Surgen en Francia nuevas esperanzas para el tratamiento de covid-19

martes, 28 de abril de 2020 · 20:16
PARÍS (apro) .- La noticia despierta nuevas esperanzas: el lunes  27 de abril médicos franceses de la Asistencia Pública de los Hospitales de París (APHP) dieron a conocer  los primeros resultados «bastante alentadores»  de un ensayo clínico realizado con pacientes afectados por covid-19 a base de tocilizumab, un antiinflamatorio utilizado para tratar casos de poliartritis reumatoide. Después de la hidroxicloroquina experimentada primero en el Instituto hospitalo-universitario Mediterráneo de Infecciones por el polémico profesor Didier Raoult –y actualmente objeto de estudio a más grande escala en Europa en medio de persistentes  controversias–, el tocilizumab llama particularmente la atención de los especialistas. Según explica el profesor Gabriel Steg, vicepresidente de la Junta Directiva del Departamento de Investigación de la APHP, cuatro meses después del inicio de la pandemia de coronavirus, se sabe con precisión por qué entre 5% y 15% de los pacientes afectados por covid-19 desarrollan una forma grave de neumonía. A los 8 o 10 días de resultar infectados  estos enfermos son bruscamente víctimas de un «desbocamiento» de su sistema inmunitario. Sufren lo que se llama una «tormenta inflamatoria» que genera una producción excesiva  de citoquinas. En circuntancias normales la función de estas pequeñas proteínas consiste en responder a distintos tipos de agresiones de tipo infeccioso. «Las ciquotinas facilitan la comunicación entre las células  y estimulan las respuestas inmunitarias e inflamatorias indispensables para enfrentar estas agresiones », explica Anne Goffard, experta en virología. «Pero su liberación  masiva y anormal surte el efecto contrario y puede llegar a  destruir los pulmones, así como el sistema neurológico, renal o cardiovacular de los pacientes. Semejante ‘tormenta inflamatoria’ es una de las grandes sorpresas que nos reservó esa infección», reconoce la científica. Es precisamente para intentar prevenir o interrumpir esa peligrosa  manifestación de covid-19 que investigadores trabajan en el mundo entero sobre distintos tratamientos inmunomoduladores ya existentes. Los médicos chinos fueron los primeros  en interesarse en el tocilizumab, conocido por ser  un «anti-citoquinico» muy eficiente, pero no siguieron esa pista que los especialistas de la APHP decidieron  estudiar a fondo.
Protocolo estricto
A diferencia de los ensayos clínicos del profesor Rault con la hidroxicloroquina, los de la APHP con el tocilizumab siguieron el estricto protocolo científico que exige ese tipo de experimentación. https://www.proceso.com.mx/623254/cloroquina-versus-covid Su investigación empezó el pasado 30 de marzo e involucró a 129 pacientes que padecían  graves infecciones pulmonarias. Fueron separados  en dos grupos. «Se seleccionó a los integrantes de cada grupo por sorteo y eso es capital -insiste el profesor Steg- porque garantizó que ambos grupos eran perfectamente comparables y  que su evolución iba a ser la misma. Seguir ese método muy riguroso permite sacar conclusiones  pertinentes aún si se trabaja con un pequeño número de individuos» Un grupo de 64 pacientes recibió el tratamiento habitual a base de antibióticos, oxígeno y anticoagulante y los otros 65 fueron tratados con el mismo tratamiento al que se agregó el tocilizumab. «Después de un poco menos de un mes se constató que el número de pacientes que tuvieron que ser admitidos  en reanimación  fue mucho menor en el grupo tratado con tocilizumab que en el otro. En otras palabras, gracias a ese antiinflamatorio estas personas  tuvieron una oportunidad de sobrevivencia  más alta que las demás», asegura Yazdan Yazdanpanah, infectólogo que participó en el estudio. Los investigadores galos se guardan sin embargo de todo triunfalismo. Insisten en que sus resultados deben ser confirmados de manera independiente por ensayos clínicos adicionales y aún no precisan el número exacto de pacientes que respondieron en forma positiva al tocilizumab. https://www.proceso.com.mx/626047/la-guerra-de-las-mascarillas
Dilema
Cuando se le pregunta por qué la APHP no comunicó los resultados precisos de su investigación, Gabriel Steg explica: «Tuvimos un dilema. Por un lado, no es ético conocer un tratamiento que puede ser eficiente y no compartir ese descubrimiento con otros investigadores en un momento  de pandemia tal como el que vivimos ahora. En el contexto de covid-19 todos los científicos nos comunicamos ampliamente nuestros resultados. «Por otro lado, en la práctica científica no se puede dar detalles sobre estos resultados si no han sido evaluados por revistas especializadas internacionalmente reconocidas. Sus expertos los examinan, los corrigen, eventualmente piden nuevos análisis, exigen más precisiones. Es la razón por la que no divulgarmos todavia públicamente cifras y estadísticas. Pero, eso sí, nos atrevemos a decir que son bastante alentadoras. » El profesor Gilles Pialoux, que dirige la unidad de enfermedades del hospital Tenon de París  en el que 49 de los 65 pacientes del ensayo clínico fueron tratados con tocilizumab, habla de «una verdadera esperanza» y  cuenta que ya varios pacientes dejaron el hospital y están en sus casas. «Hablé con mis colegas que siguieron día tras día a estos pacientes afectados por neumonías agudas. Constataron que el tocilizumab mejoraba de forma significativa su pronóstico apagando la ‘tormenta citoquinica’ y parando esa respuesta inmunitaria exagerada característica de covid-19. Faltan por supuesto más ensayos, pero vamos en buen camino.» Pialloux dista de hablar de milagro y alude a ensayos clínicos con otros  tratamientos inmunomoduladores realizados tanto en Francia como en el resto del mundo. En realidad, mientras no se tenga vacuna, los científicos  buscan acelerar sus investigaciones y se muestran cada  vez más convencidos de que se van a necesitar distintos tipos tratamientos para combatir covid-19. El tocilizumab es quizá uno de ellos. https://twitter.com/APHP/status/1254722336806354944?s=20

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