García Luna, ante el reto de traducir en hechos su modelo de seguridad diseñada en libros

viernes, 1 de diciembre de 2006 · 01:00
México, D F, 30 de noviembre (apro)- Al quedar al frente de la Secretaría de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, tendrá una inmejorable oportunidad para traducir en hechos concretos el modelo de seguridad que diseñó en los libros En su paso por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), García Luna escribió el texto ¿Por qué 1661 corporaciones de policía no bastan?, en el cual esboza un perfil de la policía ideal Afirma, por ejemplo, que, a diferencia de lo que sucede en otros países, la policía mexicana sigue manteniendo una lógica jurídica de división, según los niveles de gobierno: municipal, estatal y federal, de prevención e investigación "En nuestro país no existe una definición de modelo de policía que se requiere Seguimos con el mismo marco jurídico que surgió de la Revolución Mexicana, con leyes y reglamentos hechos para un México que ya no existe, con modificaciones parciales que no representan una solución a fondo", explica Según García Luna, en el ejercicio de la autoridad, para responder a la demanda de seguridad pública y combate al delito, se ha intentado importar modelos exitosos de otras naciones, sin realizar las reformas legales indispensables para su implementación y sin que estos esquemas correspondan a la realidad delictiva de nuestro país ni a los perfiles de los policías De tal forma que, apunta, "el modelo híbrido de policía impide la alineación de recursos, capacidades y esfuerzos del Estado mexicano contra el delito" Afirma que actualmente prevalecen tres modelos de policía en el mundo: policía unificada federal, policía unificada nacional y policías por agencias con atribuciones integrales Dice que son fuerzas de prevención e investigación articuladas en un solo mando, y homologadas en grados, procedimientos y logística de operación El modelo federal opera en el ámbito del delito federal; sin embargo, su esquema se reproduce a nivel estatal para empatar sus capacidades, formación, doctrina y especialización por competencia; el modelo nacional integra todas las policías del país en un solo mando Su despliegue corresponde a las necesidades de cada región, y el modelo por agencias de policía opera con la facultad integral de prevención e investigación por competencia, reproduciendo su esquema en los tres niveles de gobierno Sostiene que la organización y control de estas policías permite la atención especializada con la ventaja de que, si una agencia se contamina o por su operación está expuesta a la corrupción, ésta puede ser reestructurada sin afectar al resto del sistema de seguridad pública y combate al delito García Luna destaca en su texto que en los países donde operan tanto los modelos unificados como el integrado por agencias, se logró separar la función de seguridad pública del terreno político, a tal grado que la designación de los jefes de policía va desfasada de los cambios de administración Al advertir el rezago de México en la materia, el jefe policial sostiene que en el esquema mexicano no se tienen facultades integrales "Legalmente el que previene no investiga y el que investiga no previene", lamenta Por ello, insiste en que México requiere de la definición de un modelo integral de policía para acabar con el vacío de autoridad que invariablemente se refleja en la descoordinación para articular procedimientos, metodología, sistemas de información y telecomunicaciones Muestra de ello, apunta, es que en diez años del sistema Nacional de Seguridad Pública no se ha podido integrar una base de datos nacional completa y actualizada de policías, vehículos, población penitenciaria y placas No obstante, García Luna sostiene que, en principio, se tiene que asumir que en este país existe la capacidad, recursos humanos y tecnológicos para contar con una policía a la altura de las mejores del mundo Al mismo tiempo apunta que es indispensable que todas las capacidades del Estado mexicano estén integradas y alineadas; que la función del policía sea completa sin dividir su esencia básica de prevención e investigación para combate al crimen; que el diseño, desarrollo y operación del modelo a seguir sea sano y congruente Advierte que no es posible crear una policía de vanguardia con un personal de perfil inadecuado Dice que la policía debe nutrirse de los mejores cuadros de la sociedad Para hacer realidad su propuesta, García Luna sugiere poner en marcha una serie de medidas, entre ellas la de instrumentar un modelo sano para financiar la operación de la policía que no acepte la corrupción como una forma de subsidio para sueldos, vehículos, gasolina, uniformes y comunicaciones, que se establezca el principio de que contar con una policía profesional y eficiente implica una inversión estratégica y corresponsabilidad al más alto nivel en su instrumentación y operación de Estado, así como dotar de atribuciones legales al Sistema Nacional de Seguridad Pública y concentrar en un solo cuerpo o agencia el combate integral al narcotráfico De todos los puntos que plantea, este último llama la atención, sobre todo por la mala experiencia que dejó el Instituto Nacional de Combate a las Drogas (INCD) y su versión modificada, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS) El INCD desapareció después de la detención y encarcelamiento de su titular, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, por sus vínculos con el cartel de Juárez La Procuraduría General de la República dio vida después a la FEADS, por la que transitaron varios funcionarios, el último de ellos, el actual magistrado del Tribunal Electoral del Distrito Federal, Mario Estuardo Bermúdez La FEADS pasó a mejor vida luego de que varios delegados estatales fueron involucrados en el narcotráfico y empezó a fluir información sobre la venta de plazas

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