CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Más de 70 organizaciones y líderes religiosos de México, Centroamérica y Estados Unidos solicitaron hoy a los gobiernos de la región que, ante la pandemia de covid-19, liberen de manera inmediata a “todas las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo que se encuentren en centros de detención migratoria”, o al menos a “las personas con alto riesgo de contraer el virus”. Además, les pidieron que dejen de cerrar sus fronteras a los solicitantes de asilo y a las personas deportadas, y que se cancele de inmediato el programa “Quédate en Casa” o “Protocolos de Protección a Migrantes”, a través del cual el gobierno estadunidense de Donald Trump devuelve a México a los solicitantes de asilo que entran por su frontera sur. El pasado 2 de abril, Human Rights Watch advirtió que ese plan –producto de negociaciones entre los gobiernos de México y Estados Unidos-- empuja a miles de solicitantes de asilo a campos insalubres en la frontera norte de México, donde enfrentan mayores riesgos de contagiarse del nuevo coronavirus. El día anterior, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) indicó que reprogramaría todas las audiencias de solicitantes hasta después del 1 de mayo --por lo menos--, lo que prolonga la estancia en México de miles de personas en búsqueda de protección internacional. “En lugar de la exclusión general de los solicitantes de asilo, los países deberían utilizar protocolos de salud pública, que incluyan pruebas de detección, programas estructurados de cuarentena y la aceptación de estrategias de auto-aislamiento”, plantearon las organizaciones, entre ellas el albergue La 72 de Tenosique, Tabasco. Las organizaciones, principalmente católicas, demandaron a los gobiernos que, en sus estrategias de contención del covid-19, incluyan y den prioridad a las poblaciones más vulnerables, “entre ellas las personas migrantes, refugiados y solicitantes de asilo”.