El día que Jorge convirtió una celebración en un filicidio

martes, 8 de octubre de 2019 · 09:56
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Gritos de dolor y angustia de seis niños con el cuerpo quemado y heridas con un cuchillo casero infligidas por su padre, Jorge N, de 33 años, alertaron a vecinos de la calle Oriente 67 de la colonia Ampliación Asturias que vieron con estupor cómo una columna de humo y trozos de cristal salían de la casa color verde turquesa marcada con el número 2831 en alcaldía Cuauhtémoc. Eran las nueve de la noche con 10 minutos del 1 de octubre último. A sabiendas de que en esa casa vivían puros pequeños y su padre, los vecinos comenzaron a llamar con insistencia al número de emergencia 911 para solicitar ambulancias, bomberos y patrullas. Ante la demora de los servicios de emergencia, los propios colonos se comenzaron a organizar. Tres hombres subieron al toldo de la camioneta Mercury Villager guinda, placas HKM1518, que se encontraba estacionada en la entrada del hogar en llamas, para lanzar al interior de la vivienda cubetas con agua con la intención de evitar que el fuego se propagara. Una columna humana se formó para acarrear el agua de manera más rápida. Desde una ventana ya sin cristales, Fátima, de 12 años, clamaba ayuda. Pero el padre, fuera de sí, la atacó nuevamente con un cuchillo. A pesar de las lesiones y de las quemaduras en 70% de su cuerpo, la adolescente fue rescatada con vida, pero falleció horas después en el Hospital General Balbuena al recibir las primeras atenciones. Los hermanos de Fátima, los gemelos Fernanda y Emiliano de 7 años, Jorge de 10, Alexis de 11 y Axel de 14, pudieron bajar a la planta baja para pedir ayuda, pero la puerta se encontraba atrancada con candados, circunstancia que complicó prestarles auxilio de manera rápida, según confió al reportero un joven que ayudó a sofocar las llamas. Cuando finalmente lograron abrir el portón, los vecinos vieron horrorizados a los menores cubiertos de sangre y los resguardaron de la lluvia que caía ya en esos momentos, en espera de los servicios de emergencia. Angélica Barrientos, madre de los niños, no vivía con los niños en ese domicilio. Desde hace por lo menos un mes decidió abandonar a su marido porque era objeto de violencia. Según los vecinos, ella era el sostén del hogar porque Jorge trabajaba ocasionalmente. En la separación, Angélica y Jorge llegaron a un acuerdo para repartirse a los hijos que procrearon: Ella decidió quedarse con la custodia de los más chicos y él con la de los más grandes. Unos días antes de la tragedia, Jorge le había pedido a su expareja festejar de manera anticipada el cumpleaños número 8 de los gemelos Fernanda y Emiliano, por lo que le pidió que los dejara con él al menos un día. Angélica cedió y la mañana del 1 de octubre los llevó a la casa del padre. Ella se negó rotundamente a participar en la convivencia. Ninguno de los pequeños asistió a la escuela ese día. Los más chicos estudian en la Escuela Primaria "Julio Dibella Barragan" y Fátima y Axel asistían a la Secundaria Técnica No. 13 "Manuel Heyser Jiménez" En ese momento todo era felicidad. Jorge subió incluso una fotografía a su cuenta de Facebook comiendo pizza con los seis pequeños. Pero horas después sobrevino la pesadilla. Jorge acuchilló a tres de los pequeños y posteriormente le prendió fuego a la vivienda. Acto seguido subió a la azotea para escapar de las llamas, pero al percatarse de la presencia de los vecinos y de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) comenzó a cortarse el cuello con el mismo cuchillo que había utilizado para lesionar a sus hijos momentos antes. Los uniformados dispararon al aire con la intención de obligar a Jorge a descender. El filicida decidió aventarse al patio con la intención de huir, pero fue sometido y trasladado en una ambulancia al hospital de la Cruz Roja de Polanco en calidad de detenido. La ausencia de Fátima y Axel no pasó desapercibida para sus compañeros de la Secundaria Técnica No. 13 "Manuel Heyser Jiménez". Al enterarse de la tragedia y, convocados por un profesor, acudieron al domicilio donde presuntamente velarían a Fátima, pero la familia materna decidió realizar la ceremonia mortuoria de manera privada en el Panteón San Isidro, en Azcapotzalco. De acuerdo con la versión de vecinos entrevistados, Jorge N. arrastraba una fuerte depresión después de que su pareja lo abandonó. Antes de ese suceso, refieren, si bien no hablaba mucho, era muy comedido con los vecinos, cuando había algún problema siempre salía para ver en qué podía ayudar. Angélica Barrientos, dicen, era empleada doméstica y ella era la que sostenía la casa, porque Jorge no tenía empleo fijo y con lo que ganaba no podía sostener a sus seis hijos, por eso había llegado a un acuerdo con su pareja de dividir la responsabilidad de mantener a los menores. Actualmente, los cinco menores sobrevivientes se encuentran internados en el Hospital Pediátrico de Tacubaya con quemaduras en la superficie corporal que van del 15 al 50%. Cuatro días después de la muerte de Fátima, cerca de 70 vecinos, compañeros de escuela y familiares, realizaron una misa junto a su hogar, además de una colecta para apoyar económicamente a los sobrevivientes. [caption id="attachment_602321" align="aligncenter" width="660"] Vecinos realizaron una misa y una colecta para apoyar a las víctimas. Foto: Manuel Alejandro Godínez[/caption] La Procuraduría General de Justicia de Ciudad de México (PGJCDMX) abrió una carpeta de investigación contra Jorge N por los delitos de homicidio doloso por quemaduras, lesiones dolosas por golpes y violencia familiar. El lunes 7 lo vinculó a proceso.

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