NEZAHUALCÓYOTL, Edomex (apro).- Ante el desacato del confinamiento, y con el mayor número de personas contagiadas de covid-19 (146 hasta este lunes) en el Estado de México, elementos de la Guardia Nacional, Policía Municipal, Protección Civil y de Vía Pública de Nezahualcóyotl, cerraron negocios “no esenciales” en el municipio.
Los 3.5 kilómetros que tiene la avenida Gustavo Baz, en la colonia Benito Juárez, están abarrotados de negocios que, pese al llamado a quedarse en casa, mantenían sus puertas abiertas.
Se lleva a cabo “un operativo para retirar los puestos fijos y semifijos que se encuentran sobre las aceras de la avenida Gustavo Baz, así como solicitar el cierre de negocios que ofrecen productos y servicios no esenciales”, publicó el ayuntamiento de Nezahualcóyotl en su página de Facebook.
Con cubrebocas y guantes quirúrgicos, los empleados de Vía Pública advirtieron a trabajadores de giros de venta de zapatos, ropa, estéticas, vidrierías y puestos ambulantes que no ofrecen comida o artículos de limpieza, que, de no acatar la instrucción, su local sería clausurado.
--¿Sabía que por disposición oficial su negocio no puede abrir hasta el 30 de mayo? --comenta un empleado a la dueña de un pequeño negocio de algodones de azúcar.
--¿Pero nos van a dar algún apoyo? Estoy embarazada y no tengo de dónde sacar para comer --replica la vendedora, quien lleva a su hijo en brazos.
--Eso yo no lo sé, solo me corresponde informarle, ya dependiendo dónde vive, le dirán sobre los apoyos --responde el servidor público antes de continuar el cierre de locales.
[caption id="attachment_626639" align="aligncenter" width="1280"] Integrantes de la Guardia Nacional y funcionarios mexiquenses participaron en el cierre de negocios en Neza. Foto: Manuel Alejandro Godínez[/caption]
El personal que atiende los negocios catalogados como esenciales (comida, farmacias, agua purificada, abarrotes, etcétera) debe portar cubrebocas, colocar gel antibacterial a los clientes, ofrecer servicio para llevar y guardar la distancia entre sí.
Una mujer de la tercera edad que vende elotes y esquites afuera de una tienda de abarrotes fue invitada a regresar a su casa, ya que por su edad está entre la población más vulnerable a enfermar de covid-19.
“Si me guardo, ¿quién me va a dar de comer?”, dice la mujer a la invitación que le hizo un policía municipal. Ante la negativa, sólo recibió un cubrebocas.