Tráfico de animales amenaza la salud humana: ONU

viernes, 10 de julio de 2020 · 12:46
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Sin interferencia humana a través de la captura, sacrificio, venta, tráfico, comercio y consumo de vida silvestre, la evolución y transmisión del coronavirus que causa el covid-19 habría sido altamente improbable, aseguró la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito en su último informe. De acuerdo con el informe, las interacciones de animales a humanos, cada vez más frecuentes y para las cuales el comercio legal e ilegal de vida silvestre es un vector importante, incrementan la probabilidad de transmisión de patógenos entre ambas especies, como la actual pandemia de covid-19. La base de datos, creada por la Oficina en colaboración con la secretaría de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) detalla que entre 1998 y 2018 se incautaron casi 6 mil especies diferentes destinadas al tráfico ilegal de vida silvestre, casi 200 mil de ellas se registraron hasta el 2017. Sin embargo, miles más no han podido ser detenidas, y los números no incluyen la caza ilegal y generalizada en varias partes del mundo.
Problema mundial
El informe resaltó que el tráfico de vida silvestre es un problema mundial, pues se han identificado sospechosos de más de 150 nacionalidades, y que actualmente es tan variado, que ninguna especie representa más del 5% de las incautaciones, ni hay un solo país que sea la fuente de más del 9% de los envíos capturados. La base de datos revela que en los últimos años el tráfico de pangolines y rinocerontes ha aumentado a un 13.9% y 11.8% respectivamente, mientras que el de elefantes ha bajado a un 30.6% y el de palo de rosa a 31.7%.  Otros animales, como tortugas marinas y de agua dulce, corales, felinos, loros y corales, se mantienen también dentro de los más incautados. La UNODC advirtió que la caza furtiva, la trata y el movimiento ilegal de grandes volúmenes de varias especies protegidas de animales y sus productos derivados a través de fronteras regionales, nacionales e internacionales continúan sin disminución, y que Nigeria y Vietnam están emergiendo como fuentes, envíos y países de tránsito clave. El informe explica que algunos flujos de tráfico de vida silvestre alimentan principalmente los mercados minoristas ilícitos, mientras que otros alimentan el comercio lícito. Asimismo, muchas especies alimentan múltiples mercados y los criminales pueden pasar de especies protegidas a otras alternativas si tienen un valor similar. “Basados en las ubicaciones de las más grandes incautaciones, los bazares en ciudades fronterizas y callejones no parecen ser el lugar donde toneladas de pescado, madera, y otros productos de vida silvestre intercambian manos. Estos volúmenes de productos son generalmente comercializados por especialistas”, explican los autores.
Inconsistencias legales
Se trata de un comercio particularmente difícil de abordar debido a su naturaleza oculta, los marcos regulatorios y limitados e inconsistentes y las pocas capacidades especializadas de aplicación de la ley. El informe explica que los delincuentes tienden a explotar brechas legislativas y desplazan la actividad criminal a los países que las tienen. Por ello, la oficina subrayó que los delitos contra la vida silvestre son graves y ningún país es inmune a estos crímenes que afectan la biodiversidad, la salud humana, la seguridad nacional, el desarrollo socioeconómico, y les llenan los bolsillos a los delincuentes. “Como cada país puede ser una fuente, tránsito o destino, cada uno tiene un papel que desempeñar en la actuación para prevenir y abordar estos crímenes mediante la interrupción y la disuasión. El crimen de vida silvestre, como otros crímenes organizados, debe ser abordado a través de un enfoque integral que apunte a los pilares complementarios de oferta y demanda y a los medios de vida”, aseguró.
Efectos aún no claros
La oficina recomendó que además de establecer el tráfico ilícito de especies protegidas de animales como un delito grave dentro de la legislación de cada país, el comercio ilegal podría ser más controlado si los Estados consideran prohibir la entrada, salida y posesión de productos conseguidos ilegalmente en cualquier otro lugar del mundo. Asimismo, aseguró que se necesita coherencia y armonización de la legislación dentro de los países y en todas las regiones para evitar los desplazamientos del delito a zonas con penas más bajas. Esto también podría mejorar con investigaciones fronterizas y una mayor cooperación judicial. Finalmente, detalló que los impactos de la pandemia en el tráfico de especies silvestres aún no son claros. Sin embargo, los cierres de parques y áreas protegidas, así como la disminución en patrullas de guardaparques ya han contribuido a aumentar las actividades de caza furtiva en algunos países.  Además, productos de vida silvestre como la bilis de oso y plantas utilizadas en la medicina china tradicional pueden promocionarse como "curas" para covid-19. (Melisa Carrillo) https://www.proceso.com.mx/618767/la-gastronomia-milenaria-victima-del-coronavirus

Comentarios