ONU propone reconstruir una economía más igualitaria para América Latina

jueves, 9 de julio de 2020 · 13:25
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En un mensaje en video para la presentación del Informe de Políticas sobre el Impacto del Coronavirus en América Latina y el Caribe, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, afirmó que las provisiones para sortear esta crisis deben diseñarse con la meta de transformar el modelo de desarrollo vigente y reconstruir una economía más igualitaria que impulse el crecimiento de la región y el bienestar de toda su población. El epicentro actual de la pandemia de covid-19, dijo, se ubica en América Latina y el Caribe, en donde varios países registran una de las tasas más altas de infección per cápita del mundo, así como algunas de las cifras más elevadas de casos en términos absolutos. También se prevé la mayor contracción económica de la región en un siglo. Guterres subrayó que en una región en la que los niveles de desigualdad se han vuelto ya insostenibles, se deben “desarrollar sistemas integrales de bienestar social accesibles para todas las personas”. De su lado, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, coincidió con el titular de la ONU en la urgencia de transformación del modelo económico de la región “más desigual del mundo” a la luz de la pandemia. “América Latina y el Caribe es una región que ya venía por siete años con un crecimiento muy bajo y con brechas estructurales de un modelo de desarrollo insostenible que se han exacerbado por una muy débil protección social, sistemas de salud fragmentados y profundas desigualdades. Entonces, la pandemia nos encuentra en un momento muy difícil”, explicó.
Decrecimiento
Según las proyecciones de la Cepal, el decrecimiento del Producto Interno Bruto latinoamericano alcanzará un 9.1% este año y el impacto social de esta caída será muy agudo. Se estima que de 2019 a 2020, el desempleo pasará de 8.1% a 13.5%, es decir, que habrá más de 44 millones de personas sin trabajo, mientras que la tasa de pobreza subiría un 7% para llegar a 37.2% de la población, es decir 230 millones de personas vivirán en situación de pobreza, mientras que 96 millones estarán en condiciones de pobreza extrema, tras un incremento de 4.5%. Estos datos provocarán un alza de 4.7% en el índice de Gini, el indicador para medir la desigualdad, en una región en la que apenas el 34.2% de las personas de más bajos ingresos cuenta con una cobertura de salud, subrayó Guterres. Por otra parte, el titular de la ONU llamó la atención sobre los grupos vulnerables que se han visto especialmente afectados por la pandemia, como las mujeres, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, los migrantes y refugiados. Guterres resaltó que las mujeres representan más del 60% de la mano de obra en los sectores de alojamiento y servicios de alimentación y el 72.8% de la fuerza laboral en el sector de atención a la salud; son más proclives a desempeñar ocupaciones informales y tienen más presión para cuidar de la familia y los enfermos durante el confinamiento, periodo en el que han aumentado los feminicidios y otras manifestaciones de violencia sexual y de género. Mientras que los pueblos indígenas y los afrodescendientes tienden a vivir en peores condiciones socioecónomicas; suelen tener mucho menos acceso a los sistemas de protección social, pese a constituir el 10% de los habitantes de la región y se enfrentan a altos niveles de discriminación en los mercados de trabajo. En cuanto a los migrantes y refugiados, Guterres instó a los países a respetar las leyes internacionales humanitarias, de derechos humanos y de refugiados.
Medidas
Para sortear la crisis en la región, Guterres listó algunas medidas que los países tendrían que considerar para reconstruir sus economías de mejor manera. En el corto plazo, recomendó suministrar bonos contra el hambre para la población en pobreza extrema, así como ingresos básicos de emergencia a la población que vive en la pobreza y a los trabajadores del sector informal que carecen de protección social. De acuerdo con la CEPAL, la línea de pobreza promedio de la región es de unos 140 dólares semanales, por lo que si el ingreso básico propuesto se otorgara durante seis meses, costaría un 1.9% del PIB regional. Asimismo, señaló que los países de renta media (clasificación en la que entran la mayor parte de los países de la región) deberían ser incluidos en respuesta multilateral de inmediato, ya que afrontan limitaciones estructurales pero han quedado fuera de la asistencia de liquidez de emergencia, las condiciones favorables de financiamiento, las exenciones comerciales, las prórrogas de pago de deuda y la asistencia humanitaria. De la misma forma, recomendó el canje de deuda por medidas de adaptación al cambio climático para los pequeños estados insulares en desarrollo del Caribe y mencionó que otros mecanismos innovadores de financiamiento tendrían que recibir apoyo multilateral, al igual que las iniciativas de alivio o postergación de pagos de deuda. Todo esto acompañado de un fortalecimiento del sistema tributario Al concluir su mensaje, Guterres enfatizó que reconstruir mejor significa reconstruir con igualdad y agregó que los planes de recuperación deberían orientarse hacia la transformación del modelo de desarrollo de la región apegándose a los principios de democracia, derechos humanos y paz marcados en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. “Juntos podemos superar esta crisis y construir sociedades inclusivas y sostenibles para todos”, concluyó. (Melisa Carrillo)

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