UNAM contradice a CAMe: cambios en plan de contingencia son 'medidas de emergencia”

jueves, 31 de marzo de 2016 · 22:38
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Investigaciones del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM desbaratan los argumentos del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera y la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) para justificar el cambio en el Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas que, dijeron, son sólo “una medida provisional de emergencia” que no resuelve el problema de fondo. En un comunicado, los especialistas del centro de investigación aseguraron que “reducir la actividad vehicular en 20% puede incrementar el máximo de ozono en 5%”. Tal afirmación contradice a los integrantes de la CAMe, quienes ayer dijeron que sacar de circulación a un millón de autos diario –con la aplicación del Hoy No Circula sin importar el tipo de holograma-- ayudará a disminuir los índices de ozono en la ciudad. Los estudios del centro universitario realizados en la Zona Metropolitana del Valle de México demuestran que “la disminución homogénea de emisiones provocada al retirar indiscriminadamente vehículos en circulación puede incrementar la formación de ozono”. Y detallan: “Si bien la disminución en la flota vehicular en circulación va a tener un efecto positivo en reducir niveles de contaminantes primarios, estos estudios indican que para la Ciudad de México se debe tener un control selectivo de aquellas fuentes de emisión de compuestos orgánicos volátiles que favorecen la química de formación y acumulación de ozono”. Los especialistas aseguran que el ozono es un contaminante “secundario” que no es emitido por fuente alguna –aunque las autoridades aseguran que los autos son los principales generadores --, sino que es generado en la atmósfera por “numerosas reacciones químicas que ocurren a partir de otros compuestos conocidos como precursores y que involucran a la radiación solar”. Punto por punto, el comunicado del Centro de Estudios de la Atmósfera de la UNAM cuestiona las medidas anunciadas ayer por la CAMe y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). En el inciso 2, afirma que el programa de emergencia “no menciona industrias o servicios que usan intensamente solventes orgánicos como son: industrias o talleres de muebles, talleres de hojalatería y pintura, a pesar de que estos compuestos intervienen en la formación de ozono”. De la misma forma cuestiona que sólo se aplique en las 16 delegaciones de la capital y 18 municipios mexiquenses, cuando los otros 42 municipios del Estado de México excluidos “sufren una expansión urbana y periurbana desordenada que los ha despojado de un carácter netamente rural, como también ocurre en todo el centro del país”. La crítica es clara: “Restringir la aplicación de estos programas a los habitantes de 16 delegaciones y 18 municipios incrementa “desproporcionadamente” el peso de la mitigación sobre los habitantes de esas regiones”, aun cuando esos municipios forman parte de la misma cuenca atmosférica. Además, las estaciones de servicio de gasolina en los municipios no incluidos no están obligadas a implementar sistemas de recuperación de vapores.   Transporte público, la opción Y aunque ayer las autoridades “invitaron” a los automovilistas a no comprar otro auto para usarlo cuando no circula el que ya tienen, los investigadores del Centro aseguraron que la aplicación del programa a partir del 5 de abril “favorece la adquisición de vehículos adicionales y no promueve la renovación de la flota vehicular (como ocurrió en los 90)”. Por esta razón, insistieron en lo que se ha expresado reiteradamente en las redes sociales: “es imperativo diseñar un programa integral que promueva la reducción de emisiones y el ahorro de energía en el transporte, fortaleciendo el transporte púbico de calidad y seguro, la renovación de la flota vehicular y reconozca al ciudadano responsable que mantiene en óptimas condiciones su vehículo”. Los especialistas de la UNAM señalaron a las autoridades federales en el sentido de la falta de presión a las empresas automotrices para que cumplan con las normas ambientales. “Al adquirir un nuevo vehículo, un ciudadano o empresa sólo tiene a su alcance las opciones tecnológicas que el mercado nacional ofrece. Las empresas armadoras o importadoras en México deben comercializar autos que cumplan con los estándares de emisiones más altos que permite la tecnología. También el gobierno federal debe garantizar una mejor calidad de los combustibles y hacer que la normatividad se aplique”, afirmaron. A las dependencias encargadas de hacer mediciones de la calidad del aire les recomendaron implementar un programa de pronóstico de las condiciones meteorológicas y calidad del aire a partir de fortalecer las redes de monitoreo y de modelación numérica, que permita anticipar las condiciones de precontingencia y contingencia. Afirmaron: “Esto puede servir para informar y preparar al gobierno, la industria, los prestadores de servicios y la población ante la cercanía de una contingencia”. Respecto a los ProAire, enfatizaron en que “deben estar apoyados en un sólido conocimiento científico, monitoreo de calidad el aire a largo plazo, e inventarios de emisiones completos y transparentes en toda la región centro del país. Es imperativo fortalecer y conservar las redes de monitoreo y fortalecer el servicio civil de carrera en temas ambientales en todas las entidades de la CAMe”. Corrupción y desorden, las causas Según los especialistas, la disposición de los ciudadanos para asumir el nuevo Hoy No Circula “está determinada por su precepción sobre la honestidad y austeridad de los servidores públicos. Por ello es imperativo el combate a la corrupción y no sólo a nivel de los centros de verificación”. Desde el primer día en que se decretó la fase 1 de Contingencia por ozono, los especialistas de la UNAM aseguraron que el fondo real del problema de la contaminación en la zona metropolitana es “la expansión urbana desordenada” que afecta la calidad del aire, las áreas naturales protegidas, cultivos y recursos hídricos; es decir, la sustentabilidad y viabilidad de la Megalópolis de México. Por ello, pusieron énfasis en que se debe “revisar, homologar y reforzar el ordenamiento territorial en todas las entidades de la CAMe, así como generar un programa de movilidad  mega-metropolitano, privilegiando el transporte público seguro y de calidad”. Ya de plano, los integrantes del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM dijeron que siguen en espera de “la invitación de las autoridades correspondientes a participar en los grupos de especialistas para revisar y proponer medidas de mediano y largo plazos que permitan reducir emisiones de partículas suspendidas y precursores de ozono”. La complejidad del problema necesita un enfoque multidisciplinario y multisectorial; por ello, los grupos de trabajo deben integrar a los sectores académico, medio ambiente, salud, transporte, desarrollo urbano y economía de las entidades de la CAMe, concluyeron.  

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