CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 75% de las mujeres y niñas que utilizaron las redes sociales en 2019 fueron víctimas de violencia digital; sin embargo, un porcentaje menor al 30% denunció las agresiones, alertó Aimée Vega Montiel, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante el conversatorio “Ciberfeminismo contra la violencia machista en las universidades”, la universitaria detalló que el 23.9% de la población que usó internet el año pasado dijo experimentar acoso cibernético; el 40.3% de ellas recibió propuestas sexuales, 35.3% fueron contactadas mediante identidades falsas y el 22.9% recibió mensajes ofensivos, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La universitaria explicó que la ciberviolencia no es un nuevo tipo de violencia contra las mujeres, sino una modalidad que incluye la distribución de material personal sin autorización y que en ocasiones se complementa con vandalismo e inclusive asalto físico.

La experta en Derechos Humanos de las Mujeres agregó que la ciberviolencia va de la mano de la impunidad ya que sus perpetradores rara vez son responsabilizados, en parte debido a la deficiencia de los sistemas de justicia para procesar a los agresores.

Vega Montiel recordó que, en 2016, las protestas del movimiento #MeToo desencadenaron una serie de denuncias por la violencia sexual vía Twitter y que tres años después surgió una nueva “ola” que detonó la apertura de cuentas desde escuelas y centros educativos de México, que en 10 días sumaron más de 400 mil tweets con denuncias de acoso, provenientes de más de 200 mil cuentas individuales, según un conteo que realizó su equipo.

“Si bien las redes han sido territorio para la denuncia y el fortalecimiento de redes de actuación, lo que nos muestran los datos del #MeTooMx es que ninguna facultad, nivel escolar, escuela, ya sea privada o pública, son territorios seguros para las mujeres”, enfatizó.

Por su parte, Raquel Ramírez Salgado, coordinadora de la Escuela Feminista de Comunicación, relató que, en este contexto, surge el ciberfeminismo, un término que se basa en una visión utópica del feminismo con las nuevas tecnologías.

Sin embargo, Ramírez Salgado sugirió usar la palabra tecnofeminismo, la cual considera que las tecnologías, por sí mismas, no resuelven los problemas relacionados con las desigualdades entre mujeres y hombres, la discriminación y la violencia de género.

“El término tecnofeminismo insiste en la importancia del género en su análisis y acción, permite comprender la naturaleza del cambio en el mundo tecnoindustrial, así como las modificaciones a través de las cuales ejercer políticas comprometidas”, detalló.

La consultora independiente comentó que la animadversión de algunos sectores de la sociedad contra el feminismo tiene que ver con las narrativas en los medios de comunicación masiva y resaltó que se requiere de herramientas de protección para las mujeres que denuncian agresiones.

“No podemos perder de vista la forma en que son silenciadas las mujeres a partir de mecanismos de poder, de menosprecio, a partir de jerarquías y cómo son descalificadas cuando levantan la voz”, concluyó.