Claudia Sheinbaum

Sin sana distancia inaugura Sheinbaum Línea 2 del Cablebús

Tiene siete estaciones: Santa Marta, San Miguel Teotongo, Lomas de la Estancia, Minas, Las Torres Buenavista, Quetzalcóatl y Constitución de 1917 y cuenta con 305 cabinas con cámaras de videovigilancia, internet y capacidad para 10 personas, aunque por la pandemia, solo podrán subir seis.
domingo, 8 de agosto de 2021 · 21:39

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– Con una fiesta masiva donde no hubo sana distancia para evitar contagios de covid-19, pero sí agradecimientos a la “Cuarta Transformación” y los ya conocidos gritos de “¡presidenta, presidenta!”, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, inauguró la Línea 2 del Cablebús en la alcaldía Iztapalapa, “la más grande del mundo”.

“Lo que representa el proyecto del Cablebús no solamente es una inversión de transporte público masivo, moderno, innovador, no contaminante; sino es un proyecto que disminuye desigualdades, que dignifica a la población que históricamente no había sido vista, que invierte ahí donde menos hay, que promueve progreso con justicia, que brinda bienestar, que es un proyecto que se hace con amor, como dice el presidente de la República”, dijo.

Entre los aplausos de las más de 300 personas reunidas en el deportivo de la colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl -una de las más violentas de la demarcación- y las aglomeradas en sus alrededores, la mandataria local alardeó: “Somos orgullosamente un gobierno de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Ningún otro gobierno, con otra visión, hubiera hecho una inversión de 3 mil millones de pesos para un sistema de transporte público en la Sierra de Santa Catarina de Iztapalapa”. 

Foto: Octavio Gómez

Afirmó que el proyecto del Cablebús en la CDMX está inspirado en el de “Mi Teleférico” que opera en La Paz, Bolivia, impulsado por el entonces presidente Evo Morales. De hecho, anunció que se van a “hermanar” ambos proyectos como parte de uno más grande de Latinoamérica.

 La Línea 2 del Cablebús tiene siete estaciones: Santa Marta, San Miguel Teotongo, Lomas de la Estancia, Minas, Las Torres Buenavista, Quetzalcóatl y Constitución de 1917. Tiene 305 cabinas con cámaras de videovigilancia, internet y capacidad para 10 personas, aunque por la pandemia, solo podrán subir 6. Recorre 10.6 kilómetros en 40 minutos. 

Construida por la empresa italiana Leitner, con una inversión pública de 3 mil 183 millones de pesos, su capacidad de operación será de 108 mil pasajeros diarios y reducirá el tiempo promedio de traslado, para todo el recorrido, de una hora 15 minutos a 36 minutos. 

Operará de lunes a viernes de las 05:00 a las 23:00 horas; sábados de 06:00 a las 23:00 horas; y domingos y días festivos, de 07:00 a 23:00 horas. Tendrá un costo de 7 pesos, pero será gratuito para adultos mayores de 60 años, personas con discapacidad y menores de 5 años. El ingreso será exclusivo con la tarjeta de Movilidad Integrada (MI)

Según el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, la Línea 2 “es la línea de teleférico urbano más grande del mundo, seguida del Cablebús Línea 1 Cuautepec-Indios Verdes”, en la alcaldía Gustavo A. Madero.

“Flores” políticas… y “primero los pobres”

El entusiasmo de Sheinbaum en la inauguración de la Línea 2 de Cablebús la llevó a calificar a la alcaldesa, Clara Brugada, como “un símbolo de Iztapalapa, de la lucha de nuestra ciudad; y, es un símbolo nacional, no solamente como luchadora social, sino como gobernante”. 

Sheinbaum y Brugada. Foto: Octavio Gómez

Minutos antes, Brugada Molina lanzó las flores a la mandataria local al mencionarla como “la mejor gobernadora del país”. Y dijo que gracias al Cablebús, Iztapalapa “deja de ser el traspatio, el basurero de la Ciudad de México, para convertirse en la Iztapalapa que levanta el vuelo”.  

Ambas refrendaron una de las frases más conocidas del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que este nuevo sistema de transporte beneficia a los que menos tienen, “por el bien de todos, primero los pobres”. 
Los aplausos, las matracas y los cohetones sonaron una y otra vez. Luego, los gritos ya conocidos de “¡presidenta, presidenta!” que “acompañan” a Sheinbaum desde el pasado 1 de julio y a cualquier evento masivo que encabeza.

La fiesta 

Alrededor de las 11 de la mañana, Sheinbaum, Brugada y sus invitados especiales, entre funcionarios del gobierno federal y gobernadores morenistas actuales y electos, abordaron las cabinas del Cablebús en la estación Santa Marta, que conecta con la Línea A del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en los límites con el Estado de México. 

A su paso por las siete estaciones, atestiguaron la fiesta desde las alturas: tambora y chinelos, son jarocho y zapateado, cascabeles y danzas prehispánicas con serpiente emplumada incluida, una orquesta filarmónica, además de jóvenes que, desde las azoteas emulaban a The Beatles y su “Don´t let me down”.

Foto: Octavio Gómez

En los patios de los Pilares y las “Utopías” o centros sociales operados por Iztapalapa, había grupos deportivos que hacían rutinas de “jump” al ritmo de merengue, muestras de karate y kendo, y hasta coreografías de aros olímpicos.

Además de los más de 100 murales y grafitis que lucieron en bardas y techos de las calles empinadas de San Miguel Teotongo y Santa Catarina, había lonas y carteles hechos de flores, lo mismo con fragmentos de “El Quijote” de Cervantes, que poemas de autor desconocido. 

Pero lo que imperaba eran los agradecimientos con destinatarios conocidos: “Yo AMLO Iztapalapa. Gracias Claudia”. “Viva la Cuarta Transformación”, “Gracias Dra. Sheinbaum”, “Te quiero porque eres pueblo”, “Claudia, Iztapalapa contigo recuperó la dignidad”, “El Cablebus nos beneficia a todos. Gracias”, “Iztapalapa florece” y “En Iztapalapa se vive el progreso”.

Tras ver esos mensajes por los aires, cuando Sheinbaum aterrizó y cortó el listón inaugural. Luego, se volcó a la gente sin importarle el semáforo “naranja-rojo” por covid y saludó de mano, puño y abrazo a decenas de personas detrás de las vallas metálicas y se tomó selfies. Luego, le ganó la emoción y aseguró: “Desde Iztapalapa, ya no solamente para el mundo serán Los Ángeles Azules, sino el Cablebús.

Al final, madres con sus hijos pequeños y adultas mayores preguntaban: ¿dónde está la persona que nos apuntó en la lista de asistencia para subir a estrenar el Cablebus?” 

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