Padres del Rébsamen recuerdan a sus niños: 'seguimos buscando justicia” (Video)

jueves, 19 de septiembre de 2019 · 19:47
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde las ruinas de lo que fue el Colegio Rébsamen, en la colonia Nueva Oriental Coapa, alcaldía de Tlalpan, padres de familia de los 19 menores que perdieron la vida en ese lugar en el sismo del 19 de septiembre de  2017, junto con siete trabajadores, advirtieron que no habrá perdón ni olvido. A dos años de la tragedia y con el dolor a cuestas, las familias regresaron para honrar la memoria de sus pequeños que perdieron la vida por la indolencia de las autoridades del colegio y de la entonces delegación de Tlalpan al autorizar la construcción de una vivienda en la parte superior para el disfrute de la directora Miss Mónica, actualmente en prisión. El lugar fue adornado con racimos de rosas blancas, rosas y rojas. En una parte del muro de madera que circunda la escuela para impedir el paso, se colocaron enormes coronas de flores blancas con los nombres de sus hijos Raúl Alexis, Paola, José Eduardo, Alexa y Gloria (…). Los padres tomaron asiento y en punto de las 11:00 horas, un sacerdote ofició la misa en memoria de los pequeños. Pero no fue una misa tradicional. El cura habló de lamentable pérdida de vidas y de la tragedia ocasionada por la “falta de responsabilidad de las autoridades”. Y exhortó a los padres a perdonar y a mantenerse unidos para seguir adelante. Durante la liturgia, las lágrimas se asomaron en los rostros de algunos padres de familia, las gotas recorrían los surcos que han dejado en sus rostros el peso del dolor y el paso del tiempo. A la hora en que el sacerdote invocó el saludo de la paz, los presentes extendieron sus brazos y se abrazaron. Al término de la misa, los padres subieron al altar improvisado en medio de la calle y advirtieron que no habrá perdón ni olvido para los responsables de la muerte de sus hijos y que pudo haberse evitado. Alejandro Jurado, padre de Paola, una de las víctimas, señaló: “Seguimos buscando justicia, la justicia no se ruega se exige”. Y manifestó que seguirá día a día buscando justicia para su hija y para todos los niños que murieron hace dos años en ese lugar. “Son dos años que estamos en constante lucha, aunque ustedes no nos vean estamos trabajando y recibiendo mucho amor”, expresó Miriam Guise, madre de José Eduardo, de 7 años, quien también falleció en el lugar. Asegura que la lucha que han emprendido por justicia es para garantizar que tragedias como esta no se vuelvan a repetir ni en la zona ni en el resto del país. “Es nuestra responsabilidad como padres que no se vuelva a repetir este tipo de arbitrariedades en nuestro país”. El homenaje concluyó cuando los padres y sus acompañantes lanzaron al aire 26 globos blancos por cada una de las personas fallecidas en el lugar. https://twitter.com/revistaproceso/status/1174846317593616384?s=20 “Pensamos que estaban seguros en su segundo hogar”  En entrevista, Miriam recordó que, como todos los padres y madres, lo que esperaba tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 era “que (los niños) estén bien porque las escuelas se van convirtiendo en casa, por eso venía con la esperanza de encontrar a mi hijo bien”. Miriam pensó que a causa del sismo tal vez su hijo y ella tardarían más en salir del colegio, por la cantidad de niños y papás, “pero nunca me espere lo que encontramos. Dando vuelta en Calzada de las Brujas nos dimos cuenta de que estaba el colegio derribado”. Después de varios meses en tratamiento psicológico, la mamá de José Eduardo puede volver al lugar “con más tranquilidad y más paz”. Angélica Macías admitió que no le gusta estar en lo que fue el colegio de su hijo Raúl Alexis. “No me gusta recordar que vivimos esta tragedia el día que encontré a mi hijo ya sin vida. Ha sido demasiado difícil y si estoy aquí es por él y por todos los niños”. Y rememoró: “Cuando empezó a temblar yo no pensé que hubiera pasado esto, no dimensionaba que el terremoto fuera tan fuerte. Cuando llegamos aquí como a la una y media y vi el colegio derrumbado sentí que me morí y me volvía loca”. Con lágrimas en los ojos, recordó que un día antes Alexis estuvo muy inquieto y ella pudo percibir que un sentimiento extraño la invadía, pero no supo explicarlo, así que lo dejo pasar. Al día siguiente lo dejó en la escuela y le dijo que volvería por él para llevarlo a sus prácticas de futbol. “Se bajó contento, me dijo ‘te amo’, le dije ‘te amo’ y fueron las últimas palabras que escuché de mi hijo”, expresó. No porque fuera mi hijo, aclaró, pero Alexis era un niño muy bueno, obediente, siempre con una sonrisa en su cara y amoroso, le encantaba jugar futbol. Cuando recordó a su hijo, el semblante de Angélica cambió y entre risas revelo: “Él decía ‘mamá yo cuando esté grande me voy a ir a España y te voy a comprar una casa muy grande para que ya no trabajes’”. Ni perdón ni olvido, ¡justicia! A dos años, Miriam Guise dijo sentirse satisfecha porque a raíz de su trabajo las autoridades lograron aprehender a la directora y dueña de la escuela Mónica García Villegas, y al Director Responsable de Obra (DRO), Mario Velarde Gámez, encargado de construir el tercer y cuarto pisos del edificio. “Era importante para nosotros detenerlos, sobre todo a la dueña porque ella traicionó nuestra confianza como padres y para mí era sumamente importante que se le aprehendiera y que asumiera su responsabilidad.” Aseguró que aún falta localizar y detener a otros dos DRO, identificados como Francisco Arturo Pérez Rodríguez y Rogelio Rul Albor, quienes permanecen prófugos de la justicia y se prevé que se ofrezca una recompensa para localizarlos. “Somos padres que sabemos lo que paso en este colegio y no estamos culpando a nadie al aire, sabemos quiénes son los responsables y vamos a trabajar para que se aprehenda a todos ellos”, advirtió y aunque por el momento sólo hay civiles detenidos, Mónica afirma que entre los 18 responsables hay también autoridades. Por su parte, Angélica pidió a las autoridades ponerse en sus zapatos para que no permitan que el caso se quede sin castigo, pues temió que ocurra como en los casos de Ayotzinapa o el de la guardería ABC, donde “no pasó nada”. “Sabemos que sí fue un desastre natural, lamentablemente algo que estaba fuera de nuestras manos, pero si el colegio hubiera estado en las condiciones adecuadas, si no hubiera tenido tantas irregularidades, tanta inconsecuencia, nuestros hijos se hubieran podido salvar”, manifestó.

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