Improvisación y presiones de la IP para la reapertura de negocios en Nuevo León

sábado, 29 de agosto de 2020 · 21:34
MONTERREY (proceso.com.mx).– La pandemia de coronavirus ha sido manejada por el gobierno de Nuevo León con improvisaciones, desorden y una evidente presión de los empresarios para que se reactive la economía, porque el cierre los ha golpeado con severidad. El secretario de Salud en la entidad, Manuel de la O Cavazos, principal promotor de la sana distancia, ha enviado señales contradictorias que generan confusión. Por un lado, de manera insistente le pide a la ciudadanía que se mantenga en casa, pero, por otro, acepta que se reabran negocios y que se vuelva a juntar la gente en público, lo que ha provocado un repunte en los contagios. Diputados locales consultados señalan que el deficiente manejo del gobierno de Jaime Rodríguez de la crisis generada por el covid-19 va a traer un daño severo a la economía local, pues en Nuevo León innecesariamente fueron adelantadas las medidas de distanciamiento social, con el consecuente daño a los negocios. En el tema del regreso a clases también hay confusión. “El Bronco” y De la O se contradijeron, pues el primero dijo que habría clases presenciales y el segundo lo desmintió. Hasta el 19 de agosto, Nuevo León registra mil 848 muertes y 44 mil 110 contagios de coronavirus.

Improvisación y descontrol

En la conferencia vespertina diaria del 13 de agosto, el corresponsal presentó dos preguntas vía WhatsApp al secretario de Salud: “¿Por qué permite la reapertura de establecimientos los fines de semana, si usted es el principal promotor del distanciamiento social?, y ¿no cree que sus cambios de criterio generan confusión entre la ciudadanía? Aunque fueron las primeras en la lista de preguntas, el equipo de prensa estatal que las filtra decidió excluirlas. Su argumento fue que la conferencia se acortó y no entraron todas las preguntas. Pero, a manera de indemnización, ofrecieron concretar, esa misma tarde, una entrevista exclusiva con el secretario. Incumplieron. Días después, el 17 de agosto se le preguntó nuevamente a De la O por qué aceptaba criterios políticos y empresariales para la reapertura de establecimientos, si él era el principal promotor de la sana distancia. Severo, el vocero estatal en la pandemia sí respondió esta vez: “Yo no acepto nada, ningún criterio ni político, ni empresarial, ni económico. Voy a proteger la salud de los nuevoleoneses, al igual que todo mi equipo de salud. Damos prioridad a eso, cuidar la vida de ustedes, que estén bien y lo seguiré haciendo. Vale más la salud que todo”. Sin embargo, los hechos en Nuevo León indican lo contrario. Desde el mes de abril, cuando la pandemia se encontraba en ascenso y el gobierno del estado empezaba con su campaña de distanciamiento, los transportistas se negaron a aceptar pérdidas por falta de pasaje. Con la gente en casa por el confinamiento, argumentaron, no era necesario que circularan en la calle tantos camiones de ruta interurbana, por lo que decidieron retirar una cantidad importante de unidades y restringieron horarios. El director de Movilidad y Accesibilidad del Estado, Noé Chávez Montemayor, anunció la medida el 25 de abril, y para el lunes 27, con horarios restringidos y rutas disminuidas, se vieron masas de personas apretujadas y sin cubrebocas en los camiones de Monterrey y la zona metropolitana. Se estima que cada día un millón 200 mil personas toman transporte urbano en la capital de Nuevo león, y efectúan unos 2 millones 400 mil viajes en conjunto. Al día siguiente, las autoridades reconocieron su error y revirtieron la medida. Chávez aclaró que la decisión fue tomada por recomendación de De la O y éste afirmó que no lo hizo presionado por los empresarios transportistas. Sin embargo, siguió con su argumento permanente: “Lo que se conoce es que entre menos se muevan las personas, menos casos hay. Es directamente proporcional. Menos movilidad, menos infectados, menos muertes”. Hubo un repunte de contagios días después, pero el secretario de Salud se negó a reconocer las aglomeraciones como la causa.

