COLIMA, Col. (apro).- El presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Francisco Javier Acuña Llamas, señaló que en el diferendo surgido después de que la Secretaría de Gobernación pidió al Instituto Nacional Electoral (INE) la base de datos biométricos de los electores para elaborar la cédula nacional de identidad, “cabe una interpretación armoniosa para que, cualquiera que sea la solución, se busque un camino para que la cédula tenga valor y sentido”. Aunque aclaró que no puede pronunciarse anticipadamente al respecto, expuso que el Inai “vendría a sumarse a una interpretación que favorezca que al fin de cuentas se cumplan los fines del Estado mexicano”, y esa cédula “es una asignatura pendiente del Estado y se tiene que formar, lo que no quiere decir que se forme necesariamente con las bases de datos de una o de otra institución”. Entrevistado por Apro en su visita a esta ciudad, donde ofreció la conferencia “La revolución digital de nuestra era: ¿Una oportunidad para la economía global?”, Acuña Llamas señaló que, si prosigue la discusión en torno a la entrega o no de la base de datos, “sería inevitable e indiscutiblemente necesario que seamos invitados a una mesa técnica”, pues “éste es un asunto eminentemente técnico, no es una cuestión más allá de la intención o la oportunidad política que pueda representar”. Nota relacionada: [embed]https://www.proceso.com.mx/615244/ine-se-rehusa-a-entregar-datos-biometricos-del-padron-a-segob[/embed] Lo que se pueda hacer, indicó, que se haga conforme a los protocolos y los rigores que tenga que hacerse, porque es una discusión muy valiosa y el Inai tendría que servir ahí para poner, con su neutralidad técnica, una serie de elementos que contribuyan a la solución. “El INE dice, con razón, que ellos desde su normativa y desde la normativa que los rige no pueden transferir la base de datos; por otro lado, Gobernación dice, y tiene también razón, que la cédula nacional de identidad es una promesa que no se ha cumplido, pero la Ley General de Población de 1992 dice en su Transitorio Cuarto que mientras no exista la cédula nacional de identidad, la credencial para votar con fotografía y los registros que la forman se pueden utilizar como identificación oficial”. —Tomando en cuenta los argumentos de ambas partes, ¿es complicada la solución? —se le preguntó. —No. Tomando en cuenta los argumentos de ambas partes entendemos que hay una preocupación vista desde cada lado. El INE tiene la preocupación de hacer algo que confronte la legalidad desde su perspectiva. En relación con la necesidad del consentimiento de los titulares de los datos personales para que éstos sean entregados a otra instancia, el comisionado presidente del Inai comentó que si bien el consentimiento es “el rey” de la operación de los datos personales, “hay casos de excepción cuando la ley lo determina, por eso no nos podemos pronunciar antes, porque puede haber alguna interpretación que haga que le podamos dar sentido o explicación a algún tipo de excepción al consentimiento, que es la máxima carta en el ámbito de los datos personales, pero sí cabe que haya transferencias o transmisiones de bases de datos cuando la ley lo determina. “Entonces, no me quiero meter más, pero sí dejo sobre la mesa que el asunto no es tan sencillo, pero sí debe tener una solución”. —Ahorita el asunto está en un impasse, pero ¿cree usted que se reactive el diferendo? —Sí, el presidente dijo que iban a esperar, que no se insistiera en esta vía. Ahora vamos a ver qué hace Gobernación, y cuando haga algo, en este caso lo que ya le hicimos ver es que nos convide, para que no estemos ajenos.