Alianza Federalista

AMLO y la Alianza Federalista, una historia de desencuentros

Desde su creación, la Alianza Federalista -integrada por 10 gobernadores de oposición- ha tenido una serie de desencuentros con el presidente López Obrador, quien los ha desairado e incluso los ha tachado de hacer "politiquería".
viernes, 25 de diciembre de 2020 · 19:26

MONTERREY, NL (apro).- Cuando ganó la elección presidencial del 2018, Andrés Manuel López Obrador fue recibido en Nuevo León por quien fuera su rival en la contienda, el gobernador Jaime Rodríguez.

Se encontraron afuera de Palacio de Gobierno y ahí intercambiaron elogios y promesas.

"El Bronco" dijo que ya habían terminado los enconos electorales y que en adelante trabajarían juntos. AMLO, a su vez, dijo que, en reciprocidad con el buen trato que le daba el nuevoleonés, respaldaría a la entidad con las obras de la reestructuración penitenciaria, la conclusión de la Línea 3 del Metro y la construcción de la Presa Libertad.

Ninguna promesa presidencia fue cumplida, por lo que el mandatario sin partido comenzó a quejarse de manera repetida por el maltrato que la Federación le daba a Nuevo León.

Con el estallido de la pandemia, el mandatario sin partido le reclamó al de Morena que no le diera más recursos para atender la contingencia.

Fue entonces que Rodríguez animó la creación de una emergente coordinación de gobernadores del noreste, integrada por él; por el panista Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; y por el priista Miguel Riquelme, de Coahuila.

Luego, con el paso de los meses, se les unieron otros siete gobernadores: Martín Orozco, de Aguascalientes; Javier Corral, de Chihuahua; José Ignacio Peralta, de Colima; José Rosas Aispuro, de Durango; Diego Sinuhé Rodríguez, de Guanajuato; Enrique Alfaro, de Jalisco; y Silvano Aureoles, de Michoacán.

No se integró ninguno de Morena, el partido fundado por el Presidente.

Reclamos

Al reunirse en sociedad, en julio del 2019, los mandatarios del bloque del noreste buscaban más recursos para cada una de sus entidades.

Era evidente que, paralelamente a sus demandas, buscaban fortalecerse como una fuerza política regional que se declaraba contraria a las decisiones que tomaba la Conferencia Nacional de Gobernadores, en la que, en ese momento, todos seguían.

Al trio de gobernadores disidentes, se les unieron en el mes de marzo de este año otros de sus colegas para conformar lo que desde entonces se conoce como Alianza Federalista (AF), para confrontar al presidente López Obrador y pedirle más recursos.

El 17 de abril, en Saltillo, Coahuila, cuando comenzaba a cundir la alarma por los contagios de coronavirus, los aliancistas afirmaron que ignorarían el calendario epidemiológico de reaperturas que quería imponer el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, pues, de acuerdo con García Cabeza de Vaca, el presidente era objeto de un engaño de sus asesores, pues ningún estado estaba recibiendo recursos extras para combatir la pandemia como dijo López Obrador.

“Yo, a título personal, creo que al señor presidente de la República se le está mal informando o se le está engañando. Y las dos son malas. Le hicieron creer que a los estados les estaban mandando recursos adicionales para atender el coronavirus, situación que es mentira. En Tamaulipas no se ha recibido un solo cinco partido a la mitad”, dijo.

El 24 de ese mismo mes, se olvidaron de abordar solamente el tema de salud y demandaron que fuera actualizada la Ley de Coordinación Fiscal que actualmente, dicen, es injusta para las entidades del país, pues su fórmula de reparto de recursos no le hace justicia a los estados que más entregan a la hacienda federal.

“Urge, es impostergable la revisión del pacto fiscal. La Ley de Coordinación Fiscal, que tiene más de 40 años de vigencia representa un esquema de tributación concentrador e injusto, porque prácticamente es un monopolio de cobro de impuestos, con una injusta distribución de la Hacienda pública y de los impuestos que pagan los mexicanos”, dijeron.

En esa reunión de la AF, efectuada en Monterrey, se sumaron los mandatarios de Durango y Michoacán.

Ante la insistencia de López Obrador de ignorar sus demandas, "El Bronco" dijo que el estado no es “pedinche”, al pedir al presidente Andrés Manuel López Obrador más recursos para poder enfrentar los diferentes problemas que, en conjunto, han surgido en estos tiempos de la pandemia.

“Queremos hoy, este día que está usted aquí, señor Presidente, signar este pacto de colaboración plena. Nuestras peticiones son con la frente en alto. Le entregaré un documento para que usted revise y vea. No son recursos adicionales, no somos en Nuevo León pedinches”, dijo.

Sin embargo, el 7 de septiembre cuando ya eran 10 mandatarios, todos, en bloque, decidieron abandonar la Conago, al considerar que ya no cumple la función con la que fue creada.

