* Denuncian manipulación de las dos grandes empresas televisivas México, D F, 2 de marzo (apro)- De manera sorpresiva, y después de una intentona por abortar la discusión del dictamen sobre la ley de medios electrónicos, en la tribuna del Senado se volvieron a enfrentar los legisladores impulsores de la reforma con los presidentes de las comisiones dictaminadoras, así como con el propio presidente de la mesa directiva, Diego Fernández de Cevallos, quien rechazó se consintiera diferir o suspender la iniciativa En menos de media hora volvieron a salir los reproches contra la manipulación de las dos grandes empresas televisivas, postura que argumentó el senador priista Manuel Bartlett, quien acusó en tribuna al noticiero de Joaquín López Dóriga, de Canal 2, de negarle el derecho de réplica respecto de una nota reciente sobre la “caída del sistema” de 1988 Bartlett calificó este tipo de notas como “venganzas de Televisa”, y arengó: “Tenemos que tener una televisión de calidad, responsable, que no exprima a los candidatos y les saque hasta los últimos recursos para llevarnos a lo que ha habido en violaciones y en corrupción en los asuntos electorales” En respuesta a una excitativa impulsada por Felipe Vicencio, del PAN; César Raúl Ojeda, y Rutilio Escandón, del PRD, dirigida a los tres secretarios de las comisiones de Gobernación, Comunicaciones y Transportes y Estudios Legislativos, a fin de que se informara a los legisladores de los avances de los trabajos, y se fijara un plazo para dictaminar la ley, el senador Gildardo Gómez Verónica, presidente de la Comisión de Gobernación, precisó que no fue posible terminar en febrero el predictamen, pero que estaría listo el próximo miércoles 16 de marzo El senador Javier Corral, impulsor de la polémica ley que ha polarizado las posiciones al interior de las distintas fracciones, subrayó que lo importante es “no permitir la dilación o la obstaculización o, lo que sería peor, la obstrucción de una reforma fundamental para México y para todos los mexicanos” En el debate, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Antonio García Torres, rechazó que ellos hubieran recibido presiones de “los grandes intereses de las empresas” televisivas “En lo personal –agregó García Torres--, como senador y como presidente de la comisión, no he recibido ninguna presión ni de los grupos sociales, ni de las empresas, ni de nadie, la única presión que he recibido es la de mis compañeros para fijar fechas fatales, a lo cual me he opuesto” De manera sorpresiva, también participó en el debate el senador Fauzi Hamdan, cercano al grupo de Diego Fernández de Cevallos, quien informó que los presidentes de las tres comisiones han identificado “cinco puntos que son de disenso únicamente” respecto de la Ley Federal de Radio y Televisión Consultado por Apro al respecto, Bartlett consideró que es una “mentira” que existan sólo cinco puntos polémicos Recordó que en la última sesión de las comisiones unidas, el senador priista Raymundo Gómez Flores habló de 11 puntos de disenso, que no han permitido avanzar en la ley “El fondo del debate es cómo superar las presiones del poder fáctico que ejercen las empresas televisivas sobre los senadores”, subrayó el exsecretario de Gobernación y exgobernador de Puebla La excitativa y los plazos El debate se produjo a raíz que el panista y secretario de la Comisión de Gobernación, Felipe de Jesús Vicencio Alvarez, propuso una excitativa, acusando de falta de seriedad y compromiso a los presidentes de las comisiones, por no haber dictaminado la ley En el documento recordó que el 14 de diciembre del 2004, los coordinadores de todos los grupos parlamentarios suscribieron un acuerdo, por consenso, en el que resolvieron que el dictamen referido a la Ley Federal de Radio y Televisión “se someterá a discusión y votación de pleno en febrero de 2005”, previa celebración de audiencias y reuniones de trabajo necesarias El texto subraya que desde el 9 de febrero no se ha vuelto a convocar a ninguna reunión de consulta o de trabajo al interior de las comisiones “Por su parte, el gobierno federal expresó de distintas maneras que respetaría el proceso legislativo y que daría su punto de vista hasta que éste hubiera concluido”, señala el punto séptimo de la excitativa Esta frase resultó clave porque uno de los argumentos utilizados al interior de las comisiones unidas es que no se contaba con la opinión de los representantes de las secretarías de Comunicaciones y Transportes, Gobernación y Salud para dictaminar la ley El 28 de febrero venció el término de compromiso de los coordinadores parlamentarios, “sin que exista todavía el dictamen correspondiente que pueda ser discutido y aprobado en el pleno” Poco después que se leyera en la tribuna esta excitativa, el presidente del Senado, Diego Fernández de Cevallos, aclaró que se recibió un informe de las comisiones unidas de Gobernación, Comunicaciones y Transportes y de Estudios Legislativos, “en donde comunican a la mesa directiva que están trabajando en la materia, desarrollando algunas actividades, y que están recibiendo algunas propuestas y trabajando para presentar a la brevedad el dictamen” Fernández de Cevallos se enfrascó en una discusión con su correligionario, Javier Corral, quien le recordó que el artículo 67, inciso g de la Ley Orgánica del Congreso, faculta a la presidencia del Senado a que se defina un plazo de diez días después de la excitativa, a fin de dictaminar una ley Fernández de Cevallos le respondió que este “plazo fatal” no se aplica en este caso, e insistió a las comisiones a que presenten el dictamen, “pero no se les da el término fatal por la información que estamos recibiendo de las propias comisiones” “Fue una burda maniobra”, afirmó posteriormente el senador Felipe Vicencio, quien recordó que desde el lunes pasado, a las 19:16, le entregó a la mesa directiva el documento de excitativa, pero sólo se presentó después que las comisiones elaboraran un “informe” de última hora, mismo que contiene imprecisiones Entre las justificaciones que se ventilan en el informe de las comisiones unidas, está el hecho de que no han podido avanzar porque el gobierno federal no presentó su posición