CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Secretaría de Energía (Sener) comienza a dar forma a la idea del presidente Andrés Manuel López Obrador de regular los precios del gas al publicar en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la directriz de emergencia nacional para el bienestar del consumidor de gas licuado de petróleo.

En dicha directriz, la dependencia dirigida por Rocío Nahle le pide a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) establecer una metodología que fije precios máximos al gas LP y garantice el bienestar de las familias mexicanas.

Como ente coordinador del sector energético, advierte la necesidad de generar un marco de protección a los consumidores de gas LP para atender de emergencia una dificultad en la industria, la cual, dice, ha provocado un problema social y de seguridad nacional que requiere de una respuesta urgente.

Además, indica que la CRE debe emitir la normatividad en un plazo no mayor a tres días.

Según la Sener, en 2017, derivado de la reforma energética, los precios de ese hidrocarburo se liberaron, respondiendo a un mercado de demanda-oferta, pero el costo ha incrementado de manera importante y sin justificación, a la par que se ha detectado colusión de grupos distribuidores que controlan el precio.

Asimismo, subraya que “previo a la liberalización del precio de gas LP existían factores de desorden en la industria cuyo impacto se fue aminorando con la regulación de precios máximos; no obstante, al ocurrir en 2017 la liberación de precios del combustible, lejos de avanzar en la solución de la problemática, se incrementó, provocando serios problemas para la población mexicana, con efectos dañinos en el consumidor final”.

El consumidor, dice, comenzó a observar incrementos exorbitantes en el precio, pues en 2015 pagaba 290 pesos por un cilindro de 20 kilos, mientras que en febrero de 2017 desembolsaba 324 pesos por el mismo cilindro, y en junio de 2021 pagó 506 pesos.

“Ese incremento en el precio al consumidor no se originó por aumentos en el precio del combustible a nivel internacional o del ofertado por Pemex, sino por el injustificado margen comercial de quienes distribuyen el gas LP; lo que implica que un sector de la cadena se hace rico desproporcionadamente, a costa del consumidor”, dice la Sener.

Entre febrero de 2017 y mayo de 2021 los precios de referencia internacional disminuyeron mes a mes en 25 ocasiones, los de Pemex incluso bajaron en 26 veces, mientras que los que pagó el consumidor sólo disminuyeron en 19 ocasiones.

La Sener considera que los altos precios de gas LP son un problema de seguridad nacional, destaca que el salario mínimo en México es de 142 pesos diarios, lo que equivale a 4,251 pesos mensuales. Entonces, si se toma en cuenta, de manera conservadora, que una familia con ese ingreso consume al mes un tanque de gas de 20 kilogramos a 485 pesos, significa que más del 10% de su ingreso se destina a ese producto.

“El gas LP es uno de los insumos que más impacto tienen en el gasto de los hogares y con mayores efectos en los niveles de pobreza ante aumentos generalizados en sus precios, por lo tanto, el asegurar los niveles adecuados de precios en este energético propiciará bienestar social, que mínimamente permita a las familias mexicanas cubrir una de las condiciones para sus necesidades básicas”.

Además, se ha hecho una práctica común los ilícitos por parte de permisionarios, repartidores y comisionistas de gas LP derivado el esquema organizacional que las empresas coludidas han desarrollado, entre ellas, el “repartirse” las zonas de venta.

Esto se suma al proyecto de la creación de la empresa “Gas Bienestar” que anunció el presidente, Andrés Manuel López Obrador, con el mismo objetivo de vender gas LP a precios justos. (Con información de Forbes México)