooperado con responsabilidad para salvaguardar la salud de todos”.

Apro solicitó una postura sobre la intervención del vocero de la arquidiócesis en estas primeras comuniones masivas, pero la respuesta fue que no habría un señalamiento sobre el tema.