ROMA (proceso.com.mx).— El jefe de la task-force contra la pandemia del Vaticano, el sacerdote argentino Augusto Zampini, dijo esta semana estar “muy, muy preocupado” por las resistencias habidas en México en la lucha contra la pandemia. “Ya lo dije hace un mes, y también lo mencioné en el primer encuentro que tuvimos con el Papa. Hablé en particular de México y de Brasil”, relató Zampini, al responder a una pregunta de Proceso sobre la gestión de la crisis sanitaria en México, durante una conversación con un grupo de medios internacionales. “Adoro México, tengo amigos en México. Pero me preocupé pues, en el comienzo, ellos no lo estaban teniendo en cuenta seriamente, algunos líderes…”, afirmó, al agregar que, sin embargo, “gracias a Dios, en México hay buenas y sólidas instituciones”. Al igual, expresó temor por la situación en Brasil. “Tan solo esta mañana leí un informe sobre (la situación de las) favelas en Río de Janeiro, y rompe el corazón”, dijo. En esta instancia, pidió a los líderes aparcar todo interés propio, “para pensar, de verdad, en las personas más vulnerables”. “Lo digo también para nuestra Iglesia, no es solo para acusar a otros. Esto es muy serio, así que, por favor, pensemos en que hay personas que están sufriendo”, añadió. “Tengo una imagen que quiero compartir con los mexicanos. Algunos dicen que estamos en el mismo barco, pero eso no es verdad. Estamos en la misma tormenta. Y, en esta tormenta, algunos estamos en un buen barco, que con toda probabilidad no se hundirá, mientras que otros están en barcos diminutos y nos gritan desesperados que, a la siguiente ola, morirán”, ejemplificó, al hablar de la brecha ricos-pobres en el acceso a medidas de prevención y proliferación de la peligrosa enfermedad. “No le ganaremos a la pandemia, si estos barcos no se juntan”, advirtió, al poner en evidencia los frágiles tejidos socioeconómicos de muchos países del sur del hemisferio. “Hay riesgos enormes en el sur del mundo, porque ahí los sistemas de salud no son como los europeos. Si esta pandemia se difunde en Latinoamérica o en África, tendremos muchos problemas”, afirmó, en otro momento de la entrevista.  

Deudas

En este sentido, defendió que los países endeudados puedan tener en el plazo breve “la suspensión, reducción o cancelación” de los intereses de sus deudas, para aligerarlos y que hagan frente al aumento de los gastos sanitarios inherentes a la emergencia del covid-19. Es una postura que “seguramente queremos apoyar, como el Papa dijo”, subrayó, en un claro guiño a su país de nacimiento, Argentina, que esta semana no pagó un vencimiento de intereses de bonos por unos 500 millones de dólares, una acción que ha situado a este país al borde del ‘default’. “¿Cuál sería la alternativa? ¿Aventajarse (de estos países) obligándoles a contraer más deudas?”, criticó. En esta línea, también advirtió de algunas lobbys que estarían chantajeando a algunos gobiernos, aprovechándose de la pandemia. “Sabemos de algunas industrias en Europa y en Estados Unidos ya que están haciendo actividades de lobby, diciéndole a los gobiernos que les garantizarán puestos de trabajo, si relajan sus reglamentaciones ecológicas”, explicó. ¿Eso qué significa? Que nuestro planeta enfermará de nuevo”.