MEXICO, D. F.- (apro).- El 30% de incremento en los asaltos bancarios en esta ciudad preocupa a las autoridades capitalinas al punto que promueve ya una reunión urgente entre la Policía de Investigación, los representantes de seguridad de todos los bancos y autoridades de Seguridad y Protección Bancarias (Seproban), con el propósito de tomar medidas al respecto. Datos de la procuraduría general de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) indican que en lo que va del año se han perpetrado 23 asaltos a sucursales bancarias en el DF, lo que representa un aumento de casi el 30% en este delito, en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando se registraron 16 robos. La mayoría de estos casos se cometen en sucursales de la zona centro y norte de la ciudad, alejadas de los corredores bancarios, donde, al no haber patrullajes constantes de la policía preventiva, les resulta a los delincuentes más sencillo darse a la fuga. De los 23 robos cometidos este año, 17 han sido sin violencia; es decir, sin el empleo de armas de fuego, y en 15 de esos casos la mecánica ha sido la utilización de una nota intimidatoria que se entrega al cajero. Las sucursales de Banamex acumulan poco más del 50% de estos robos no violentos, también llamados “psicológicos”, pues la forma en que operan las unifilas le permite a los hampones mezclarse entre los usuarios. Banorte es la segunda institución preferida por los hampones. En los seis casos donde los asaltantes han recurrido a la violencia, las sucursales afectadas han sido de diversas instituciones, sin que en ningún caso hayan resultado personas lesionadas. En los hechos, la escasa o incluso nula vigilancia en muchas sucursales bancarias en la ciudad, las convierten en “blancos atractivos” para la operación de delincuentes, quienes aun actuando en solitario y con intimidaciones, logran concretar un asalto y darse a la fuga. En entrevista con la agencia Notimex, el comandante en jefe de la Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Raúl Peralta Alvarado, atribuyó el alza en la comisión de ese delito a las instituciones bancarias. “Los bancos no están custodiados permanentemente por ninguna autoridad y a quien le corresponde dicha vigilancia es al mismo personal de seguridad que contrate y determine cada una de las instituciones bancarias”, puntualizó. Recordó que la tarea de la policía preventiva y las auxiliares se limita al patrullaje y supervisión en la vía pública con énfasis en algunas zonas bancarias, pero no a la seguridad en el interior de cada una de las sucursales. “Regularmente estos robos se están dando en bancos que están aislados de las zonas bancarias, no están dentro de los corredores habituales donde hay seguridad del gobierno por la naturaleza del área; ocurren sobre todo en áreas aisladas e industriales”, insistió. “Hay que señalar, además, que en estos atracos, los promedios de los botines se ubican de los tres mil a los 15 mil pesos; ya se terminó la época en que se cometían esos grandes robos y se llevaban cantidades millonarias”, subrayó. Peralta destacó que “todavía el año pasado y el antepasado se tuvieron detenciones de grupos que se dedicaban a asaltar bancos en serio, ahora tenemos casos aislados, de personas que operan sobre todo en solitario y con intimidación, es lo que se ha incrementado”, añadió. Respecto a la investigación, comentó en todos los robos, las cámaras de circuito cerrado han logrado capturar las imágenes de los probables responsables, aunque en algunos casos se carece de la nitidez en el video que se desearía. No obstante, se ha logrado establecer que por lo menos siete u ocho casos de los robos con nota intimidatoria, han sido cometidos por la misma persona: un hombre de entre 25 y 30 años, 1.70 de estatura, tez morena, cabello negro y complexión mediana. “Estamos tras esta persona, tratando de ponerle nombre y apellido, es un sujeto que usa lentes pero normales, no ingresa con gafas de sol, ni gorras, ni nada que pueda levantar sospechas en la sucursal, así ha venido operando”, puntualizó.