* Greenpeace acusa a los senadores de beneficiar a las transnacionales
México, D F, 15 de febrero (apro)- Con 87 votos a favor, 16 en contra y seis abstenciones, el Senado de la República aprobó la Ley de Bioseguridad para Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM), denominada como “Ley Monsanto”, debido a que esta transnacional cuenta con el 90% de las patentes de los productos transgénicos
Pese al rechazo de científicos, de organizaciones ambientalistas y de legisladores perredistas, y aunque algunos senadores panistas, priistas, perredistas y ecologistas presentaron propuestas de mejora a la iniciativa de ley sobre el etiquetado de transgénicos, el pleno votó en contra de estas modificaciones “por procedimiento”
“Los senadores han demostrado una vez más con hechos que no tienen un compromiso con los electores y sí permiten que imperen los intereses comerciales de las grandes corporaciones transnacionales”, afirmó la coordinadora de la campaña de consumidores de Greenpeace México, Areli Carreón
El dictamen fue avalado “fast track”, denunciaron ambientalistas, pues ninguna comisión encomendada para su revisión, --de Ciencia y Tecnología, Medio Ambiente o Estudios Legislativos--, se reunieron para estudiarla, por eso, Greenpeace lamentó “la irresponsabilidad de los senadores al aprobar una propuesta de ley plagada de errores” y que hayan permitido que los promotores de los transgénicos se hayan apoderado del proceso legislativo
En su opinión, esto demuestra que los senadores han renunciado a su obligación de legislar con seriedad y responsabilidad, pues cedieron a aprobar una iniciativa de ley que beneficia a empresas transnacionales, no a los mexicanos, destacó Carreón
Greenpeace indicó que la aprobación de esta ley “legaliza la contaminación transgénica de México, le da un cheque en blanco a las corporaciones, en especial a Monsanto, para operar en nuestro país y lejos de dar certidumbre jurídica, crea riesgos y conflictos nuevos para los campesinos, los indígenas y los consumidores”