Y la piñata resistió los embates presidenciales

sábado, 15 de diciembre de 2001 · 01:00
México, D F (apro)- "En el nombre del cielo, os pido posada?", cantaban decenas de niños sonrientes, conmovedores Del otro lado de la reja, Vicente y Marta de Fox entonaban la respuesta: "Aquí no es mesón?" Hasta que entraron, maestras de Iztapalapa contaban nerviosas a "sus niños" Les tocaban diez a cada una Sólo de esa parte de la ciudad venían 300 criaturas El resto eran menores discapacitados o con enfermedades crueles, terminales las más de las veces, como el cáncer Vicente y Marta apagaron su velita para subir por el camino adoquinado hasta el jardín conocido como la Hondonada --en la Residencia de Los Pinos--, acompañados por las maestras, más interesadas por la pareja presidencial que por los niños, y animados por la estudiantina del Instituto Pedagógico Anglo-Español Pasito a pasito, procuraron ambos, pero sobre el todo el Presidente, conversar con los peculiares invitados A los niños les urgía el comienzo de la pastorela; a Fox, darles la bienvenida: "Nos da mucho gusto recibirles en esta su casa Queremos hacer una fiesta el día de hoy, queremos vivir contentos estos momentos junto con ustedes Yo les agradezco mucho que hayan venido a visitarnos "Sé que ustedes todos los días del año, en las casas donde están, reciben amor, cariño y yo quisiera compartir también con ustedes amor y cariño en estas fiestas de fin de año en esta próxima Navidad" El Presidente anunció lo que seguía: piñatas y una buena merienda, después de la "padrísima" pastorela Su señora, Marta Sahagún, dijo que Los Pinos se había transformado: "Ahora es un lugar de verdadera alegría y de verdadera felicidad con todos ustedes aquí Gracias por hacernos felices?" Según hizo explícito la esposa del Presidente, la fiesta fue posible gracias a diversos patrocinadores y empresarios Sólo eran visibles logotipos de la CIRT y Televisa Al fin comenzó la pastorela, preparada por la Compañía Expresión del Centro de Capacitación Artística de Carlos Espejel, que hizo su fama en Televisa Los niños callaron Miraban absortos Los cornudos diablos ?la actriz María Elena Saldaña, entre ellos-- estaban disfrazados de Chivas del Guadalajara; la "tradicional" pastorela se armó del lenguaje y las situaciones del futbol Una hora después, recio el frío que no sentían, las criaturas se abalanzaron sobre los tacos de canasta, las cazuelas de guisado, los tamales, los buñuelos, el ponche y el atole Colgaban cuatro piñatas Al principio, la multitud se acercó a la que eligieron el Presidente y su esposa Pronto, los niños más listos prefirieron mudarse de sitio, a uno menos concurrido con la posibilidad de darle más palos a la estrella Vicente y Marta cantaron y silbaron el "dale, dale, dale" Cargaron a niños grandes y chiquitos para ofrecerles una posición ventajosa Fox distribuía el palo y designaba al elegido Sostuvo a un pequeño, marcado por la quimioterapia, y le gritó que ?duro? y que ?dale?, hasta que le llegó su propio turno Maliciosamente, le elevaron la piñata Brincó y le pegó a una mano Una vez, otra No la rompió Marta tampoco Manos intervencionistas abrieron una grieta para dejar caer los dulces Se pudo porque no era de barro, sino de periódico Ni así: El Presidente no rompió la piñata Nadie lo hizo14/12/01

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