MÉXICO, D.F. (apro).- La lideresa de ambulantes en el barrio de Tepito, María Rosete, alertó al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, sobre el recrudecimiento en la guerra por las banquetas en la Ciudad de México. En conferencia de prensa, acusó directamente a Alejandra Barrios --diputada local del PRI, dirigente de la Asociación Cívica, Legítima Comercial AC y protegida del secretario de Gobierno, Héctor Serrano— de enviar a sus aliados para provocar enfrentamientos violentos entre los comerciantes del centro de la ciudad. La advertencia fue a unos días de iniciado el proceso electoral en el DF, en el que Diana Sánchez Barrios, hija de Barrios Richard, se registró como la primera mujer transgénero precandidata del PRD a la jefatura delegacional de dicha demarcación. Este miércoles, la también presidenta del Frente Metropolitano de Organizaciones Populares (Fremop) –con más de 30 organizaciones de ambulantes en el DF--, recordó los incidentes violentos ocurridos durante la pasada romería navideña. Apenas el 4 de enero pasado, su sobrina de siete años fue herida de bala tras una riña entre ambulantes por espacios entre las calles Comonfort y Allende, colonia Morelos. La policía detuvo a Antonio Borja Cruz Borja, de 32 años, quien portaba una pistola tipo escuadra calibre .45 milímetros con tres cartuchos útiles y un cargador. El hombre resultó vinculado con la familia Barrios. Dos días después, la madrugada del 6 de enero, se desató otra balacera en la romería de juguetes en las calles Joaquín Herrera y Manuel Doblado, colonia Centro. El saldo: un muerto, tres lesionados e igual número de detenidos. Delegado, omiso María Rosete comentó que desde el año pasado informó varias veces al jefe delegacional, Alejandro Fernández, sobre las provocaciones de Barrios. En ningún caso, dijo, obtuvo respuesta del funcionario. “A pesar de las múltiples acusaciones contra Diana Barrios, la Diana, que ha encabezado grupos de choque, que ha invadido espacios que no le corresponden, que ha intimidado a adultos mayores para que le entreguen espacios y que ha enfrentado a organizaciones de Tepito, hoy no existe una investigación formal en progreso”, acusó. Y es que, desde hace años Rosete y Barrios son rivales por el control del ambulantaje en el centro del DF. En 2003, una pelea entre vendedores de ambos bandos terminó en una balacera donde murió el esposo de Rosete. Acusada de ese homicidio, la actual legisladora priista estuvo presa dos años, pero salió libre. A partir de entonces, acusó Rosete, el Frente “decidió apartarse y no interferir con esa dinámica” por la seguridad sus afiliados y su fuente de trabajo. No obstante, denunció que durante la pasada romería navideña, la gente de Barrios intimidó y despojó de sus espacios asignados por la delegación a adultos mayores y mujeres. Reprochó que Alejandro Fernández no hizo nada para revertir el abuso y la invasión. Por el contrario, acusó que la familia Barrios “se ha beneficiado con la impunidad que le permite la omisión de la autoridad delegacional”. Y fue directo: “En esta ciudad, algunas autoridades del PRD se han alejado de los principios de izquierda y han permitido que la pandilla de Alejandra Barrios crezca. Para algunos políticos del PRD, los comerciantes en vía pública no son interlocutores legítimos para alcanzar mejoras en la ciudad. Sólo son un número, un voto cada tres años en las boletas electorales”. María Rosete responsabilizó al jefe delegacional --quien se prevé pedirá licencia del cargo el próximo domingo para buscar una curul en la Asamblea Legislativa del DF--, de ser omiso en sus obligaciones. “Existe un acto delincuencial de esos líderes de los comerciantes ligados a los Barrios que ocurren a la vista del jefe delegacional de Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, quien actúa cínicamente ante los medios y luego se contradice terminando con dejar sin culpa a los actores que intervienen en favor de la Pandilla de Alejandra Barrios”. Al final, llamó a Fernández y al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, a instalar un diálogo público con la organización de Barrios Richards para de evitar enfrentamientos fatales.