Reactivación

El 16 de junio inició la reactivación económica, con la apertura de empresas de manufactura, producción, comercios y servicios. Roberto Russildi Montellano, secretario de Economía y Trabajo de Nuevo León, reconoció que luego del anuncio, la ciudadanía relajó las medidas de precaución y los contagios se incrementaron de inmediato. Entonces el rango era de 200 infectados diarios, pero después, cuando la gente pudo salir los fines de semana, se registraron rápidamente 800 casos diarios. Luego se determinó cerrar negocios sábados y domingos, aunque esa medida ya fue revertida, y ahora están en un rango de entre 500 y 700 infectados diarios. Actualmente en Nuevo León se permite que los espacios comerciales y restaurantes abran los fines de semana, pero con un tope del 30% de su capacidad, medida que, como se ha visto, no se cumple en su totalidad. Técnicamente, Salud no tiene capacidad para revisarlos todos. Hay 4 mil establecimientos para 100 verificadores, de acuerdo con cifras proporcionadas por el mismo De la O. Hasta ahora, dijo, han sido clausurados 51 establecimientos por violar las normas estatales durante la cuarentena. El semáforo de alerta de reactivación económica que hizo circular el Gobierno del Estado, señala en “consideraciones importantes” para evitar la propagación del virus que cada empresa de Nuevo León deberá contar con una persona o un comité de seguridad encargado de las medidas de la nueva normalidad. Sin embargo, De la O desconoce estos protocolos, pues cuando se le preguntó si sabía cuántas empresas contaban con estos comités, pidió plantearles esas preguntas a los empresarios: “Desconozco, es un número que no tengo a la mano es algo que hay que preguntar a cada empresa”. Russildi, por su parte, explicó que en enero y febrero, antes de que se ordenara la cuarentena, Nuevo León había generado 21 mil empleos, pero con la pandemia se cayó la ocupación con una pérdida en abril de 53 mil plazas laborales, más otras 27 mil que se perdieron en mayo, aunque luego se recuperó el estado con las reaperturas, lo que provocó la recuperación de 4 mil empleos. Hasta ahora, en total, hasta julio de este año, se han perdido 59 mil empleos. de los 925 mil perdidos en todo el país. En el peor escenario, la entidad podrá recuperar 50 mil empleos anuales hasta el último trimestre del 2022, si no se siguen las medidas de distanciamiento y crecen los contagios y las muertes. Pero si hay disciplina colectiva, la caída se puede revertir el año entrante, explicó el secretario de Economía y Trabajo.

