Sheinbaum se sale del guión, pide revisar AVG y responde críticas en su primer informe

martes, 17 de septiembre de 2019 · 21:58
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum  aseguró que no se opone al decreto de la Alerta por Violencia de Género (AVG) en la ciudad -como lo ordenó un juez federal-, pero pidió que se haga una revisión sustantiva del mecanismo de aplicación para que los esfuerzos no queden en una simulación. Ese fue el tema que, sin querer, marcó su primer informe de gobierno ante el Congreso de la Ciudad de México. Por ese tema interrumpió la lectura de su discurso para contestar a los legisladores de oposición quienes, minutos antes, la cuestionaron sobre los resultados en materia de feminicidios durante su gestión y la criticaron por la supuesta negativa para aceptar la Alerta ordenada el pasado 13 de septiembre, tras el amparo promovido por dos organizaciones civiles. “Y quiero aprovechar este momento para aclarar: no nos hemos opuesto a la alerta de violencia de género, lo que hemos dicho es que es sustantivo revisar el mecanismo”, dijo ante un recinto legislativo repleto que se deshizo en aplausos, uno entre los más de 45 que recibió durante los 57 minutos que duró su informe. La exdelegada en Tlalpan recordó que existen 17 estados con la AVG “y no ha habido mejoría, nosotros no simulamos y tampoco hablamos con hipocresía, estamos convencidos que debe erradicarse la violencia de género”. Y se siguió con su rostro serio y su voz dura, de reproche: “Cuando en su momento el feminicidio se catalogaba como suicidio muchos se quedaron callados, cuando en su momento se hablaba del viejerío muchos se quedaron callados”. De nuevo aplausos que parecía que la alentaban a seguir fuera del guion y con cierta ironía. “Me da gusto que hoy haya unidad y que busquemos conjuntamente la erradicación de la violencia de género, pero hay que hacerlo conjuntamente, sin simulaciones”, aseguró. Luego, volteó a su izquierda, a donde estaba sentada la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero -en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador- y le pidió, así como a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar La Violencia contra las Mujeres (Conavim) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INM): “Discutir conjuntamente con las organizaciones civiles, con diputadas, diputados, con la sociedad, con las mujeres, qué significa el mecanismo de la alerta de la violencia de género, cuáles son las medidas que debemos tomar y no sencillamente declararla para simular que estamos haciendo algo”. “¡Se acabó el neoliberalismo!” A diferencia del vestido negro con saco blanco solemne que vistió en su primera asistencia al recinto de Donceles y Allende hace 10 meses, cuando tomó posesión del cargo, el atuendo de este martes de la jefa de gobierno fue más alegre, vivo y festivo, como de triunfo: Traje sastre de falda y saco rosa mexicano, con pañoleta negra con flores y zapatillas beige de tacón medio. Así resaltaba ella entre los sacos oscuros de los diputados de Morena Ricardo Ruiz y José Luis Díaz de León, quienes la recibieron en la entrada de la sede legislativa. Ahí llegó, luego de caminar y tomarse selfies con la gente que desde antes de las 7 de la mañana la esperó detrás de las vallas metálicas que le limitaban el paso. Por eso entró con 40 minutos de retraso al recinto. Sin perder la seguridad, Sheinbaum Pardo bajó por las escaleras sonriente. Saludaba a los diputados, la mayoría de Morena, que la esperaban para el clásico “besamanos”. Hasta el frente, en la primera fila de curules, estaba Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia de la República; Irma Sandoval, secretaria de la Función Pública; y Martí Batres, senador morenista, a quien saludó con un efusivo abrazo. A contrario a como sucedió en diciembre pasado, ahora fue notoria la ausencia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, así como de Cuauhtémoc Blanco, de Morelos, y otros gobernadores de la Megalópolis. El único mandatario estatal que acudió fue Alfredo del Mazo, del Estado de México. Pero esas ausencias no minaron el temple de la jefa de gobierno para resistir las críticas, aunque solo del PAN y el PRD y un poco del PRI, a los primeros 10 meses de su gestión. El panista Christian Von Roerich y el perredista, antes aliancista, Jorge Gaviño, lo mismo le criticaron la violencia de género, la inseguridad, la falta de crecimiento económico, que la generación de empleos y la supuesta eliminación de programas sociales… En resumen, le dijeron que la Ciudad de México “está en crisis”. Respecto a estos últimos, Claudia Sheinbaum se volvió a salir del guion para acentuar: “Hay que decir también que desaparecimos 16 programas sociales que estaban dedicados a la clientela política. Y aquí aclaro: No, nuestros programas no pretenden hacer clientela, nuestros programas abren derechos sociales. Esa es la gran diferencia. ¡Se acabó el neoliberalismo! Se acabó el partido de estado que buscaba la clientela política”. Más aplausos, ante la aseveración muy parecida a la que usa el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus discursos. Y para que no quedara duda de que Sheinbaum sigue el ejemplo de su mentor político, lo mencionó al hablar del “desorden inmobiliario” que le dejó la administración mancerista: “En el primer trimestre se revisaron los 174 polígonos de actuación autorizados en 2017 y 2018. Se encontraron irregularidades en 48. A la fecha 29 casos han decidido corregir sus proyectos para ajustarse a las normas, lo cual es de aplaudirse. Como dice el presidente ‘Nada ni nadie por encima de la ley’. Y a la crítica de presunta pérdida de empleos, particularmente en la industria de la construcción, hizo un énfasis muy claro: “De acuerdo con datos, lo voy a decir despacito para que se escuche, de acueeeerdo con daaatos del Instituto Mexicano del Seguro Social, de enero a agosto, la Ciudad de México fue la entidad con mayor crecimiento en el número de empleos formales de toda la República”. Entre los asistentes se escuchó un ligero susurro, mientras el exdirector del Metro, Jorge Gaviño, para quien fue la réplica, permanecía inmóvil ante los ya incontables aplausos. “En seguridad falta muchísimo” En su discurso, la mandataria capitalina no mencionó prácticamente nada nuevo de lo que ya había dicho en sus dos informes no oficiales anteriores, por los 100 y 200 días de gobierno. Habló de los ahorros en gastos, la digitalización de los trámites para combatir la corrupción, la inauguración de 60 PILARES, la transparencia en licitaciones para proyectos de transporte público, la inversión histórica en infraestructura de agua, las condonaciones fiscales, el programa de canje de armas, el uniforme neutro en las escuelas, las fotocívicas, los avances en la reconstrucción de la ciudad por los daños del sismo, la defensa de los derechos de las mujeres… Así siguió, con ánimo, con cifras positivas. Pero hacia el final del informe, cuando llegó al tema de la seguridad, la que tanto la critican los capitalinos, defendió: “Sabemos que existe una cifra negra de delitos importante”, pero afirmó que, de diciembre de 2018 a agosto del 2019, los homicidios dolosos disminuyeron 34%; las lesiones dolosas por arma de fuego, 45% y el robo de vehículo, 27%. Más: en agosto del año pasado el promedio diario de homicidios fue de 3.55, mientras que en el mismo mes del presente año fue de 3.16. Desde la parte alta del recinto, el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, escuchaba atento, sin apenas parpadear y con la mano en el mentón. Todo el informe estuvo sentado lejos de los demás miembros del gabinete que, de por sí, ya estaba “regado” entre los dos pisos de la “casa del pueblo”. Desde ahí, el funcionario más cuestionado del gabinete hasta ahora por los pocos resultados en la materia y los muchos hierros de la policía capitalina, escuchó de su jefa: “No queremos dar la sensación de que estamos satisfechos con lo que hemos hecho, hace falta muchísimo más, pero todos los días nos dedicamos al tema de la seguridad y lo vamos a seguir haciendo, porque nuestro compromiso es dejar una ciudad segura en la Ciudad de México. Somos sensibles a lo que viven los ciudadanos y ciudadanas y por ello estamos dedicados a hacer de esta ciudad una ciudad cada vez más segura”. El cronómetro marcaba 55 minutos de lectura, la funcionaria lo sabía, por eso aumentó la velocidad y ya hacia el final, aseguró: “La ciudad recupera su camino, atrás quedó la época de la corrupción, la frivolidad, la simulación y la traición a la ciudadanía; inició un cambio profundo para construir una sociedad más humana, fraterna, solidaria e igualitaria. Sabemos que no hay tiempo que perder porque los ciudadanos nos dieron su confianza y tenemos la palabra empeñada”. Y cerró: “Como lo mencioné el 5 de diciembre, llegamos al gobierno para entregar toda nuestra voluntad, determinación y capacidad para hacer de la Ciudad de México una ciudad segura y una ciudad en paz, y estar a la altura de este pueblo maravilloso y de la Cuarta Transformación de la República”.

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