CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) lanzó una Guía de Publicidad para Influencers, basada en que la información que las personas influyentes publican en plataformas y redes sociales debe cumplir, entre otras normas, con las de la Ley Federal de Protección al Consumidor, como ocurre en Estados Unidos con las normas de la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés).

Con base en el documento de la FTC Divulgaciones 101 para influenciadores, la Profeco elaboró consejos puntuales sobre cómo divulgar correctamente las relaciones comerciales entre las personas influyentes y las marcas, cuando las hay, consejos que se encuentran en la liga www.ftc.gov/system/files/documents/plain-language/influencer-guide-es-508.pdf

El organismo indica que cuando alguien brinda información o publica una recomendación de un bien, producto o servicio mediante sus plataformas digitales o redes sociales, está generando publicidad, lo que considera importante porque esa acción “trasciende en la decisión de los consumidores para adquirir ciertos bienes, productos o servicios mostrados”, es decir, “influye en su decisión de consumo”.

La publicidad debe ser veraz

La Ley Federal de Protección al Consumidor considera publicidad toda la información de bienes, productos o servicios difundida por cualquier medio, lo que incluye las plataformas digitales y las redes sociales.

El artículo 32 de esa normativa regula la publicidad, y define que ésta debe ser clara, veraz, comprobable y exenta de otras formas que puedan inducir al error o a la confusión.

Entre las recomendaciones de su guía, Profeco plantea incluir siempre las etiquetas #Publicidad, #PublicidadPagada, #OpinionesPersonales y #PatrocinadoPor, para que en cada recomendación publicada a favor de determinados bienes, productos o servicios sea claro si guarda o no relación comercial con la marca que se está recomendando.

La información compartida debe ser cierta, verificable, clara e indudable. Además, no debe tener descripciones engañosas o abusivas, pero sí debe incluir advertencias para el uso seguro del bien, producto o servicio, así como, las restricciones o prohibiciones que por motivos de seguridad o de salud deban tener en cuenta los consumidores.

También se trata de publicidad, indica la guía, cuando el influencer es invitado a un evento o viaje, o bien recibe productos o algún beneficio, aunque no sea económico, y comparte ese tipo de experiencias en sus plataformas o redes sociales. Asimismo, debe tomarse en cuenta si la imagen es una foto, un video o una transmisión en vivo.

Los informes deben ser claros

Entre otras recomendaciones, la guía pide colocar la información en un lugar visible y disponible en todo momento. Pero esa información no se debe acompañar con hashgtags o enlaces que dificulten o confundan a la hora de saber si se trata de publicidad.

Las imágenes y videos también deben incluir la referencia a la publicidad, de tal manera que eso no impida su lectura y apreciación.

Además, dice la guía, deben usarse referencias fáciles de entender. Y si el contenido es un podcast, debe mencionarse expresamente que se trata de publicidad.

La guía de la Profeco propone a los influencers revisar previamente los sitios electrónicos de la marca, producto o servicio que van a ofrecerse para comprobar que sean seguros y que cumplen con las normas.

Y, si es posible, agrega la guía, deben compartirse las fuentes en donde la información pueda verificarse.

Hay reglas específicas que deben cumplirse

Asimismo, el influencer debe procurar que su opinión no limite su experiencia con el bien, producto o servicio. Es válido que también se opine lo contrario.

Debe considerarse que hay reglas de publicidad específicas para alimentos y bebidas, cosméticos, productos de aseo, servicios e insumos de salud, suplementos alimenticios, productos de belleza y perfumería, entre otros.

La guía de la Profeco advierte que es muy importante recordar siempre que hay productos que pueden representar riesgos o daños para la salud y que por eso cuentan con una regulación especial, la cual debe observarse.