El gobierno se precipitó

Pero las cifras van al alza y no tiene para cuando bajar. El 10 de agosto se registraron 20 muertes. Entre los días 14 y 19 la cifra rebasó los 40 diarios. El secretario de Salud dijo que probablemente la entidad ya alcanzó la meseta de contagios. El diputado Ramiro González, coordinador de la bancada de Morena en el Congreso local, considera que el error inicial del gobierno estatal durante la pandemia fue su falta de acuerdos con la Federación, pues Nuevo León fue el primer estado a nivel nacional que cerró establecimientos comerciales, aún antes de que lo pidiera el subsecretario Hugo López-Gatell. El primer caso en la entidad fue reportado el 10 de marzo. De igual manera, dice, se precipitó al lanzar el 1 de abril una tarjeta de despensa para las clases más necesitadas. Se les dieron despensas durante cuatro semanas, en una etapa inicial, pero después ya no se supo más de este apoyo popular impulsado por empresarios. “Creo que el gobierno pensó que esto iba a durar un mes y no midieron la magnitud del problema, que esto iba a pasar rápido. La prueba es la de las tarjetas de despensa de un mes. Pero es agosto y no se va. Se precipitó el gobierno del estado y ahora el problema es que hay soluciones emergentes y sobre la marcha”, dice. Informa que el estado dejó de recaudar, a causa de los cierres, el 45% de sus impuestos y trae un déficit de 3 mil millones de pesos, pues dejó de recibir 5 mil 600 millones de pesos, pero conseguirá recuperar unos 2 mil. Recuerda que, al inicio de la pandemia, el Congreso de Nuevo León reasignó, tomando recursos de diferentes partidas, mil millones de pesos a favor del gobierno estatal para que adquiriera insumos para combatir la crisis epidemiológica. “Ese dinero lo gastaron en un mes solo para covid-19, pero no hubo una estrategia. Se fue el dinero porque compraron pruebas. ¿Pero a quién se las aplicaron? A quien lo pidiera. ¡Pues muy mal! Debió ser estrategia de salud. Este empeño de no coordinarse con la Federación salió muy caro”, expone el morenista. Aunque existe una urgencia por la reactivación de la actividad empresarial, González dice que el tema de salud aconseja que sigan los cierres. Además, señala, no hay personal suficiente para inspeccionar que los establecimientos cumplan con las medidas que exigen los protocolos para que funcionen con seguridad. Pero abren por presión de los dueños de los negocios, que ya necesitan un ingreso, señala. “El restaurante abre al 30% de su capacidad y vas a uno y están llenos. No hay supervisores. El gobierno estatal no ha hecho una política para cuidar la salud y dice que van a clausurar al que no se ajuste. Eso está bien, pero no se revisa. Sí hay presión de la iniciativa privada, los empresarios están desesperados, pero no piensan en que si no se le da importancia a la salud ni este año ni el que viene podremos levantarnos”, dice. Es evidente, señala el legislador local, que Manuel de la O antepone el tema de la salud de la ciudadanía, pero se percibe que el gobernador lo presiona, para que su discurso no diga eso. “Si por él fuera ordenaría el cierre, pero ahora dice que la gente se cuide y está dando un discurso de a gotitas y eso es un problema por el que pasa Nuevo León”, señala. Al final, dice el legislador, el gobernador y hasta los alcaldes están dando un manejo político a la pandemia, pues no quieren tomar medidas impopulares que les afecten en las próximas elecciones. En los municipios, por ejemplo, se ve que los mercados rodantes abren sin restricciones, y se vuelven puntos de contagio. Igual en las plazas públicas hay gente que juega sin cubrebocas y no hay autoridad municipal que les ordene retirarse. La legisladora de Movimiento Ciudadano, Mariela Saldívar Villalobos, señala que el gobierno del estado ha fallado en la coordinación, pues sus diversas secretarías no fueron capaces de explicar a la ciudadanía, desde un principio, cuáles eran las empresas esenciales que había determinado la Federación. Considera errónea la decisión que tomó el gobernador Jaime Rodríguez en materia de transporte público, pues suspendió servicios y restringió horarios, lo que ocasionó mayor hacinamiento y que los camiones se convirtieran un foco de contagios. “Al menos en las partes de economía y movilidad se vio que el gobernador no siguió las recomendaciones de los expertos, que dictaban que se hicieran horarios escalonados, que hubiera más unidades para disminuir los contagios, pero el gobernador no tomó las decisiones pensando en la salud si no la de otra lógica económica, como tener menos unidades circulando del camión, para que los empresarios dejar de perder dinero”, dice. En materia educativa, dijo la emecista, “El Bronco” y de la O dieron bandazos y se contradijeron. El gobernador dijo el 12 de agosto que se contemplaban clases presenciales tres días de la semana. Al secretario de Salud, siempre en contra del regreso a las aulas sin la existencia de una vacuna, no le quedó más que respaldar al mandatario, aunque tratando de matizar los dichos. Dijo De la O Cavazos, para sorpresa de la ciudadanía: “Desde ahorita les quiero dar un adelanto: que las clases presenciales, abiertas como antes, no van a ser así. Si se llevaran a cabo las clases presenciales serían de manera diferente, con horarios escalonados, con grupos de menos alumnos y acudiendo menos días a recibir sus clases. Estamos trabajando en eso”. Hasta el día siguiente, cuando “El Bronco” se desdijo, De la O ya también dijo que los niños no regresarían a las escuelas en este inicio de ciclo escolar.

Cada municipio por su cuenta

La pandemia ha permitido que surjan liderazgos municipales que han rebasado al estado, señala Saldívar Villalobos. Por ahí se han visto muy activos, tomando decisiones independientes al gobierno estatal a los alcaldes de San Pedro, Guadalupe y Escobedo: Miguel Treviño, Cristina Díaz y Clara Luz Flores, respectivamente, que han tomado sus propias decisiones independientemente de lo que señala Salud estatal. Por Acción Nacional, la diputada Claudia Caballero Chávez menciona que, si bien Nuevo León se ha destacado como uno de los estados que mejor ha manejado la crisis en el país, espera que la solución al problema surja de medidas estudiadas y no de ocurrencias, como parecen algunas de las disposiciones que ha ejecutado el gobierno de Nuevo León. Hasta ahora, dice, lo que la práctica demuestra en esta cuarentena es una descoordinación en los tres niveles de gobierno. Es evidente que los municipios han tomado sus propias medidas, porque no se ha establecido una coordinación dinámica con el Estado. “Yo veo que el municipio de Monterrey sale con sus medidas y San Pedro con otras más. Son problemas de comunicación. Hay que ver que todos somos Nuevo León y estamos en el mismo barco. Sabemos que los negocios y las empresas están golpeados y hay que ser empáticos”. Espera que haya un estudio para que la reapertura de los negocios ocurra con decisiones de expertos, aunque hasta ahora, como diputada, no lo ha visto.

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