“Hemos resuelto poner fin a nuestra participación en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Vamos a dejar de integrar esta instancia con el propósito de construir nosotros un espacio de diálogo efectivo y colaboración efectiva”, dijeron.

Acusaron a la actual Conago de dejar de fungir como especio de deliberación para defender el federalismo y la soberanía de los estados.

"Fue una decisión largamente pensada, discutida, con intercambio muy intenso entre nosotros y que ha contado el día de hoy con una decisión unánime. (…) Se ha alejado de su función y su espíritu en general. Vemos pocas, por no decir nulas posibilidades de su propia transformación, corrección, a partir de su integración actual”, leyó Javier Corral a nombre de los aliancistas.

Ya fuera de Conago, "El Bronco" continuó sus reclamos hacia AMLO. El 30 de septiembre, en la conferencia de prensa diaria para actualizar casos de covid-19 en la entidad, le pidió al presidente que cumpliera el compromiso de ayudar con recursos, pues parece que sólo ve pobres en el sur del país y no en el norte.

“No sé en qué esté pensando el presidente o los diputados. Los fideicomisos fueron creados precisamente para ir haciendo una acumulación de recursos, para cuando tuviéramos problemas, en el caso del Fonden (Fondo de Desastres Naturales), de la naturaleza. Estoy entendiendo que el presidente va a hacer uso de esos recursos que no le costaron un esfuerzo a él, si no a los ciudadanos de México que pagaron sus impuestos”, dijo.

En octubre la confrontación subió de nivel.

La AF escaló sus demandas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJN) al impulsar amparos masivos en contra de la desaparición de 109 fideicomisos, con el que el gobierno federal pretendía manejar con discrecionalidad 68 mil millones de pesos que se manejan en esas estructuras, alegaron.

Y fueron más allá, al señalar que el gobierno de López Obrador pretendía utilizar esas cantidades con propósitos electorales pues, como dijo Enrique Alfaro, ese dinero se convertirá en excedente, y con él podrán hacer “lo que quieran”.

Por su parte, Javier Corral señaló que era indispensable detener “ el agandalle” de recursos pues todos serían concentrados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, lo que implicaba una agresión al pacto federal.

El panista consideró que el gobierno federal busca “generar una discrecionalidad política para manejar estos recursos hacia un año eminentemente electoral que es el 2021”.

Por su parte, López Obrador respondió a la liga de gobernadores opositores diciéndoles que eran inútiles sus recursos legales para replantear la fórmula en la que son entregados los recursos a los estados.

Consideró que su reclamo era solamente “politiquería”, y los instó a que, a través de los cauces legales, presenten una iniciativa de reforma a la fórmula de repartición, en lugar de promover recursos de inconstitucionalidad ante la SCJN.

“Porque es así como se puede modificar la fórmula de entrega de recursos a los estados y municipios, si no se hace de esa manera, todo es demagogia. Soy respetuoso de la decisión que tomen los gobernadores, pero no creo que eso ayude, el agruparse en bloques, más si el propósito es político-electoral”, les comentó el de Morena, el 3 de diciembre.

De igual forma, dijo que no tenía caso que se reuniera con ellos, como lo habían solicitado.

El 16 de diciembre, en Guadalajara, los mandatarios aliancistas pusieron más presión al mandatario federal, al pedirle que informe cómo se distribuirá, y en qué condiciones, la vacuna anti covid-19.

Fue  García Cabeza de Vaca el que leyó el pronunciamiento dirigido al secretario de Salud, Jorge Alcocer, en el que le pide que no se politice el plan de vacunación de coronavirus.

 “La vacuna es un tema que no admite descalificaciones y mucho menos en vano y simplista recurso a la ‘politiquería’ con el que usted responde a la genuina preocupación social. Nadie pretende politizar la enfermedad y mucho menos su cura. A ninguno de nosotros esta pandemia le cayó como anillo al dedo para afianzar un proyecto político personal o partidista”, expuso el tamaulipeco.

Luego del asesinato del exgobernador jalisciense, Aristóteles Sandoval, el pasado 18 de diciembre en un centro nocturno de Puerto Vallarta, los integrantes de la Alianza lanzaron otro fuerte pronunciamiento de reproche al gobierno de López Obrador.

En su comunicado conjunto, el 21 reiteraron su interés en formar parte del Consejo Nacional de Seguridad porque, pese al esfuerzo de los tres niveles de gobierno no se ha conseguido la paz.

“Los gobiernos estatales hacemos nuestra parte, pero necesitamos que el poder federal nos tome en cuenta, escuche y apoye, no sólo con declaraciones y buenas intenciones, sino con acciones reales, efectivas y eficaces. Lo decimos con el mayor respeto, nuestros ciudadanos no deberían padecer los estragos de una estrategia sin estrategia, y que en su falta de tecnicismo y carencia de análisis solo ha difuminado la paz y la confianza de las y los mexicanos”, señalaron. 

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