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Investigadores de la UNAM logran descontaminar agua y recuperar petróleo con nanotecnología

Esto se logró a partir del desarrollo de nanotubos de un mineral de arcilla, llamado haloisita y de un mineral que genera magnetismo, de nombre magnetita. Inicialmente se proyecto surgió con la idea de aplicarse en la industria textil, y luego se orientó en recuperar el petróleo del mar.
viernes, 6 de mayo de 2022 · 10:23

CIUDAD DE MÉXICO. – Con nanotecnología, investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, encabezados por Yolanda Marina Vargas Rodríguez, lograron descontaminar el agua y recuperar el petróleo de derrames en plataformas y barcos. En 2021 se logró una patente por esta tecnología, publicó la Gaceta UNAM.

Esto se logró a partir del desarrollo de nanotubos de un mineral de arcilla, llamado haloisita y de un mineral que genera magnetismo, de nombre magnetita que absorben los contaminantes del agua como bacterias, sustancias radiactivas, virus, parásitos, fertilizantes, pesticidas, fármacos, nitratos, fosfatos plásticos y deshechos fecales que en ocasiones es difícil detectarlos porque no siempre tiñen el líquido.

Vargas Rodríguez, responsable del Laboratorio 11 de Nanomateriales y Catálisis de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) de la FES Cuautitlán, está comprometida, desde hace ocho años, con contribuir a reducir la polución en los cuerpos de agua, empleando nanotubos de haloisita.

“Este proyecto surgió con la idea de aplicarse en la industria textil, como un filtro para limpiar las grandes cantidades de líquido. Se coloca directamente en la cisterna y luego se recupera debajo de ella”, explicó.

Esta tecnología puede beneficiar a las industrias farmacoquímicas y a los hospitales, pues ya se encuentra lista para su uso inmediato.

Ahora, para explotar las bondades de este mineral, la investigadora universitaria orientó esta tecnología en recuperar el petróleo del mar, de derrames de plataformas, barcos o algún accidente y después de una exhaustiva investigación descubrió que lo más adecuado es emplear la magnetita que no contamina.

“De ese modo, decidió agregarla a los nanotubos de haloisita, porque se adiciona a la mancha de petróleo y lo recupera”, explicó.

Esta línea de investigación fue desarrollada para beneficiar al medio ambiente y dar solución a algunos de los problemas que se presentan con los derrames marítimos del carburante.

La investigadora comentó que existen tres opciones para rescatar los hidrocarburos: usar tensoactivos (un detergente que se disuelve aun cuando quedan burbujas en el mar), quemarlo (lo que provocaría mayor contaminación ambiental por las partículas de CO2, azufre, entre otras) y, la más viable, a través de la recuperación magnética.

“Actualmente, lo común es agregar tensoactivos que permanecen y repercuten en la cadena alimentaria, pues los peces lo ingieren y después llega al consumo humano. También perjudica o acaba con la vida de los animales que se zambullen o salen a la superficie porque se les adhiere y obstruye sus vías respiratorias. Además, también puede causar daños irreversibles en la flora y fauna”, apuntó.

De acuerdo con los importantes alcances de este proyecto, la académica trabajó por cuatro años para obtener la patente, lo cual logró en 2021 y quedó registrada como “nanocomposito magnético, su proceso de síntesis y proceso de recuperación de petróleo o aceites de cuerpo de agua usando dicho nanocomposito”.

La magnetita es un material superparamagnético, es decir que una vez que se le quita el imán deja de ser magnético y, gracias a ello, el petróleo recuperado se puede procesar o destilar. Este proceso funciona mejor cuando se captan los hidrocarburos más viscosos, que son los más difíciles de recuperar y permiten recoger el petróleo y desplazarlo al sitio donde se va a recuperar.

 

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