Napoleón Gómez Urrutia gana juicio laboral por despido injustificado a Grupo Peñoles

martes, 25 de agosto de 2020 · 19:15
CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El senador y dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, calificó como un “fallo histórico para la justicia” el laudo que le ganó a Grupo Peñoles por despido injustificado, por lo cual la empresa deberá pagarle un millón de pesos de salarios caídos y prestaciones por 12 años y 8 meses que laboró para Minera Mexicana La Ciénaga. “Finalmente, después de un juicio de más de doce años, obtuvimos un laudo favorable en contra de la empresa Grupo Peñoles, de Alberto Bailleres. Una situación en la que, en el año 2008, a partir del 1 de enero, la empresa me despidió a mi como secretario general, yo trabajaba para la empresa y fue un despido injustificado”, indicó en conferencia de prensa. Las razones de la empresa de Bailleres para prescindir de sus servicios “fueron políticas, por capricho, por violencia, por venganza a nuestro movimiento por reivindicar los derechos de los trabajadores, por exigir mejores salarios y prestaciones, por buscar que las condiciones de trabajo fueran seguras y dignas para los trabajadores, particularmente después de la tragedia de la mina de carbón de Pasta de Conchos, de Grupo México, el 19 de febrero de 2006 donde fallecieron 65 mineros que, hasta la fecha, siguen abandonados y sepultados en el filón”, aseveró Napoleón Gómez Urrutia. “Entonces, la empresa Peñoles se asoció con Grupo México, son socios desde hace muchos años y tomaron esa decisión, despidiendo a muchos trabajadores, a dirigentes locales, por razones políticas, cosa que la ley lo prohíbe”, comentó el también presidente de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT). https://twitter.com/NapoleonGomezUr/status/1298346292624662539?s=20 Gómez Urrutia recordó que antes usaban la ley laboral para pisotear los derechos de los trabajadores y violar sus contratos colectivos de trabajo. “Finalmente, en el mes de marzo, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje número diez, emitió un laudo a mi favor, yo demandé a Grupo Peñoles, a Alberto Bailleres y a su Consejo de Administración por ese despido arbitrario injustificado y, finalmente, en marzo salió este laudo, pero nos notificaron apenas hace dos semanas o menos, alrededor de diez días”, explicó. Señaló que, por su parte, Grupo Peñoles utilizó muchos abogados, despachos “de los más caros de México”, para mantener y alargar este juicio para sostener que él no era trabajador minero y por eso le despedían. “Quiero también, entre paréntesis, decir que el argumento principal que utilizó el patán, el nefasto de Javier Lozano Alarcón como secretario de Trabajo y Previsión Social, el gato de Grupo México, como le llamaba Germán Larrea, el gato, al secretario de Trabajo, y utilizaron el argumento de que yo no era trabajador minero”, comentó Napoleón Gómez Urrutia. El 24 de enero de 1994, Gómez Urrutia quedó registrado como trabajador de Minera Mexicana La Ciénaga y parte de la sección 120 del Sindicato Minero, del que fue delegado desde julio de ese año, a partir de lo cual gozó de licencia sindical y el 16 de octubre de 2001 fue nombrado secretario general de los mineros. “Doce años después, con este laudo, la junta local número diez determina que yo fui trabajador minero con La Ciénega, en la sierra de Durango desde el 24 de enero de 1994 y de que la empresa no sólo me debe pagar los salarios caídos desde el 1 enero de 2008 que me suspendieron, sino también todas mis prestaciones, pagos y adeudos con el IMSS, Infonavit, Afores”, etcétera, indicó. En compañía de integrantes del Comité Ejecutivo del Sindicato Minero y de sus abogados, Gómez Urrutia consideró que este despido injustificado también fue parte de la campaña que el gobierno de Felipe Calderón montó en su contra. El 1 de octubre de 2001 fue electo secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos de la República Mexicana (SNTMMSTRM). Al respecto, su asesor jurídico, Carlos De Buen, comentó que un juicio de esta naturaleza habría tardado dos meses en resolverse, pero se prolongó más de una década porque Peñoles contaba con el apoyo de las autoridades laborales para aplicar cualquier tipo de “chicanadas”, como argumentar que la firma de Gómez Urrutia era falsa. Por su parte, sus otros dos abogados, Nahir Velasco y Óscar Alzaga, detallaron que debieron interponer cinco amparos e infinidad de recursos para defender este caso laboral en 12 años.
Homenaje
En otro asunto, Gómez Urrutia anunció dos días de homenaje para el secretario general de la sección 65 de Cananea, Sonora, Sergio Tolano, quien falleció la víspera. Se trató, dijo, del líder de la mina que, junto con las de Sombrerete, Zacatecas y Taxco, Guerrero, han estado en huelga desde hace 13 años. Las tres concesionadas a Grupo México. “Fue un compañero que fue un gran líder sindical, un activista social, un hombre que encabezó toda esta resistencia, y esta lucha en contra de las arbitrariedades, de los abusos, y las violaciones al Estado de Derecho de la empresa Grupo México y, desde luego, en contra de la impunidad que ha mantenido, a partir de la huelga del 30 de julio del año 2007, que estallaron las tres al mismo tiempo, las tres de Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco y bueno, fue una pérdida muy sentida para todos los mineros del país, y sobre todo para los mineros de Cananea, Sonora y para todos nosotros”, señaló. A manera de recuento de estos años en conflicto en estas minas, recordó que han tenido más de 30 compañeros fallecidos en estos años de lucha y de resistencia, con todo y las arbitrariedades de estos grupos empresariales que estaban acostumbrados a manejar la ley laboral a su antojo, presionar a autoridades laborales, de la junta federal, y juntas locales de conciliación y arbitraje y de otros niveles de los gobiernos de Vicente Fox, de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, para mantenerse en la impunidad en base a caprichos y a persecuciones políticas, estableció el dirigente. “A todos estos compañeros, de las tres secciones en huelga, Cananea, Sonora, Sombrerete, Zacatecas y Taxco, Guerrero, los puso la empresa en listas negras para que no pudieran obtener trabajo; no sólo han llegado a actitudes despóticas, sino indecentes e inmorales dignas de un esclavismo disfrazado”, destacó.

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