Jalapa, Ver , 30 de noviembre (apro)- Ante el "linchamiento" de que están siendo objeto, diversas organizaciones civiles exigieron al gobierno estatal cesar las acciones de intimidación y hostigamiento contra quienes "tomaron" pacíficamente Radio Lobo, en Minatitlán, a fin de difundir un mensaje de apoyo al movimiento oaxaqueño En torno a lo ocurrido el domingo pasado, "es mentira que se tomó la estación de radio", subrayó Daniela Griego, representante del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), más bien se pidió permiso al personal de la emisora para emitir un mensaje de sólo quince minutos, "el cual accedió" El personal de la emisora dio acceso y, de manera pacífica, una comisión de representantes de las diversas organizaciones que participaron en un foro regional realizado en el municipio de Zaragoza, aclaró, "hicieron uso del micrófono por espacio de quince minutos para explicar la situación que prevalece en Oaxaca" No obstante que esta acción se realizó de manera pacífica, recordó, al día siguiente fueron detenidos Eucario de los Santos, integrante del Comité de Defensa Popular de Zaragoza (CDPZ) y Verónica Mounier, del Consejo Regional Indígena Nahua Popoluca Ambos, señaló, fueron liberados horas después luego de haber sido recluidos en el penal de Coatzacoalcos; "no les levantaron cargos, ni pagaron fianza, ni se les mostró una orden de aprehensión", sin embargo, se tiene información que se sigue la averiguación previa 586/2006, según denuncia presentada por el gerente de la emisora César Montoya Treviño Por ello, en conferencia de prensa, una veintena de representantes de agrupaciones civiles de la entidad, reprobaron las acciones de intimidación que el gobierno del priista Fidel Herrera Beltrán y la Procuraduría General de la República (PGR) han desplegado en su contra desde principios de semana, "como si fuéramos delincuentes" Las autoridades de seguridad pública y de justicia, subrayó el representante del Comité de Estudios Sociales y Municipales (CESEM), Francisco Domínguez Canseco, "deberían encargarse de perseguir a los delincuentes, y no a las organizaciones civiles que sólo están ejerciendo su derecho a expresarse libremente" Y es que desde el lunes pasado, a través de los medios de comunicación de la región sur del estado, subrayó, se ha desatado una campaña de linchamiento contra las organizaciones civiles; "nosotros no somos delincuentes ni transgresores de la ley, sino que únicamente ejercimos nuestro derecho de libre expresión y libre asociación" Estos hechos fueron reprobados por diversas agrupaciones sociales, como Red de Organizaciones Ciudadanas de Veracruz, Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores de la Calle (Matraca), CESEM, Haceres, Frente Popular de Organizaciones del Sureste de Veracruz, Pobladores AC y Fundar, Centro de Análisis e Investigación, entre otras Y pese a que presentaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos en Veracruz (CDHV), y solicitaron su intervención, su presidenta, Nohemí Quirasco, "no ha dicho una sola palabra", a pesar que se violentaron los derechos individuales de Eucario de los Santos y Verónica Mounier Ante la actitud de las autoridades estatales, recurrieron ya a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la ONU, "por las detenciones arbitrarias y el hostigamiento que se está sufriendo, por la campaña de hostigamiento hacia los movimientos y las organizaciones de la sociedad civil", refirió Jaquelín Loans, de Fundar La representante de la organización que preside Sergio Aguayo, consideró que un derecho "no se puede convertir en un delito", y eso es lo que está pasando en estos momentos en Veracruz, en que no se están respetando los tratados internacionales firmados por el gobierno federal en materia de derechos humanos En ese entorno, subrayó, Fundar, Centro de Análisis e Investigación, ha exigido a la ombudsman local asuma el caso ante el hostigamiento que hay en Veracruz contra los movimientos sociales "La sociedad civil no sólo se representa, sino se presenta, aquí estamos y vamos a estar al frente muy de pie, porque sabemos que vienen momentos difíciles, cada vez más duros, como los ocurridos en los setenta, donde se nos quiere igualar a los delincuentes, a pesar que hay una gran distancia entre nuestras causas y las causas de la delincuencia", apuntó