Metro CDMX

Miguel, joven sin hogar, vio cómo se desplomó el Metro y su testimonio se vuelve viral (Video)

“Se cimbró la banqueta. Nos caímos. Se vio cómo se vino el Metro hacia abajo en dos. Sigo vivo”, narra el joven en situación de calle que dijo vivir debajo del puente de los Olivos. En redes se organizó el hashtag #BuscandoAMiguel para ayudarlo.
miércoles, 5 de mayo de 2021 · 15:57

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El testimonio de Miguel, un joven en situación de calle que dijo vivir debajo del puente de los Olivos, se hizo viral en redes sociales porque es un testigo de la tragedia del 3 de mayo, cuando colapsó la estructura de la Línea 12 del Metro.

“Se cimbró la banqueta de donde estábamos nosotros acostados debajo del pilar. Se cimbró bien feo y tronó y se movió. Y nosotros salimos corriendo, ni siquiera jalamos nuestras cobijas.

“Y nos caímos porque se vino el cimbradero grande y se vio cómo se vino el Metro hacia abajo en dos, se hundió”, contó a Ruido en la Red, que compartió el video de 4:47 minutos en redes sociales y hasta el momento tiene 2.6 millones de reproducciones.

“Vengo llorando desde la Nopalera, porque dije: ‘hay gente que a lo mejor no se despidió de su familia… Yo paso por aquí seis veces al día, desde el paradero hasta Atlalilco y de Atlalilco al paradero. Voy y vengo. Junto mis botellas y mis latas.”

El testimonio

“Yo vivo en condición de calle. Siempre me quedo aquí debajo del puente de los Olivos o Tezonco, pero ayer (3 de mayo) venía de vender mis botellas en la Polvorilla, cerca de las vías. Regresé como a las 9:30 platicando por mi cobija. Estábamos platicando.

“Eran más o menos las diez de la noche, cuando se escuchó como si tronara un fierro. Se cimbró la banqueta en donde estábamos acostados… Pero se cimbró bien feo, tronó y se movió. Nosotros salimos corriendo. Ni siquiera jalamos nuestras cobijas.

“De repente íbamos corriendo y nos caímos porque se vino el cimbradero (sic) grande y se vio cómo se vino el metro hacia abajo, en dos. Se hundió. Una desesperación de gente horrible. No le deseo a nadie que lo vea.

“No me gusta platicar de esto porque lo que viví fue una cosa que, gracias a la bendición de Dios, sigo aquí. Fue terrible”.

Esa noche “hubo una desesperación de los niños y de la gente que gritaba cuando se vino abajo, horrible. Y no me lo van a contar porque yo lo viví”, dijo y comenzó a llorar.

Contó que las personas que viven en la Avenida Tláhuac están inconformes, porque la estructura, desde el inicio, “nunca estuvo nada bien. Se sembraron sobre cimientos de arena abajo y es lo que tiembla”.

Dijo que cada vez que hay un temblor se mueve toda la mina y por eso se están desgarrando los cerros.

“Y por una idiotez y perdón que lo diga así, pero por una idiotez de nuestras autoridades que quieren llevarse dinero a la bolsa compran materiales de mala calidad y ahí están las consecuencias.

“Ahorita vienen las elecciones y se van a ‘echar la bolita’ unos a otros y los que pagamos, los más pobres”.

¿Quién es Miguel?

El joven contó que vive de vender sus botellas y latas que recoge de la basura en el centro de reciclaje de la Polvorilla. “De eso vivo”. Es tabasqueño, pero lleva más de diez años viviendo en esas condiciones en la Ciudad de México.

“Yo gano 20, 30 pesos al día en tantas vueltas que doy para vender mis botellas y latas. Me voy a un comedor comunitario. Me cobran 11 pesos. Buscándole siempre, pero hay gente que juega con la vida del ser humano”.

Dijo que siempre busca un lugar al aire libre para pernoctar, pero cuando se cansa se queda debajo del puente, pero se siente “bien feo” porque el último Metro que circula “va cargadísimo” de gente para llegar al paradero y se cimbra la estructura y hasta el piso donde está con sus amigos durmiendo.

Previó que un temblor de gran magnitud sí acaba con todo lo que hay en las orillas porque las calles están muy estrechas.

Ayuda para Miguel

En redes sociales se creó el hashtag #BuscandoAMiguel para ayudarlo, incluyendo al empresario Simón Levy, quien ofreció una recompensa de 8 mil pesos a quien lo encuentre.

“Mi amiga y un grupo de personas seguimos tratando de localizar a Miguel y sus amigos que viven en situación de calle para ayudarlos”.

“Lo peor es que Miguel dice clarito donde duerme y qué zona está todo el día y andan #BuscandoAMiguel”

 

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