Taxistas de la CDMX elevan su queja y negocian con el gobierno federal

lunes, 3 de junio de 2019 · 20:46
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Cientos de taxistas hicieron a un lado las negociaciones con el gobierno de Claudia Sheinbaum y acudieron ante la Secretaría de Gobernación (Segob) federal para resolver su rechazo a las aplicaciones de transporte como Uber, Cabify y Didi. La respuesta a la convocatoria del Movimiento Nacional Taxista (MNT) fue un Zócalo capitalino con más de mil 500 unidades, en su mayoría taxis, pero también vagonetas, microbuses y autobuses de diferentes rutas que se estacionaron sobre la plancha –lo cual está prohibido por ley– y el circuito frente a Palacio Nacional, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y la Catedral Metropolitana. Durante más de cinco horas permanecieron en el lugar, mientras que otros “ruleteros” capitalinos y del Estado de México bloqueaban accesos carreteros o avenidas principales como Paseo de la Reforma, Circuito Interior, Chapultepec, Insurgentes, 20 de noviembre, Tlalpan y Eje Central. El tránsito en las calles aledañas se desquició y los automovilistas con ellos. En algunas entradas carreteras, manifestantes levantaron las plumas de las casetas para dejar pasar a los automovilistas. “¡Fuera Uber!”, “¡Fuera aplicaciones!”, “Todo X votar X AMLO”, gritaban los manifestantes o bien, llevaban esas frases en los vidrios de sus unidades. En el Zócalo, al menos dos de los conductores se “crucificaron”. En el templete, Ignacio Rodríguez, vocero del MNT, dijo: “Nuestra protesta surtió efecto. La Secretaría de Gobernación del gobierno federal nos va a atender. Ya invertimos suficiente energía y no queremos afectar más”. Antes, dijo que el movimiento de “transportistas legalmente concesionados” le daba “el voto de confianza” al presidente Andrés Manuel López Obrador para resolver la “competencia desleal de las aplicaciones móviles”. Sin embargo, los manifestantes advirtieron que si sus demandas no son escuchadas, volverán a salir a las calles. En la protesta también participaron integrantes del Frente Único de Trabajadores del Volante. Hacia el mediodía y con la promesa de atención federal, los inconformes comenzaron a retirarse del Zócalo y liberar las vialidades bloqueadas.   Provocación e intereses Y mientras afuera aplaudían la atención del gobierno federal, dentro del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, aseguró:
“Ellos a lo mejor quieren generar una provocación para generar alguna confrontación, pero nosotros no vamos a caer, para beneficio de la ciudadanía”.
La funcionaria afirmó que “siempre” hay grupos con intereses distintos a los temas que se reclaman. No obstante, aclaró: “A nosotros los que nos importa es la movilidad y poner a las personas en el centro de la movilidad”. Por ello, reiteró el llamado al diálogo que desde ayer hicieron la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, y su homólogo de Movilidad, Andrés Lajous. “Ellos están en su derecho de manifestarse, pero yo creo que si hay una mesa de diálogo, pues no hacía falta esta manifestación”, dijo Sheinbaum Pardo. La exsecretaria de Medio Ambiente comentó que su gobierno está en el proceso de desarrollar aplicaciones telefónicas para los taxis concesionados, además de que ha hecho acciones para evitar la operación de gestores para hacer trámites y, en cambio, poder realizarlos por la vía digital. Luego, sin detallar, aseguró que en la protesta de los taxistas había “una parte de demandas legítimas, (pero) otras que consideramos que quieren mantener esa gestoría. Pero a todos se les recibe. Aquí no se le cierra la puerta a nadie y siempre vamos a privilegiar el diálogo ante cualquier cosa”. En un comunicado posterior, el gobierno capitalino informó que participó en la reunión que los taxistas inconformes tuvieron con funcionarios de la Secretaría de Gobernación, así como con autoridades del Estado de México y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Ahí se acordó integrar cuatro mesas de trabajo para que las organizaciones presenten su agenda y planteamientos. Éstas serán con la Secretaría de Movilidad capitalina, su homóloga del Estado de México, la SCT y la Segob.   Los argumentos Las protestas de los taxistas no se generaron en la administración de Sheinbaum Pardo, sino que se gestaron desde que empezó a funcionar la empresa Uber en la capital del país, durante la administración de Miguel Ángel Mancera. Fue a mediados del 2015 cuando la Comisión Federal de Competencia (Cofece) aprobó la operación de este servicio digital que ya operaba en otras ciudades del mundo. Desde entonces, diferentes grupos se han manifestado contra la operación de servicio de taxi mediante aplicaciones digitales como Uber, Cabify y Didi, la más reciente. Sus principales argumentos son que representan una competencia desleal, ya que no están obligados a pagar la concesión ni tarjetón, además de que no pasan revista vehicular, gastos que para los concesionarios representan alrededor de 40 mil pesos al año. Ninguno de los titulares de la Secretaria de Movilidad de la pasada administración –Héctor Serrano y Carlos Meneses–, resolvieron las demandas de los taxistas concesionarios. Ahora la responsabilidad la tiene el actual secretario, Andrés Lajous.  

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