CIUDAD DE MÉXICO (apro). - El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró “de pena ajena” los mensajes clasistas y racistas que se han expresado en varias de las manifestaciones en su contra. En concreto, el mandatario se refirió a una cartulina con la leyenda “quiero vivir en un lugar donde no me gobierne mi sirvienta”, la cual pudo verse durante una nueva jornada de protestas en automóvil del autodenominado Frente Nacional Anti AMLO (Frenaa) de este fin de semana.

“En algunas protestas están saliendo cartulinas clasistas, racistas, de pena ajena. Es muy lamentable que exista tanto atraso, afortunadamente es una minoría, porque la mayoría de nuestro pueblo tiene una mentalidad distinta, respetuosa”, dijo este martes durante su conferencia matutina.

En este contexto, López Obrador aprovechó para opinar sobre los comentarios del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores en el sexenio de Vicente Fox, Jorge Castañeda Gutman, quien en días pasados dijo que la comunidad de Putla, en Oaxaca, era un “pueblo horroroso y arrabalero”. Al respecto, el morenista consideró que las declaraciones de Castañeda Gutman -junto al mensaje de la cartulina- ilustran “lo más clasista que puede haber”, y criticó que lo haya emitido “un académico, graduado en una universidad extranjera, (que) fue secretario de Relaciones Exteriores”.

“Porque no (es) en todo el pueblo de México, sino en una minoría, y esto no tiene nada que ver con la clase social a la que se pertenece, yo les diría que en los sectores populares hay más respeto, pero existe una franja de la población que son muy clasistas, muy racistas”, aseveró.

El presidente también mencionó que, aunque ahora es cuando están brotando esas expresiones, dicho pensamiento ya existía, pero no se manifestaba por la hipocresía.

“[…] ahora se está mostrando el cobre. Hasta cierto punto es bueno porque se hace a un lado la simulación, fuera máscaras”, finalizó.

No obstante, el presidente reiteró que su gobierno garantiza la libertad de manifestar ideas, pero hizo un llamado a no incitar a la violencia o al odio.