La mañanera convertida en Segundo Informe

martes, 1 de septiembre de 2020 · 13:24
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El mensaje con motivo de su Segundo Informe de Gobierno tiene una estructura circular: el presidente Andrés Manuel López Obrador inició hablando sobre cómo ya desterró la corrupción y terminó con una sentencia. “Estoy convencido de que la mejor manera de evitar retrocesos en el futuro depende mucho de continuar con la revolución de las conciencias, para lograr a plenitud un cambio de mentalidad, que cuando sea necesario se convierta en voluntad dispuesta a defender lo alcanzado en beneficio del interés público y de la nación”. Concentración de datos, cifras y frases en las que suele ser persistente, el discurso presidencial compendia exposiciones mañaneras e inclusive de sus “informes” trimestrales. Hay un contenido político, reiteración de reproche a quien le critica o se le opone, autoafirmación en el agravio por ataque que, dice, ningún presidente ha padecido. Hoy, el Patio Central de Palacio Nacional fue escenario de una pequeña concentración, donde gabinete, familia y algunos invitados especiales atestiguan el segundo informe de gobierno. O, mejor dicho, el mensaje con motivo del Segundo Informe, porque será hasta esta tarde cuando Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, acuda a la Cámara de Diputados a entregar el legajo correspondiente. https://www.proceso.com.mx/646076/amlo-y-militares-en-el-gobierno-seduccion-de-armas-y-poder En tanto la obligación constitucional se cumple, la agenda ha marcado el inicio de un mensaje a las 9:00 horas. No hay mañanera, en la fiesta, en el “Día del Presidente” que, giros de la historia, mantiene la atención pública de siempre pues ahí se dirá el estado de la nación, el quehacer de gobierno y se emitirán definiciones políticas o que parecen serlo. “Este gobierno no será recordado por corrupto. Nuestro principal legado será purificar la vida pública de México”, dice el presidente quien afirma que se acabó “la robadera de los de arriba” pero falta desterrar la estructura de bandidaje. El tema es central para él, para su proyecto, para su mensaje. Lo anunció desde ayer: iniciaría hablando de corrupción y lo hizo si, en la citada promesa pero también en el sentido burocrático: según el mandatario, por no permitir la corrupción el gobierno se ha ahorrado 560 mil millones de pesos.
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No hay novedad. El presidente Andrés Manuel López Obrador se siente bajo ataque. Lo ha dicho hasta en la publicidad oficial que, se supone, debe difundir las acciones de gobierno por estos días del informe y lo reitera esta mañana con dimensión histórica: “Desde Francisco I. Madero nunca un presidente había sido tan atacado como ahora. Los conservadores están enojados porque ya no hay corrupción y perdieron privilegios”. El genérico corrupción, el genérico conservadores… López Obrador plantea que está garantizado el derecho a la libre expresión, a la manifestación y a disentir. “Hay oposición al gobierno, como debe de existir en toda auténtica democracia, pero la mayoría de los habitantes de México aprueban nuestra gestión, gracias les doy a todas y todos por la confianza, no le fallaré al pueblo de México”, repite como desde siempre. https://www.proceso.com.mx/645979/el-de-amlo-un-gobierno-fifis Las alusiones son identificables, porque han sido expuestos en cada mañanera: son los diarios como Reforma que publican encuestas “cuchareadas” para no reflejar el respaldo popular que en realidad tiene, como acusó ayer; son sus “adversarios, los conservadores” que desde el “partido conservador” se oponen a sus reformas, y son algunos líderes empresariales a los que en abril, mayo y junio, acusó reiteradamente de querer presionarlo a volver al antiguo modelo económico que él, el presidente identifica como neoliberal. Y sin embargo, el mensaje de hoy, habla de otros empresarios: De los que aceptaron aumentar el 20% del salario mínimo y aportar voluntariamente más para la pensión de los trabajadores; de los que no despidieron trabajadores desde que la pandemia alcanzó a México; de los de hospitales privados que apoyaron al sistema de Salud Pública; de las televisoras  comerciales que transmiten los contenidos educativos. “Gracias a nombre del gobierno y de nuestro pueblo”. Ese frente está cerrado.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo hoy que, de los 100 compromisos que contrajo con el país, el 1 de diciembre de 2018, ya cumplió 95. Se trata, dijo, del proyecto de nación que propuso a la sociedad y que “obtuvo un respaldo abrumador en las urnas el 1 de julio de 2018”. Las circunstancias imprevistas e infortunadas, como la pandemia, obligan los ajustes, pero no se va a partir del compromiso adquirido. Y es que, como se sabe, su principal desencuentro con el sector empresarial fue por no aceptar conceder beneficios fiscales, por no contratar deuda como se le sugirió, por mantener diferentes definiciones de “austeridad” que han provocado parálisis en el gobierno. “Hoy, algunos críticos piden que se gobierne en sentido distinto: que prescindamos de nuestro ideario o proyecto; que apliquemos recetas económicas contra las que hemos luchado y que seamos tolerantes con la corrupción, que nos propusimos erradicar. “Piden en suma que traicione mi compromiso con la sociedad, que falte a mi palabra, que renuncie a mi congruencia y eso lógicamente no va a ocurrir. Ya está en marcha la nueva política económica sustentada en la moralidad, la austeridad y el desarrollo con justicia”. Así que en este mensaje, como en los seis anteriores, mantiene su posición, y reitera que “las bases” para la transformación, para el futuro, estarán listas el 1 de diciembre próximo. “A partir de entonces, una vez que se tengan construidos los cimientos, solo quedará la tarea de terminar la obra de transformación y seguir gobernando con rectitud y amor al pueblo para contar siempre con su respaldo”. Y entonces, con vivas a México, el mensaje concluye.

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