MADRID (EUROPA PRESS) - Venezuela inicia este lunes una nueva fase de siete días de "cuarentena radical" para tratar de contener la expansión del brote de nuevo coronavirus, del que ya se han detectado más de 33 mil 700 positivos y 281 fallecidos en el país sudamericano. El gobierno de Nicolás Maduro mantiene un calendario de restricciones conocido como “7+7”, en virtud del cual se van endureciendo y suavizando las medidas alternativamente. "Estamos terminando una flexibilización necesaria", ha argumentado Maduro en una declaración televisada. El presidente considera esta fórmula la "ideal" para esta "nueva normalidad" y ha llamado a la ciudadanía a acudir al médico a los primeros síntomas de COVID-19. "Por el amor de Dios, por el derecho a la vida de usted, si usted tiene una tos, si se siente raro, vaya al ambulatorio o al (Centro de Diagnóstico Integral) CDI más cercano", ha dicho.

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"Llámenos para irlo a buscar a tiempo, que se puede hacer mucho, pero tarde es complicado. Aquí están los tratamientos", ha enfatizado Maduro, según la cadena de televisión pública VTV. En este sentido, ha subrayado que "lo importante es la vida" y ha prometido que se brindará a los enfermos "la mejor atención". Maduro ha avisado de que las reuniones sociales se han convertido en focos de contagio de un virus que acumula 33 mil 755 contagiados, según el balance divulgado el domingo por el Gobierno y que da cuenta de mil 148 casos más en 24 horas. Más de mil (mil 97) son de transmisión comunitaria. Unas 22 mil 700 personas ya han superado la enfermedad en Venezuela, pero 281 han perdido la vida, cinco más que en la jornada previa. También te puede interesar: Maduro encara su peor crisis… y Washington lo cerca