PGJDF debe ofrecer disculpa pública por casos Yakiri Rubio y Clara Tapia

viernes, 8 de julio de 2016 · 19:14
CIUDAD DE MÉXICO (apro-cimac).- La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emitió la recomendación 6/2016 a la Procuraduría capitalina por los casos Yakiri Rubio Aupart y Clara Tapia Herrera, ambas víctimas de violencia de género. La CDHDF confirmó que a las dos no se le respetó su derecho a una vida libre de violencia, al debido proceso, al acceso a la justicia y a la integridad personal por la Procuraduría capitalina, por lo que ésta deberá ofrecer una disculpa pública. A tres y cinco años, respectivamente, de haber ocurrido los hechos, la CDHDF determinó que las autoridades de justicia capitalinas fueron omisas para investigar de manera oportuna, diligente, integral y con perspectiva de género la violencia contra ambas mujeres. El ombudsman local recomendó a la PGJDF elaborar un diagnóstico para identificar lo que necesita modificarse respecto de las herramientas con que cuenta para atender la investigación ministerial, policial y pericial e integre la perspectiva de género. Asimismo, pidió la indemnización integral para ambas víctimas, proporcionarles tratamiento y acompañamiento psicológico y gestionar el acceso a programas sociales como vivienda y trabajo. La recomendación abarca también al Tribunal Superior de Justicia (que revisó el caso de Clara y le negó su libertad) y al Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México en su calidad de autoridad colaboradora, a quienes se les requirió garantizar que los procesos y procedimientos en materia penal sean juzgados con perspectiva de género. Y es que Clara y Yakiri pasaron de víctimas a victimarias, luego de que la Procuraduría capitalina desestimara sus denuncias, por violencia familiar y por violación, respectivamente. Yakiri Rubio denunció ante las autoridades capitalinas que fue violada sexualmente, pero terminó acusada de homicidio en “exceso de legítima defensa”, mientras que Clara denunció el secuestro y la violación de sus dos hijas y las agresiones a su hijo, pero terminó criminalizada por no haberlos protegido y ser una “mala madre”. El caso Yakiri El 9 de diciembre de 2013, Miguel Ángel y Luis Omar interceptaron a Yakiri en la colonia Doctores en el centro de esta capital, y con navaja en mano la obligaron a subir a una moto, la llevaron a un hotel y allí Luis Omar se fue y Miguel Ángel la violó sexualmente e intentó asesinarla. Cuando Yakiri se defendió, logró herir a su agresor y salió semidesnuda en busca de ayuda, pero cuando llegó a la PGJDF, a unas calles del hotel, la policía la detuvo y la acusó de asesinato, por lo que fue recluida en el penal de Santa Martha Acatitla, en esta capital, y después en Tepepan, al sur de la Ciudad de México. En marzo de 2014 la joven logró salir de prisión luego de que la Quinta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) consideró que Yakiri hizo “uso excesivo de la legítima defensa”, y tenía derecho a salir bajo fianza. El 21 de mayo de ese año, el juez 13 Penal de Delitos No Graves, del TSJDF, Fausto Agustín Favela Ayala, absolvió a Yakiri. Pero la PGJDF apeló la sentencia en junio de 2014 y el caso permaneció en la Quinta Sala Penal, misma que reclasificó el delito. El caso de Clara El 1 de julio de 2011 Clara Tapia acudió a la Coordinación Territorial IZP-6 de la PGJDF en Iztapalapa, para levantar una denuncia de la que resultaron los delitos de corrupción de menores, explotación laboral infantil, violación equiparada, retención y sustracción de menores, amenazas, extorsión, robo y abuso de confianza. Los hechos quedaron asentados en las causas penales 245/2011 y 256/2011. Dos meses después, en septiembre de 2011, recibió una llamada telefónica de personal de la PGJDF para que se presentara a reconocer a las personas detenidas por la denuncia presentada en el mes de julio, sin embargo, al acudir a reconocer a los detenidos, en el lugar había mucha prensa, minutos después Clara apareció sentada, exhibida ante los medios de comunicación, junto a Jorge Antonio Iniestra “el monstruo de Iztapalapa”, su expareja, y sus supuestos cómplices. Sin orden legal ni aviso previo, ella pasó de víctima a “delincuente”. Lo peor fue que en ese momento Clara se enteró de que su hija menor Rebeca –que ya tendría 18 años– y su nieta de tres meses habían sido asesinadas por su expareja en 2009, justo el año en que las había secuestrado. Cabe recordar que la CDHDF ya había emitido en marzo de 2012 una recomendación a la Procuraduría local por la violación a los DH de Clara, al ser exhibida ante los medios con engaños y sin una orden de presentación, pero ésta la rechazó al considerar que no tenía sustento.

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