CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En su intervención ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó su afirmación de erradicar la corrupción, al extremo de presumir ahí lo que suele llamar “la rifa del avión presidencial”. Como jefe de Estado mexicano, López Obrador intervino de manera virtual --desde el despacho presidencial-- en el debate general del 75 período de sesiones de la Asamblea General, y ofreció un mensaje que en principio se centró en su propuesta sobre el acceso universal a la vacuna contra el covid-19, así como a tratamientos y medicinas. Sin embargo, no abordó el asunto sanitario. Muy en el estilo de sus mensajes domésticos, el mandatario abundó en el tema de la corrupción, la austeridad y la forma en que su administración ha hecho frente a las crisis sanitaria y económica, provocadas por la pandemia, y fue en ese contexto en que habló de la aeronave. El avión, “un palacio de los cielos”, dijo, es “algo insultante para nuestro pueblo”, entonces –expuso-- se rifó el monto equivalente a su costo comercial, aún en espera de venderlo. “Había un avión presidencial, existe todavía, pero está en venta. Ya lo rifamos y todavía vamos a venderlo. Este avión es como un palacio de los cielos, algo insultante para nuestro pueblo, avión de lujo para 240 pasajeros, adaptado para 80, con sala de juntas, recámara, algo ofensivo”. En su intervención, de aproximadamente 18 minutos y difundida a través de YouTube, inició destacando la historia del país, abordando las antiguas civilizaciones y justificando la expresión así: “Hablo de civilizaciones, y hablo de culturas, porque los que conquistan, los que dominan, los que colonizan, siempre tratan de justificar sus atrocidades, descalificando a los pueblos originarios llamándoles bárbaros o salvajes. No es el caso de México”. Nota relacionada: A otros países les ha ido peor con la pandemia, dice AMLO y descarta deuda en caso de rebrote López Obrador explicó en los primeros siete minutos lo que suele identificar como las “tres transformaciones” del país, para luego exponer que la tercera, si bien tuvo avances, no permitió el mejoramiento de las condiciones del país por la existencia de un partido único. Para el mandatario mexicano, la falta de democracia, entre otros factores, fue porque en el país imperó la corrupción, a la que atribuyó los males de la nación. Luego reivindicó su triunfo electoral. Con ese preámbulo, que superó los 10 minutos de exposición, inició sus consideraciones sobre la transformación que, recalcó, está llevándose a cabo a pesar de las dos crisis existentes, es decir, la de salud por el covid-19 y la económica. El efecto nocivo de la pandemia, remarcó, está bajando, y en lo económico lanzó sus diferentes frases sobre no apoyar a los de arriba sino a los de abajo, es decir, entregando recursos como parte del ahorro, para no permitir la corrupción y sí la austeridad republicana. Fue entonces cuando presumió el avión presidencial: “Ya lo rifamos y todavía vamos a venderlo”. Su intervención, marcada por la lentitud que caracteriza sus mensajes cuando improvisa, hizo referencia a los programas sociales y el incremento de las remesas como fuente del consumo, por lo que, a pesar de la pandemia y la crisis, aseguró, no hay hambre. Adicionalmente presumió la firma del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, para finalizar: “Yo tengo mucha fe en el futuro de México y en el futuro del mundo. Soy un creyente y mi credo es el de la fraternidad universal”. Cerró su mensaje enviando un abrazo a la asamblea.