CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció la recuperación de los frontones ubicados en Ciudad Universitaria –justo la zona en la que el pasado 23 de febrero dos hombres fueron asesinados por una presunta riña por narcomenudeo— “a través del fomento al deporte”. La Universidad Nacional informó esta tarde que en los frontones se realizará por primera vez, el 8 y 9 de marzo, el Campeonato Nacional de Frontball, misma competencia que será la clasificatoria al mundial de la especialidad que se celebrará en París, Francia. El director general del Deporte Universitario (DGDU) de esta casa de estudios, Alejandro Fernández Varela, señaló que la UNAM puso “especial interés” en la seguridad de la comunidad, dotando a esta zona de iluminación inteligente y sistemas de seguridad de alta tecnología. “Con ello la universidad ha recuperado un espacio importante para el deporte universitario. La comunidad debe ser parte de este espacio, es suyo, debe ser utilizado para lo que fue pensado: practicar la disciplina que más les llame la atención, como frontón, basquetbol, tenis, futsal, entre otros”, mencionó. Fernández Varela añadió que con estas acciones la institución académica refrenda que el deporte es un factor de transmisión de valores entre universitarios y protección contra las adicciones. De acuerdo con la máxima casa de estudios, la competencia tendrá lugar los días 8 y 9 a partir de las diez de la mañana, y la justa deportiva será organizada con la Federación Mexicana de Pelota Vasca y Frontón AC. En el evento participarán 13 pelotaris pumas, alumnos de las facultades de Ingeniería, Derecho, Contaduría y Administración, y de Estudios Superiores Zaragoza. Además, se destaca que cuatro integrantes pertenecen a la rama femenil, quienes el 8 de marzo competirán no sólo por un sitio en la justa mundialista, sino por fracturar la cultura de un deporte “dominado” por varones. La UNAM subrayó que los frontones forman parte del espacio concebido por el universitario Alberto T. Arai a mediados del siglo XX, quien legó no sólo un patrimonio arquitectónico con una tendencia basada en la estética prehispánica, sino una invitación atemporal al esparcimiento y la actividad física. Este espacio también forma parte de la Declaración de la UNESCO del campus como Patrimonio Mundial.