Sindicalismo sin estrategia
México, DF - Casi por inercia, sin estrategia y sin proyecto, la mayoría de las organizaciones sindicales, sobre todo aquellas que todavía están agrupadas en el Congreso del Trabajo (CT) tendrán que definir su rumbo poniendo a prueba su unidad
Pocos han sido los logros obtenidos por los líderes sindicales Ciertamente los legisladores impidieron que se gravaran las prestaciones de los trabajadores, y los más beneficiados son los burócratas y los de los estados y municipios, pero son más los problemas pendientes
Por ejemplo, los sindicatos agrupados en el CT, que todavía son la mayoría, pese a que la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) cobra una mayor notoriedad, pondrán a prueba su endeble unidad cuando tengan que renovar, en febrero, la mesa directiva
Por otra parte, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) realizará su Asamblea del Consejo Nacional, donde tendrán que definir su rumbo, su proyecto y su futuro
Hasta ahora, los dos años de gestión de Leonardo Rodríguez Alcaine al frente del CT, que están por concluir el 18 de febrero, se han caracterizado por el inmovilismo y la toma unilateral de decisiones En la reciente negociación para fijar el salario mínimo, por ejemplo, ninguna organización fue consultada, no obstante que todas son afectadas
Es probable que Rodríguez Alcaine no haya querido arriesgarse a que se repitiera el mismo suceso que en el primer año de su gestión, cuando no pudo sacar un solo acuerdo del pleno del Consejo Nacional del CT
En el año que concluyó no llega a diez el número de asambleas en el CT y todavía se recuerdan los abucheos de que fue objeto el primero de mayo, que compartió con el presidente Vicente Fox y con el secretario del Trabajo, Carlos Abascal
Así, en el colmo de la incongruencia, después de que los representantes de los sindicatos aceptaron el porcentaje de aumento a los salarios mínimos del 57 por ciento, ahora amenazan con iniciar una controversia constitucional, porque no cumplen con lo que establece la carta magna
En general, el movimiento obrero enfrenta no sólo problemas de identidad, pues sus dirigentes ya no saben si son lideres o empresarios, sino que no hay cuadros preparados para asumir el mando con eficacia La generación de Fidel Velázquez prácticamente está extinguida, y la nueva aún no termina de cuajar
Ese hecho se notará todavía más a mediados de febrero cuando el CT renovará su dirección, pese a que presume de agrupar a más de 30 gremios, pero que en realidad se reduce a apenas a 10 de importancia
La nueva dirigencia tendrá que enfrentar, fundamentalmente, la embestida del gobierno y de los empresarios que buscan reformar la Ley Federal del Trabajo introduciendo cambios como la desaparición de los contratos ley, lo que provocaría una reducción de plazas y un mayor aumento del desempleo
Las organizaciones no han expuesto, todavía, una estrategia para enfrentar esos problemas
La CTM por ejemplo, ante su asamblea del Consejo Nacional, tendrá que resolver una serie de conflictos internos en sus federaciones estatales, sin contar prácticamente con la participación al cien por ciento de Leonardo Rodríguez Alcaine, quien cada día se muestra más enfermo
En suma, el panorama para los trabajadores no pinta bien, representados por una generación de dirigentes que aún no acaba de irse y otra que no termina de llegar, para darle al sindicalismo la modernización que le urge lograr